n Crecen las demandas de refugiados; necesitan leche y pañales desechables


Pasó la cresta de la emergencia en Tabasco, asegura Protección Civil

n Confirma la CNA que el nivel de los ríos tiende a decrecer

n El desalojo del agua estancada tardará entre siete y diez días

Alonso Urrutia, enviado, y René Alberto López, corresponsal, Villahermosa, Tab., 27 de octubre n En tanto que la Comisión Nacional del Agua (CNA) informó que se ha iniciado una tendencia decreciente en los niveles de los ríos de la entidad, el coordinador general de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, José Luis Alcudia, sostuvo que si bien no se ha superado la emergencia en Tabasco, "ya ha pasado la cresta".

Por su parte, el responsable de Protección Civil estatal, Sergio Jiménez Urgell, dijo que la reducción en el caudal del agua que arroja la presa Peñitas, así como el buen clima imperante, ha favorecido la disminución en los niveles de los ríos y, por ende, del riesgo de desbordamientos.

Sin embargo, subrayó que la emergencia no está superada y anticipó que el desalojo del agua en las zonas inundadas podría tardar entre siete y diez días, según los lugares y las condiciones que prevalezcan.

La CNA precisó que la reducción en el turbinado de la presa Peñitas obedeció a un desperfecto de una turbina, provocado por los troncos de árboles que se almacenaron. Indicó que el nivel del agua de Peñitas llegó ya a los niveles que se tenían programados para su operación, abajo del nivel crítico, por lo que se redujo la extracción a mil 800 metros cúbicos por segundo.

De acuerdo con el reporte oficial, el nivel del río Grijalva se redujo dos centímetros respecto de la víspera, aunque seguía 1.27 metros arriba de su escala crítica; el Samaria bajó 30 centímetros pero tiene 1.16 metros más de su escala crítica; el Carrizal redujo su nivel 10 centímetros y permanece 1.17 metros arriba; y el Usumacinta bajó 14 centímetros y registra 1.62 metros más del nivel crítico.

Jiménez explicó que para los próximos días se pronostican lluvias ligeras, factor que se vincula a la reducción en los niveles de turbinación y a que "la marea en el Golfo ha bajado, lo que permitirá destapar el tapón hidráulico que se forma en la desembocadura del Grijalva y el Usumacinta".

A su vez, Alcudia dijo que la situación más crítica de la emergencia ha pasado, aunque numerosas colonias y comunidades siguen inundadas. Comentó que la ayuda del gobierno federal continuará en los próximos días, lo cual significa que los 8 mil soldados y 2 mil marinos permanecerán en Tabasco hasta que se controlen definitivamente los riesgos de inundación, y aseveró que la operación de los programas de Protección Civil estatal habían funcionado de "manera extraordinaria".

-ƑCuándo se levantará la emergencia?

-Es una decisión técnica que depende, en buena medida, de lo que determine la CNA.

 

Se prolongará la emergencia

 

Para Jiménez Urgell, responsable de Protección Civil estatal, el levantamiento de la emergencia no será en el corto plazo, debido a que los riesgos de lluvias y la temporada de huracanes concluyen en la primera quincena de noviembre.

En entrevista, señaló que el desalojo del agua estancada depende de algunas variables como el comportamiento del Sistema Grijalva, "porque necesitamos que ya no llueva allá en arriba", y el nivel inundación de cada zona, entre otras.

Comentó que en la fase de emergencia actual, el levantamiento de bordos de arena fue fundamental para evitar una inundación peor en Villahermosa.

Subrayó que se han integrado más de 3 mil brigadas de salud para prevenir posibles brotes epidémicos, como dengue y paludismo, y "han operado de manera eficaz porque se ha contenido la difusión de estas enfermedades". Sin embargo, reconoció que en materia de control sanitario aún falta la fase más crítica, cuando se logre desahogar la mayor parte del agua.

Indicó que en previsión de eso ya se han realizado algunas fumigaciones en 234 localidades de la entidad, e incluso se han utilizado aviones para tener mayor alcance.

Según el reporte gubernamental, hasta ahora los padecimientos que más se han presentado son respiratorias y en la piel.

A pesar del control que se ha alcanzado en el control epidémico, Jiménez reconoció que esta segunda fase podría prolongarse, "en algunos casos, hasta diciembre".

n Las autoridades atienden a 11 mil familias damnificadas

René Alberto López, corresponsal, y Alonso Urrutia, enviado, Villahermosa, Tab., 27 de octubre n Al ritmo que desciende el nivel de los ríos tabasqueños, crece la inconformidad de los damnificados. Las autoridades no se dan abasto para atender a las cerca de 11 mil familias que están en los 650 refugios ubicados en 14 municipios de la entidad, y la Federación asegura que hay ya 10 mil toneladas de alimentos, mientras en la Cruz Roja esta tarde seguían llegando camiones cargados con víveres y medicinas, pero a lo largo y ancho de las zonas anegadas se multiplican las demandas de ayuda.

Medicinas, leche para niños, ropa, agua potable, letrinas, lanchas para salvar las pertenencias atrapadas por las inundaciones, y pañales desechables para cientos de recién nacidos, figuran entre las principales exigencias. "La comida sí es suficiente, no lo negamos", fue la expresión simultánea de varias mujeres en el albergue de la Ciudad Deportiva.

El suministro de 400 mil litros de leche que, dijo anoche el secretario de Desarrollo Social, Carlos Jarque, fueron canalizados a Tabasco, al parecer es insuficiente.

"Leche para los niños señor... eso es lo más importante. No la traen y los niños se la pasan llorando día y noche. Apunte que también hacen falta pañales desechables para el montón de recién nacidos que hay aquí", dice la señora María Hernández, del grupo de familias evacuadas de la colonia Asunción Castellanos, y a su voz se suman las de muchas mujeres que platicaron con los reporteros.

En el albergue Uno, 512 familias, que suman 3 mil 170 personas, se empiezan a desesperar. Están en el Centro de Convenciones y en el estacionamiento de la Plaza Galerías, enclavada en el corazón del área residencial Tabasco 2000.

Hay quejas porque los sanitarios están cerrados. Sólo se les permite bañarse. Para lo otro... se colocaron 95 letrinas afuera del refugio, a unos 200 metros, en el helipuerto del gobierno estatal.

Los damnificados alegan que son insuficientes y por las noches deben caminar a oscuras ese trecho. "Anoche a doña Rosa la picó un alacrán", pero lo peor, dicen, es el "insoportable hedor". Hombres y mujeres se forman para hacer sus necesidades. El excremento acumulado hace que muchos prefieran defecar al "aire libre".

Pero mujeres y hombres mayores se quejan de otra situación: "Algunos soldados le dan preferencia con la comida y el agua a mujeres que se llevan en la noche por el rumbo de los baños, cuando deben meter orden", acusó Guadalupe López.

Luisa Díaz, quien fue desalojada con toda su familia de La Selva, Nacajuca, lamenta la situación que enfrentan por el uso de los baños. "Para estar así, mejor ni nos hubieran ido a rescatar. A veces nos pasamos hasta tres días sin bañarnos, somos muchos y tenemos que pasar de tres en tres al baño. Algunos ya no quieren ni comer porque luego no tienen dónde hacer sus necesidades".

Los damnificados que permanecen en este lugar son muchos y muchas sus demandas. Imelda Ruiz encabezaba este día a un grupo de mujeres que reclaman pañales para sus hijos. "Nuestros maridos se quedaron sin trabajo y no tenemos para comprarlos. La comida está bien, pero ojalá y se fijaran que necesitamos atender a nuestras criaturas".

Hoy las mujeres sacaron sus trapos al sol. En el amplio helipuerto lucían largas lías cargadas de ropa. La actividad se ve por doquier. Soldados van y vienen cargando agua y comida. Brigadistas universitarios levantan demandas. Los médicos militares a lo sumo realizan 150 consultas diarias. Es tanto el movimiento que esta tarde el vehículo de un particular atropelló al menor refugiado Alejandro Asunción Reyes, de 7 años. El teniente coronel José Arias Agredano, a cargo de este albergue, informó que está fuera de peligro.