PROPUESTAS PARA

RESOLVER EL

CONFLICTO

 

Supensión indefinida del Reglamento General de Pagos vigente, hasta que el congreso universitario apruebe un documento que garantice cabalmente la gratuidad de la educación que se imparte en la UNAM.

 

Realización de un Consejo Universitario entre enero y abril del año 2000, en el cual participen delegados elegidos por estudiantes, académicos, trabajadores y autoridades. Los dos primeros tendrán igual número de delegados, y los dos siguientes una representación no mayor al congreso de 1990.

 

Retiro de todas las actas levantadas en contra de los participantes del movimiento estudiantil.

 

Creación de una comisión mixta de seguridad para investigar la composición y atribuciones de los cuerpos de vigilancia de la institución.

 

Recuperación del semestre.

 

Discusión en el congreso universitario de la relación UNAM-Centro Nacional de Evaluación.

n Congreso universitario y gratuidad educativa, sus ejes principales


La propuesta de solución comenzó a generar adhesiones

n Es apoyada por investigadores, académicos, estudiantes y trabajadores de la institución

Claudia Herrera Beltrán n Una propuesta que surgió de cuatro escuelas de la UNAM con el fin de resolver el conflicto en la máxima casa de estudios, y que pugna por un congreso universitario y la gratuidad educativa en esa institución, comenzó a provocar adhesiones de investigadores eméritos, académicos, estudiantes, consejeros universitarios y representantes del STUNAM.

En el Centro Cultural San Angel manifestó su respaldo un centenar de miembros de la comunidad universitaria, entre los que hubo una amplia representación de estudiantes identificados como moderados o democráticos, así como de académicos como Luis Villoro y Alfredo López Austin, que formaron parte del desintegrado grupo de los ocho eméritos que hace meses presentaron otra iniciativa de solución.

La propuesta presentada por la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, el CCH Naucalpan y la Coordinadora de Estudiantes de Posgrado, consiste en seis puntos, entre los que sobresale la realización de un congreso y que el Consejo Universitario apruebe un nuevo Reglamento General de Pagos que garantice la gratuidad de la educación que imparte la UNAM.

Villoro consideró positivo este planteamiento pues dijo que, a seis meses de la huelga, se abre la oportunidad de que haya un auténtico congreso universitario donde se discutan racionalmente los problemas que plantea la institución para poder transformarla.

Sin embargo, dijo que para que esta propuesta tenga éxito es necesario que sea apoyada por los estudiantes que pertenecen o no al Consejo General de Huelga y por todos los académicos, en especial aquellos que habían mostrado reticencia a la huelga.

''Es menester que para que no se vea como una propuesta de un solo sector, y no quede así anatematizada, procuremos la ampliación de adhesiones a estos dos sectores'', añadió el filósofo.

Apoyada por un grupo que se denomina Convergencia, integrado por personal del STUNAM, la Federación de Colegios Académicos y miembros del CGH, esta iniciativa -de acuerdo con los primeros pronunciamientos- no se presentará a la rectoría, sino directamente a la comunidad universitaria a través de consejeros y representantes estudiantiles y académicos.

La académica Aurora Loyo, consejera universitaria suplente del Instituto de Investigaciones Sociales, señaló que en los días previos al congreso universitario es necesario que quienes apoyan este plan consigan que sea visto por la comunidad como una base de diálogo, y para ello -dijo- deberá ser sometido a una amplia discusión.

Consideró que es una buena alternativa para superar la polarización entre las propuestas de las autoridades universitarias y de un sector del Consejo General de Huelga. Además, comentó que hay condiciones favorables para que esto suceda.

Fernando Belaunzarán, de la Facultad de Filosofía y Letras, calificó esta opción como viable y trascendente, porque ''rompe con el juego de ping pong'' de los últimos días entre el CGH y otros sectores. Explicó que esto se ha manifestado en las acusaciones del precandidato presidencial priísta, Francisco Labastida Ochoa, de que el movimiento estudiantil está relacionado con el Ejército Popular Revolucionario (EPR), en la oposición de ex funcionarios universitarios a un congreso, a la confrontación por el bloqueo en el Periférico y a la ratificación de denuncias por parte del rector Francisco Barnés de Castro.

Es esta una nueva propuesta que va a servir para que la comunidad de la UNAM se exprese y se den muestras de que ''los extremos son minoría''.

José Luis Cuz, consejero universitario alumno por la Facultad de Ingeniería, expresó que va a pugnar porque esta proposición sea considerada, y la llamó una buena vía para resolver los problemas evitando la violencia a la que apuestan un sector del CGH y las autoridades.

Bolívar Huerta, alumno de la Facultad de Ciencias, apuntó que constituye una alternativa de solución digna y no violenta, y se manifestó porque la iniciativa no se lleve a la Comisión de Contacto, porque significaría avalar la ''salida unilateral'' de las autoridades de rectoría.

Durante el encuentro -que duró dos horas- representantes de varias escuelas y facultades anunciaron que se sumarán a la marcha del próximo martes, que partirá a las 16:00 horas del Museo de Antropología e Historia al Angel de la Independencia, en la que habrá un pronunciamiento por una solución pacífica al conflicto de la Universidad Nacional Autónoma de México.