Un adiós para Miguel Angel Velasco/ I
Ť Elena Poniatowska Ť
ųYo me hice comunista fundamentalmente por mi condición de obrero explotado.
ųƑExplotado? ƑDónde y cómo?
ųVivía en Jalapa y era panadero de oficio.
ųƑY todavía sabe usted hacer pan?
(Su mujer, Dolores Pomar, compañera de años de lucha porque fue secretaria de Hernán Laborde, ríe).
ųSí, pan dulce y muy bueno. Me enseñaron dos tíos, uno de ellos carrancista que perteneció a los batallones ferrocarrileros especializados en dar escolta a los trenes frecuentemente asaltados, volados y descarrilados por los zapatistas o por el Ejército Federal.
Panadero de oficio, anarquista y líder fundamental del Partido Comunista, Miguel Angel Velasco (el Ratón, como lo llamaban sus amigos en vista de su pequeña estatura y de su hiperactividad), se sumergió a los 96 años en el inconmensurable océano de la muerte.
Dulce y alegre como el pan que hacía, en los ademanes y en el rostro del Ratón Velasco había travesura. Escuchaba con paciencia, no sin un dejo de ironía en sus ojos alertas y oscuros. Reía con todos sus dientes. No hacía aspavientos ni entraba partiendo plaza. Guardó siempre un enorme pudor, como muchos hombres de izquierda de su época, que se la pasaron haciéndose menos, salvo en la cantina en la que sí se ponían a gritar de tanto que discutían. O quizá era para desfogarse. El Ratón tenía carácter, pero no quería lucirse aunque destacaba a pesar de su modestia. Dicen que Ursulo Galván y Herón Proal eran santones. Si es así, el Ratón Velasco fue un santito. Vivaracho y ocurrente, destacó al lado de Vicente Lombardo Toledano, Alejandro Carrillo Marcor, Hernán Laborde y su riguroso fieltro negro, Víctor Manuel Villaseñor y desde luego el simbólico José Revueltas. Lo querían sus compañeros, incluso los anticomunistas. Rafael Carrillo lo tuvo en alta estima. Demetrio Vallejo que despotricaba en contra de los comunistas nunca habló mal de él. Los ferrocarrileros presos durante la huelga de 1959 también lo querían, lo mismo Valentín Campa, que todavía vive y seguramente haría su panegírico. Intimo amigo de Evelio Vadillo, compañero de cárcel de José Revueltas en las islas Marías, de julio a diciembre de 1932, con Miguel Angel Velasco desaparece toda una época de la izquierda mexicana dispuesta a dar la vida por un ideal.
Un solo afán, unir las izquierdas
Su vida fue como la de un ratón moviéndose entre las distintas posturas ideológicas de comienzos de nuestro siglo. El Partido Comunista encontró en él un ideólogo, teóricamente anarquista y prácticamente sindicalista. No sólo encabezó la jalapeña Unión Gremial de Panaderos, sino que organizó a ''las desmanchadoras" de café en Córdoba.
Ver caminar a Miguel Angel entre los muebles coloniales, forrados de telas mexicanas de su casa en Sur 73 no. 218, colonia Jardín Balbuena, ágil y nervioso, su calva cercada de cabellos blancos bajo los grabados de Pablo O'Higgins, Leopoldo Méndez y Alberto Beltrán, revelaba la profunda inquietud de su mente siempre activa. Junto con su capacidad de organización que lo acompañó a lo largo de toda su vida, mantuvo un solo afán: la unión de las izquierdas en nuestro país en una sociedad nueva. šAh, cómo hablaba de esa sociedad nueva! En los libreros de su sala, se alineaban los tomos que él mismo escribió y sacaba para apoyar sus tesis a lo largo de la entrevista: La administración obrera en las empresas, El Partido Comunista durante el gobierno de Cárdenas, Vicente Lombardo Toledano y el Movimiento Obrero, Hay que llevar hasta el fin la Reforma Agraria, Notas acerca del papel de la Iglesia en México y los ejemplares encuadernados de La voz de México, órgano del Partido Comunista, del que fue director.
Nacido en Jalapa, en 1903, desde muy joven encontró en las ideas revolucionarias ųinspiradas por el pensamiento marxista y magonistaų una rica fuente de conocimiento de la cual bebió. Flores Magón lo hizo darse cuenta de la injusticia en la que vivían él y sus compañeros.
ųƑY la panadería de quién era, Miguelito?
ųLa industria del pan era casi artesanal, hasta doméstica. Cualquier persona con crédito podía sacar unos cuantos sacos de harina, azúcar, manteca, huevos, alquilar un horno y hacer pan. Todavía no alcanzo a explicarme por qué y cómo los panaderos se convirtieron en la organización más activa del movimiento obrero, la que más tarde habría de darle impulso a la lucha inquilinaria.
Desde los hornos de su panadería ųcuyos secretos le fueron revelados por sus dos tíosų Velasco contribuyó de manera contundente a la formación del Sindicato de Panaderos de Jalapa, del cual llegó a ser secretario de Actas, pues, como él mismo reconoce, ''éramos pocos los que sabíamos leer y escribir". Muy pronto empezó a leer periódicos y revistas y dijo siempre que el periódico es ''un educador y no sólo eso, un organizador de vida". Rafael Carrillo lo aconsejaba: ''Lee, Miguel Angel, adquiere la costumbre de la lectura, un militante tiene que estar enterado". Con su experiencia, no sólo la ciudad de Jalapa se vio beneficiada por su capacidad organizativa sino que, desde 1921, su labor como líder sindical lo llevó a otras ciudades: Orizaba, Córdoba, Tehuacán para impulsar a otros trabajadores a la defensa de sus derechos.
ųEntrábamos a las cinco de la tarde y salíamos de la panadería a las nueve de la mañana del día siguiente y así trabajé durante varios años.
ųƑDieciocho horas de trabajo diario?
ųSí, a pesar de mis dieciséis años era un desgaste físico enorme.
Sus compañeros y él se movilizaron en contra de la explotación. Aún no sabían a dónde iban, aún no era claro el panorama de la izquierda en México (Ƒlo es hoy?), pero lucharon con la ira de quien padece la injusticia.
Abrevar en las ideas magonistas
Miguel Angel y otros panaderos formaron un batallón en 1924, en Jilotepec, en contra de De la Huerta. ''Exigimos mejores condiciones laborales". Para todos resultaba apremiante la defensa de los derechos de los trabajadores.
A partir de 1925, el Ratón Velasco repartió clandestinamente ejemplares de El Machete y se metió de lleno a la vida intelectual y política del país. La lectura y el aprendizaje adquiridos en las páginas de este ya mítico diario, lo condujeron directamente a las ideas de los hermanos Flores Magón acerca de la posibilidad de una anarquía ilustrada. Defendió la idea de que no es necesario un Estado que controle la vida laboral: son los propios trabajadores los que deben organizarse en sindicatos que protejan sus intereses.
Velasco participó en el movimiento inquilinario de Herón Proal, quien fundó el Sindicato de Inquilinos de Veracruz, en enero de 1922, que cobró gran fuerza en México, en Guadalajara y Veracruz. A Herón Proal se le llamó el Lenin mexicano. Impulsaba a locatarios e inquilinos a no pagar rentas. De ese movimiento, Velasco sacó fuerzas para organizar al campesinado que concluyó en 1926 con la Liga Nacional Campesina, pero en todo ese tiempo el Partido Comunista ųcomo una organización política ya ligada a los problemas concretosų tuvo que enfrentarse al gobierno que lo persiguió como a su peor enemigo. Vendepatrias, rusos, traidores, malos mexicanos, adoradores de Moscú, imbéciles, los comunistas acosados, brutalmente golpeados vivían en la ilegalidad que los obligaba a la semiclandestinidad. No sólo habría de perseguirlos el Estado, también su propio partido dedicado a las purgas y a las expulsiones.
''En 1926, ingresé en las Juventudes Comunistas y, posteriormente, en 1927, al Partido Comunista, del que en 1928 llegué a ser miembro del Comité Central, pero las cosas no fueron fáciles ni para mí ni para mis compañeros: la permanente lucha entre la izquierda mexicana, lamentablemente, siempre termina por favorecer al gobierno y mi caso no fue la excepción, porque los anarquistas y los comunistas mantenían posturas irreconciliables que impedían unir fuerzas. En un principio consideré que podía contribuir al mejoramiento del Partido Comunista insertando en su estructura las ideas magonistas, pero poco a poco se fueron definiendo los caminos y estallaron las diferencias."
El Ratón Velasco llegó a la ciudad de México, en 1928, para asistir a la novena convención de la CROM convocada por Emilio Portes Gil.
Testigo del desconocimiento definitivo de la CROM como un organismo de apoyo obrero, cuya consecuencia inmediata fue el nacimiento de una nueva Comisión Sindical Unitaria de México, el Ratón Velasco, ya muy fogueado y acostumbrado a las dificultades propias de la organización sindical, a la lucha ideológica entre los descontentos, destacó entre sus compañeros. Ya antes, en 1921, el comunismo y el anarquismo hicieron patentes sus diferencias (a pesar de haber formado juntos la CGT) y terminaron definitivamente separados con la expulsión de Rafael Carrillo.
En aquellos tiempos, a los comunistas se les daba trato de criminales. ''Las oficinas del partido fueron asaltadas y dos veces consecutivas se destruyó la imprenta donde se hacía El Machete. La represión contra los comunistas tenía un doble efecto: por un lado, claro, dificultaba nuestra actividad pero por otro nos daba ante la gente una imagen de solidaridad porque éramos perseguidos en medio de una lucha heroica que esa represión no conseguía frenar. Pero para el gobierno era necesario romper, quebrar y borrar esa imagen de gente que lucha dando todo lo que puede dar para cambiar las cosas, o para detener un proceso en el que el peso de la crisis recae siempre en los pobres''.