ALEBRIJES Ť Patricia Vega
Mujeres de poder
ƑCómo le hicieron para tener acceso a la política, una arena esencialmente dominada por hombres?
Se trata de la espléndida serie de tv Mujeres y poder que, dirigida y producida por Isabelle Tardán, el guión de Sabina Berman y la participación de Denisse Merker como entrevistadora, incluye diez programas en los que Rosa Luz Alegría, Elba Esther Gordillo, Elisa Benavides, Silvia Hernández, María de los Angeles Moreno, Amalia García, Dulce María Sauri, Rosario Robles, Beatriz Paredes y Griselda Alvarez abordan, con una franqueza poco usual en el medio político mexicano, aspectos del funcionamiento del poder que rara vez se comentan de manera explícita.
Si en una primera vuelta se transmitió de manera prácticamente consecutiva ųsalvo sábados y domingosų, para su retransmisión se optó por programar la serie cada domingo por lo que la segunda vuelta concluirá el próximo 5 de diciembre, con la ventaja de que los interesados pueden adquir los videos de una serie que vale la pena conservar como fuente de consulta.
Quizá la mayor virtud de Mujeres y poder radica en el hecho de que se trata de testimonios que logran captar la complejidad de las historias individuales y que, al no tener un afán de denuncia o de promoción política, trascienden lo coyuntural. La serie tiene un carácter testimonial que no busca dar una verdad única sino que, ante todo, se quiere explicar cómo logran estas mujeres infiltrarse, colarse, en la política, un terreno dominado por los varones. Se ofrece simple y llanamente la experiencia de las entrevistasdas, cuyas respuestas son reforzadas con fotografías e imágenes de archivo que ofrecen al televidente un programa ágil que captura la atención, del auditorio, algo poco común en los programas sobre temas políticos, tan abundantes, llenos de retórica y generalizaciones.
Por supuesto que no todos los testimonios tienen la misma fuerza, y los que ofrecen respuestas concretas son mejores frente a las abstracciones que caen en la retórica. Pero eso es responsabilidad de las mujeres entrevistadas, cuya formación política se transforma en un lastre que a algunas les resta espontaneidad y pone en evidencia su incapacidad de relatar los hechos menudos de la vida política. Justamente el recurrir a una misma estructura que parte de un cuestionario común, resulta muy enriquecedor porque permite la comparación entre las entrevistadas.
En síntesis, estos testimonios dan un panorama muy rico de la historia política mexicana en el último tercio del siglo XX, que es cuando se inicia el proceso que poco a poco propicia fisuras en un terreno, todavía hoy, apabullantemente masculino.
Por otro lado, la primera emisión del programa En primer plano ųtambién trasmitido por Canal Once y en el que participan Carlos Castillo Peraza, Carlos Elizondo, Lorenzo Meyer, Jesús Silva Herzog Márquez y Federico Reyes Herolesų estuvo dedicada al tema de la democracia en México. Resulta sorprendente que dichos analistas políticos se refirieran ų''espinita clavada", dijo Reyes Herolesų a las ''agresiones" que recibieron en una conferencia de prensa porque en su programa participan únicamente varones. Ninguno de ellos se refirió al contenido de la serie Mujeres y poder, ni a las carácterísticas de la realización del programa, ni mucho menos a su contribución al avance de la democracia en elpaís.
Ojalá estos analistas logren trascender el ''gusto" por el hecho de que Carmen Aristegui conduzca un programa de radio o porque Adriana Pérez Cañedo lleve el noticiario del Once, y el contenido de Mujeres y poder se convierta en materia de su análisis y reflexionen sobre la importancia de esta serie para el debate político actual.