* Gritos y susurros: expresiones sociales en Estados Unidos

Protesta contra la brutalidad policiaca

 

Encabezados por más de 50 padres y familiares de víctimas de la policía, una amplia coalición de organizaciones sociales realizaron protestas el viernes en varias ciudades y pueblos en todo el país. Los manifestantes denunciaron lo que dicen son más de 2 mil homicidios cometidos por la policía en los noventa e informaron que este país encarcela a casi 2 millones de personas, más que en cualquier otra nación en el mundo. La protesta, celebrada en Chicago, Houston, Detroit, Los Angeles, Nueva York y San Francisco, entre otros lugares, fue contra la "brutalidad policiaca, la represión y la criminalización de una generación". Los manifestantes también protestaron por "el terror contra los inmigrantes por parte de la policía y los agentes de inmigración".

 

El KKK en Nueva York

 

Unos 12 representantes del Ku Klux Klan (KKK), el grupo racista de supremacía blanca, realizaron una manifestación en el centro de Manhattan, pero su mensaje fue ahogado con los gritos de repudio de unos 800 manifestantes que se presentaron en el mismo sitio el sábado. El KKK logró obligar a la ciudad a permitir su manifestación, pero no pudo revocar la ley que impide que se marche con máscaras. Por lo tanto, la docena de miembros del KKK se presentaron con sus túnicas y capuchas blancas pero sin ocultar el rostro. La multitud de manifestantes que acudió para enfrentar el mensaje demostró que "la gente se unió contra el odio", comentó Dennis Wolcott, líder de un grupo de derechos civiles. Algunos portaban fotos de activistas asesinados por el KKK en la década de los sesenta en el sur del país, y otro dijo que fue herido por una bala del grupo en Greensboro, Carolina del Norte. Un hombre blanco golpeó a un miembro del KKK en la cara y fue arrestado. Decenas de policías intentaron mantener el orden. Al retirarse el KKK, varias personas les arrojaron objetos.

 

Reinas de la asistencia pública

 

La organización activista Ruckus Society de Berkeley, California, opina que el gobierno estadunidense gasta demasiado de su presupuesto público en sistemas de armamento que jamás se usan. Dice que estos gastos son una forma de asistencia pública o welfare (en inglés) para los grandes contratistas de la industria de defensa. Esta semana el grupo rentó una enorme cartelera en la carretera que lleva a las oficinas de la matriz de la empresa Raytheon Company, cerca de Boston. "Las reinas de la asistencia pública del Pentágono" (Pentagon welfare queens, en inglés) decía el mensaje sobre una foto con los rostros de los presidentes de las tres empresas de equipo de defensa más grandes del país --Lockheed Martin, Raytheon y Boeing-- sobre cuerpos de mujeres vestidas sólo con ropa íntima.

 

Universitarios contra los

talleres del sudor

 

Estudiantes de más de 100 universidades demandaron esta semana que las rectorías se comprometan a un nuevo código de conducta, que prohíba que estas instituciones compren prendas para sus equipos deportivos en fábricas que sobrexplotan a sus trabajadores y les niegan sus derechos a la libre asociación. Los estudiantes han rechazado una propuesta de la industria de la confección y de la Casa Blanca que no garantiza sueldos dignos o el derecho a un contrato colectivo. (Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington.)