n Continúan las tropas de Moscú estrechando el cerco en torno a Grozny
Ataca Rusia el cuartel general del rebelde Bassaiev
Dpa y Afp, Grozny, 27 de octubre n Al menos tres guardaespaldas del líder checheno Shamil Bassaiev murieron hoy cuando el cuartel general del carismático comandante fue blanco de un misil lanzado por las fuerzas rusas, que continúan estrechando el cerco en torno a Grozny, capital de la república de Chechenia.
Bassaiev y su familia no se encontraban en el lugar, que resultó destruido lo mismo que los edificios que están en un radio de cien metros; por falta de agua, los incendios no se podían apagar, indicaron testigos citados por Dpa.
Asimismo, un proyectil destruyó la casa de la viuda del ex presidente checheno Yochar Dudadiev, asesinado en un ataque similar en 1996.
El ataque se produjo días después de que las fuerzas rusas ofrecieron una recompensa por la cabeza de Bassaiev, y en momentos en que la Unión Europea condenó la creciente violencia empleada por las tropas de Moscú contra el enclave del Cáucaso.
Pero el presidente ruso, Boris Yeltsin, defendió la postura de su gobierno, y poco antes de partir nuevamente de vacaciones a la ciudad turística de Sochi, en el Mar Negro, sostuvo que la ofensiva contra Chechenia es una medida contra "el terrorismo internacional".
"Queremos acabar de una vez por todas con el centro de terrorismo internacional", insistió el mandatario ruso, quien indicó que los soldados de su país "están restableciendo la paz y la tranquilidad en la sufrida tierra chechena".
Y aunque fuentes castrenses rusas sostienen que ya controlan cinco de 31 localidades de la periferia de Grozny, el diario ruso Izvestia sostuvo que las tropas del Kremlin que combaten en el Cáucaso están mal equipadas, poco o nada remuneradas y sufren numerosas bajas, a pesar de que el gobierno de Moscú ha aseverado que éstas han sido mínimas.
No se informó de más víctimas sobre los ataques de esta jornada, pero el presidente checheno, Aslan Masjadov, dijo que el último balance por el ataque contra un mercado y un centro de maternidad, el jueves de la semana pasada, se elevó a 282 muertos y más de 400 heridos.
El detonante de esta nueva guerra no declarada contra Grozny fue la incursión, en agosto pasado y presuntamente desde territorio checheno, de rebeldes wahabitas (radicales islámicos) en la vecina Daguestán, donde proclamaron un Estado integrista.
Posteriormente los rebeldes nombraron a Bassaiev como su comandante máximo, y al mismo tiempo se produjeron una serie de atentados contra edificios en la Federación Rusa, que dejaron más de 300 muertos, que el gobierno ruso atribuyó a los alzados en el Cáucaso.