n Miles llegan a votar desde Buenos Aires
Veda electoral en Uruguay a horas de los comicios generales
n Se eligirán presidente, vicepresidente, senadores y diputados
Stella Calloni, enviada, Montevideo, 29 de octubre n Uruguay se llamó a silencio al imponerse la veda electoral en un marco de absoluta tranquilidad hacia los comicios del próximo domingo, en los que se elegirán presidente, vicepresidente, senadores y diputados.
Los comicios se realizarán por primera vez bajo el sistema electoral definido por la reforma para elegir presidente, que terminó con la arcaica ley de lemas y obliga a cada partido político a llevar a un solo candidato, como la novedad más importante en el nuevo esquema comicial.
Si bien la reforma electoral produjo una serie de debates porque aparece como casi imposible que un presidente sea electo con el 50 por ciento de los votos más uno, contando incluso los sufragios en blanco, para los observadores y analistas posibilitó definiciones partidarias al tener que elegir un solo candidato.
Curiosamente esta situación produjo las elecciones primarias más calientes en los dos partidos tradicionales, el Blanco y el Colorado (gobernante), y éstas no sólo dieron de qué hablar por la lucha interna que se desató entre los diferentes actores que aspiraban a representar a su corriente política, sino también porque dejó rupturas que se advertirán después del transcurso del devenir político a corto plazo.
El único partido que no tuvo elecciones internas violentas fue la coalición Encuentro Progresista-Frente Amplio, que resolvió en un comicio interno entre Danilo Astori, de la organización Asamblea Uruguay, y Tabaré Vázquez, al ganar éste "civilizadamente", como dicen aquí, por más de 75 por ciento de los sufragios.
Todos los pronósticos apuntan tanto al triunfo de la alianza como a una segunda vuelta, dadas las dificultades que significa el desafío del 50 por ciento más uno, pero hay miles de uruguayos que, después de ver la convocatoria de esta coalición, hacen cálculos que ningún instituto de sondeos se atreve a negar, especialmente después del acto político más grande que se recuerde aquí, el miércoles pasado, cuando cerró la alianza su campaña.
Prevén cambios políticos
Cuando cada ciudadano coloque su voto para presidente lo hará a su vez para elegir senadores que tienen 30 bancas y 99 los diputados, y para el caso del Senado se agrega la presidencia, que la ocupará el vicepresidente electo.
Analistas locales estiman que la nueva distribución de las bancadas en el Parlamento producirá cambios, aunque hasta ahora ningún partido político podría asegurarse la mayoría en las cámaras.
También y como es una antigua costumbre uruguaya, en estas elecciones se pondrán en juego dos plebiscitos: una boleta en blanco cuya inclusión junto a la electoral significará un sí para la reforma del Poder Judicial, que asegura su independencia, y la rosa para impedir que los directores de entes autónomos y otros cargos de dirección de instituciones estatales se puedan postular a candidaturas políticas antes de cuatro años de haber abandonado sus cargos, y evitar así toda posibilidad del uso de éstos con fines políticos.
A diferencia de las últimas elecciones presidenciales de 1994, para las que estaban inscritos en los padrones 2 millones 330 mil 154 personas, la cifra aumentó ahora a 2 millones 402 mil 160.
Uruguay se ha destacado a través de los años por la afluencia de votantes, que nunca fue menor de 80 por ciento y en 1994 alcanzó a 87.1 por ciento, esperándose ahora una cifra similar y hasta superior por la gran expectativa que rodea estos comicios, que muchos consideran trascendentales.
También cabe mencionar la llegada de uruguayos desde Argentina, donde suman más de 200 mil, de los cuales una mayoría viaja para votar, razón por la cual los tres candidatos presidenciales estuvieron en Buenos Aires para realizar actos proselitistas como en cualquier distrito de su país.