n Afectado el paso en la petroquímica Cactus y tres municipios de Chiapas


Interrumpe caudal de Peñitas vías en dos estados

Angeles Mariscal, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 23 de octubre n Las vías terrestres que comunican al Complejo Petroquímico Cactus, así como a Chiapas con Tabasco y entre sí a los municipios norteños de Ostuacán, Reforma y Pichucalco, están interrumpidas por el agua que corre sobre ellas, luego que se abrió la compuerta de la presa Peñitas, lo que ocasionó que el nivel de los afluentes siga subiendo y que hayan sido desalojadas mil 500 familias.

Por separado, los presidentes municipales de los tres minicipios de Chiapas más afectados por la presa Peñitas señalaron que si bien no se han reportado muertes, las vías de comunicación están anegadas, y en algunas zonas las corrientes han acabado con el pavimento.

Eladio García, alcalde de Reforma, demarcación en la que se encuentra el complejo petroquímico Cactus, explicó que éste y la unidad habitacional Nuevo Pemex -donde se encuentran cinco mil personas-, están incomunicados.

El edil explicó que la vía de acceso entre Reforma y Tabasco se halla cubierta por el agua; y tampoco hay comunicación terrestre con los municipios vecinos de Ostuacán y Pichucalco.

Similar situación se presenta en Pichucalco, cuyo presidente municipal, Enrique Contreras, reportó que quedó cortada la carretera que lleva a Tabasco por el desbordamiento del río El Platanar.

Contreras agregó que nueve comunidades quedaron completamente incomunicadas, y habrían entre cuatro y cinco mil damnificados en 10 comunidades.

Los alcaldes explicaron que los niveles de los ríos que pasan por sus territorios continúan en aumento, por lo que al momento se ha tenido que trasladar a mil 500 familias hacia lugares más altos.

En tanto, el director de la Comisión Federal de Electricidad, Sergio Gangoiti, supervisó las cuatro presas que existen en Chiapas, y al término de su recorrido aseguró que éstas aún tienen capacidad para almacenar 47 mil 167 millones de litros de agua.

Gangoiti consideró que deben tomarse medidas precautorias, aunque "el estado general es de calma, porque el nivel de los ríos no ha subido tanto como se tenía previsto, y la apertura de los vertedores de las presas es una operación normal en cualquier embalse de la República".

Efectivos del Ejército continúan con el desalojo de familias que habitan en las riberas de los afluentes que comunican con el Grijalva, debido a que la Comisión Nacional del Agua previó que después de las 19 horas de este sábado ocurriría un nuevo incremento en el nivel de los ríos.