* Destruyó granadas y misiles, trasciende
Extraoficial: habría provocado muertes la explosión en Sedena
* El general Garfias plantea que el Congreso indague el asunto
Jesús Aranda * El estallido ocurrido el pasado sábado por la noche en el Campo Militar número 1-F, en Santa Fe, habría tenido lugar en una bodega en que se almacenaba un número no cuantificado de granadas y blindamisiles teledirigidos; la onda explosiva habría dejado un hueco de 70 metros de profundidad por 30 metros de diámetro, aseguraron fuentes extraoficiales, las cuales no descartaron que el incidente pudiera haber provocado muertos y heridos.
Debido a la orden del alto mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de que "no entre ni salga nadie del lugar", se mantienen en total hermetismo las consecuencias de la explosión, particularmente en lo relacionado con posibles muertos y heridos, toda vez que a los escuadrones civiles de rescate, bomberos y Cruz Roja que pretendieron ingresar a las instalaciones castrenses se les negó la entrada, dejando pasar exclusivamente a cuerpos de emergencia del Ejército.
Según los informantes, las víctimas fatales serían trabajadores de la bodega en que se guardaban los explosivos.
En tanto, la Dirección de Materiales de Guerra de la Sedena investiga desde el pasado sábado por la noche las causas de la explosión, expresaron fuentes de la dependencia. Sigue dos hipótesis principales: que el estallido fue por una carga estática, o bien, debido al mecanismo de extracción mecánica de vapores del lugar en que la pólvora estaba almacenada. Insistieron en que no hubo víctimas y descartaron un posible sabotaje o atentado.
Las fuentes -hasta el momento la Sedena no ha emitido ningún comunicado oficial, y sólo se tiene la breve entrevista que concedió la noche del sábado el general Enrique Cervantes Aguirre, titular de la institución- sostuvieron también que la explosión de la pólvora fue fortuita, dadas las condiciones extremas de seguridad que prevalecen en el área. Incluso, descartaron la posibilidad de que un "error humano" hubiera provocado el incidente.
Los informantes añadieron que el general Cervantes Aguirre giró instrucciones para iniciar las averiguaciones la misma noche del sábado y que, una vez que se tengan resultados, se dieran a conocer a la opinión pública.
Explicaron que la pólvora estaba destinada a la producción de cartuchos y que su "deflagración" motivó que el fuego alcanzara una altura de 45 metros de alto. Insistieron en que el percance no provocó desgracias personales ni daños que lamentar, dado que el lugar en el que estaba almacenado el material estaba aislado.
"Sólo se quemaron 25 metros de pasto a la redonda del lugar de la explosión, sin que se registraran mayores incidentes", aseguraron.
Aceptaron, sin embargo, que ésta es la primera vez que se presenta una explosión de ese tipo en las instalaciones militares en que se fabrican cartuchos, armas o explosivos, lo que motivará que se extremen las precauciones, pese a las "medidas de seguridad extremas que prevalecen en este tipo de establecimientos".
El Campo Militar 1-F está ubicado en avenida Reforma 2700; en el lugar hay fábricas que elaboran cartuchos, bodegas de pólvora, escuelas y tres zonas habitacionales, las cuales no fueron desalojadas tras el estallido.
Por otra parte, el general retirado Luis Garfias Magaña aseveró que es materialmente imposible cuantificar los daños materiales y humanos que arrojó la explosión, debido al hermetismo con que el Ejército maneja este tipo de información.
Precisamente, agregó, la forma en que las autoridades castrenses minimizan este tipo de situaciones impide que la sociedad conozca la verdad sobre los hechos.
El también ex presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados aseveró que ésa y otras irregularidades ocurridas recientemente -como la implicación de altos oficiales en el narcotráfico, el cambio de harina por droga que iba a ser incinerada en Chihuahua y la misma explosión- demandan la investigación de una comisión del Congreso. Ello, sostuvo, es perfectamente legal.
"La Defensa -añadió en entrevista- se cierra demasiado" cuando ocurren faltas a la disciplina interna o situaciones extraordinarias, como la del sábado pasado, lo que impide conocer con certeza los alcances del incidente.
Sostuvo que en otros países, cuando se presentan eventos semejantes, el Congreso forma comisiones para que investiguen los hechos y difundan los resultados.
Sin embargo, con el problema de la pólvora, como con el accidente de hace unos años en el desfile militar de un 16 de septiembre, así como la muerte de soldados en Baja California y muchos asuntos más "que muchas veces ni se saben", sucederá lo de siempre, señaló. Es decir, la Sedena no informará nada y esperará a que el tema desaparezca de la opinión pública, pues, por razones inexplicables, el titular de la institución a nadie rinde cuentas, manifestó.
* Produjo 24 mil 357 armas; ejerció 442.47 mdp
En 1998, la industria militar fabricó más de 57 millones de cartuchos
Jesús Aranda * La industria militar -la explosión de pólvora del sábado pasado se produjo en una de sus instalaciones en la ciudad de México- fabricó en 1998 un total de 24 mil 357 armas de diverso tipo, 58 mil 907 granadas y 57 millones 480 mil 708 cartuchos, muchos de los cuales se producen en el Campo Militar 1-F, de Santa Fe, y en otras dos fábricas que se ubican en Tecamachalco.
De acuerdo con el Análisis Programático de la Secretaría de la Defensa Nacional, la industria militar en su conjunto ejerció el año pasado un presupuesto de 442 millones 476 mil 200 pesos, que fue menor en 9.2 por ciento al originalmente asignado, pero que se subsanó "principalmente por el ahorro en las adquisiciones de materiales y suministros".
"La industria militar -se señala en el documento- mantiene los ritmos de producción apropiados para satisfacer el equipamiento de armamento individual, municiones, granadas, vestuario y equipo, así como la capacidad de recuperar vehículos blindados y no blindados."
Además de esos pertrechos, la Sedena produjo 2 millones 100 mil 746 uniformes, 647 mil 980 pares de calzado, 101 mil 529 equipos de dormitorio, 52 mil 117 muebles y un millón 249 mil 868 equipos de campaña.