n Inicia la temporada de Otoño 99 de la OSN


Diemecke: la música es un arespuesta al naciente milenio

n El director cumple una década en la batuta de esa agrupación

Angel Vargas n La temporada de Otoño 1999 de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), que comienza hoy y culminará el próximo 12 de diciembre, marca el décimo aniversario de Enrique Arturo Diemecke al frente de esa agrupación, tiempo durante el cual el director mexicano ha procurado dotarla de un estilo y un sonido característicos, a la altura de las grandes orquestas del mundo.

''En estos años de trabajo la Sinfónica Nacional ha buscado convertirse en una agrupación homogénea, que pueda dar la interpretación de los diversos estilos que existen dentro de la música, de abarcar las diferentes épocas, empezando desde lo barroco hasta lo contemporáneo, con un sonido auténtico (...) Ha tenido como par n Foto: Archivo de La Jornada te de su labor, de su lema, poder trabajar todos los estilos. Claro que existen algunos que se apegan más a la OSN, porque al ser una orquesta grande, de 120 músicos, invita a tocar a los compositores románticos, posrománticos y los del siglo XX", asienta.

Señala que durante esta década la orquesta se ha ganado a pulso que se le reconozca como una de las más importantes de América Latina, merced a un quehacer orientado, sobre todo, a difundir la obra íntegra de autores mexicanos y latinoamericanos, sin descuidar el repertorio clásico mundial.

 

De la pasión al amor

 

Tras indicar que la honestidad y la frescura son las bases esenciales de su filosofía como director, Diemecke manifiesta abiertamente su pasión por la música, al enfatizar que es capaz de apostar y arriesgar todo por ella.

Explica sus motivos: ''Es esencial que la música esté dentro del espíritu del mundo, porque en el momento en que eso suceda todo ser humano se convertirá en tal, en ser humano (...) Probablemente esta sea una idea quijotesca, pero el que no es un poco loco no logra nada en esta vida; uno tiene que arriesgar, luchar por ciertas cosas y tener una convicción, y la mía es la música. Es mi espada, mi batuta, lo que llevo por delante para luchar, buscar y encontrar.

''Ahora que nace el siglo XXI son momentos de reflexión. Lo que nos queda es una gran labor: dejarle algo a las próximas generaciones, y en la música está la respuesta para todo. Pero no me refiero a la música comercial, porque ella es efímera y como tal nos invita a consumir, y el consumismo es adicción, es una droga."

Para el también batuta titular de la Auckland Philharmonia Orchestra, de Nueva Zelanda, y de la Flint Symphony, de Estados Unidos, la conciencia de hacer el trabajo diario con entrega, pasión y frescura ha evitado el anquilosamiento tanto de él como de la orquesta en estos diez años de trabajo: ''Lo importante ha sido saber pasar de la pasión al amor, consumar ese amor platónico que sí existe". Agrega que otro elemento es el constante intercambio de roles entre él como director y la orquesta: en ocasiones ser el cerebro y en otras el corazón.

Para finalizar lo referente a la década al frente de la OSN, subraya que ese tiempo ha sido una oportunidad de crecimiento para la propia agrupación, los compositores mexicanos y el público.

Acerca de la temporada de Otoño 1999, Diemecke precisa que estará integrada por seis programas, en los cuales intervendrán como solistas Manuel y Adolfo Ramos, Claudia Corona, Jorge Federico Osorio, Dinah Bryant, Barbara Dever, Carlos Scibelli y Eldar Aliev, entre otros; y como directores huéspedes Charles Peebles, Thomas Sanderling y John Giordano.

El programa inaugural, que será presentado hoy y el domingo próximo, incluye Vals aceleraciones, de Strauss jr.; el Concierto para piano, Op 16, en La menor, de Grieg, y Una vida de héroe, de Richard Strauss, bajo la dirección del propio Diemecke y la participación del pianista Leonid Kuzmin quien, por cierto, ofrecerá un recital este sábado en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, a partir de las 19:00 horas.

Para el concierto de clausura, a realizarse el 10 y el 12 de diciembre, se ofrecerá el Mesías, de Handel, como parte del programa Año 2000: del siglo XX al tercer milenio.

Como es tradición en las temporadas de la OSN, los conciertos se efectuarán viernes y domingos a las 20:00 y a las 12:00 horas, respectivamente, en el Palacio de Bellas Artes, y una hora antes de cada función José Antonio Alcaraz ofrecerá una plática de apreciación musical, en la Sala Adamo Boari del mismo recinto marmorengue.

(Para los programas restantes, consultar la cartelera que aparece en esta sección).