Luis Javier Garrido
La destitución

El gobierno ``de Ernesto Zedillo'' no puede ya ocultar ante la comunidad internacional que por oscuras motivaciones políticas mantiene cerrada a la Universidad Nacional y que su gobierno ha resultado uno de los depredadores en la historia del país, como lo ha evidenciado en los últimos seis meses al respaldar las acciones irresponsables de las actuales autoridades universitarias.

1. La huelga de la UNAM se ha tornado en una cuestión nacional porque al negarse el rector Francisco Barnés a dialogar con los estudiantes y empecinarse en que la institución permanezca cerrada, está cometiendo un grave atentado contra la cultura nacional generando de paso un grave conflicto social que ha terminado por exhibir no sólo a su protector, el precandidato oficial del PRI Francisco Labastida, sino también a Ernesto Zedillo, es decir a los dos individuos que cogobiernan a México en nombre del salinismo y que no ocultan su desprecio por la inteligencia y la cultura.

2. El rector Barnés llevó a la universidad a una de las crisis más graves de su historia al intentar privatizarla a espaldas del país, en una decisión con la que mostró un abierto desprecio a la comunidad universitaria, y al estallar la huelga estudiantil ha pretendido usufructuarla para proseguir ese proceso de desmantelamiento, pero lo único que ha logrado hasta ahora con sus múltiples acciones descabelladas es ahondar la crisis universitaria evidenciando el criterio patrimonialista con que se gobierna a la UNAM, la ausencia de órganos de gobierno autónomos y la subordinación absoluta de la Rectoría a los dictados del gobierno federal.

3. Francisco Barnés de Castro debió haber renunciado a la Rectoría de la UNAM desde que estalló la huelga el 20 de abril, reconociendo que estaba actuando sin el consenso de la comunidad universitaria que le señaló que con sus ``reformas'' había violado principios constitucionales del país y desconocido las reglas de convivencia de una comunidad a la que nunca pudo entender, pero para ello hubiera debido tener algo de lo cual carecen los políticos del sistema priísta: un poco de dignidad. Hoy, sin embargo, seis meses después de que la UNAM ha estado cerrada por su incompetencia y su mala fe, y de que los más amplios sectores de la comunidad universitaria y de la sociedad lo reconocen como el principal responsable de que la universidad esté cerrada, no tiene argumento alguno para permanecer en el cargo, y está resultando un estorbo mayor para enfrentar y resolver el problema, hasta para sus propios protectores Labastida y Zedillo. De ahí la cólera que crece entre los académicos, no frente a los estudiantes como quisiera el gobierno, sino contra quienes dando una muestra absoluta de irresponsabilidad siguen al frente de la máxima casa de estudios del país.

4. La destitución de Francisco Barnés ha sido solicitada por los estudiantes en huelga, por profesores e investigadores de varios institutos y facultades, por la mayoría de los cientos de miles de ciudadanos que participaron en la consulta del CGH del 26 de octubre y hasta por diputados federales. Está siendo exigida lo mismo por amplios sectores de la derecha universitaria que por los antiguos aliados de la Rectoría en el PRD, que ya rompieron con él cansados de sus engaños, y si hasta ahora no ha sido removido del cargo, ello se debe al simple capricho de Labastida y de Zedillo, que no pueden desconocer sin embargo que el escenario que se ha creado es por completo desfavorable para ellos, pues todo mundo sabe que si Barnés sigue ahí echándole leña a la hoguera esto se debe a que sigue teniendo el respaldo absoluto de Los Pinos, y que en su gestión no ha sido otra cosa que el representante del gobierno ante la comunidad universitaria.

5. Muchos se preguntan por ello si las ambiciones políticas de un hombre o de un grupo pueden seguir prevaleciendo sobre los de una comunidad, y si un hombre, Francisco Barnés, puede seguir afectando con su intransigencia a decenas de miles de estudiantes y a la vida cultural del país.

6. La ``estrategia'' de la Rectoría no ha cambiado gran cosa desde mayo y ahora busca a todas luces alargar el conflicto con la pretensión de a) continuar con la campaña en los medios para seguir desprestigiando al Movimiento Estudiantil y generarle respaldo a la opción de utilizar la fuerza pública para recuperar las instalaciones, b) continuar exhibiendo a sus antiguos aliados del PRD por su injerencia en el conflicto, c) golpear al sindicato, y d) tratar de imponer algunas medidas monetaristas: desde la reducción de la matrícula hasta la privatización de los proyectos de investigación.

7. En este escenario, poco ha importado a la Rectoría el mostrar un desdén absoluto a la comunidad universitaria, y el utilizar a los dóciles integrantes del Consejo Universitario y de la Junta de Gobierno y del Patronato como subordinados suyos, haciéndolos corresponsables de cuanto acontece.

8. Las cosas sin embargo no son tan fáciles como lo piensan las autoridades universitarias y lejos de lo que dice su propaganda y la de los intelectuales ``moderados'', el CGH se ha fortalecido. El éxito de la consulta estudiantil del 26 de octubre en la que participaron cientos de miles de ciudadanos, y el fracaso tanto de la simulación de consulta plebiscitaria de las autoridades del 21 de octubre como de la marcha de los profesores y estudiantes del PRD, que sólo pudieron reunir a unos cuantos cientos de personas el mismo día 26, muestra bien cuál es la legitimidad y representatividad del CGH, que contra viento y marea tiene un respaldo social cada vez más amplio.

9. ¿No se dará cuenta la burocracia gobernante, hundida en sus sordas pugnas sucesorias, cómo se está exhibiendo con su comportamiento frente a la huelga en la UNAM?

10. Los estudiantes en huelga están en tanto ahí, con los seis puntos de su pliego, esperando que las autoridades se dignen dialogar con ellos, y acordar conjuntamente un Congreso General Universitario, democrático y resolutivo, a fin de que las decisiones no las sigan tomando ya unos cuantos y la comunidad universitaria pueda empezar a dialogar sobre el futuro de la Universidad Nacional.