n Habla Sara Baras, quien escribe su historia dentro del arte andaluz


Ser payo o gitano es irrelevante, pues lo flamenco se trae en la sangre

n La joven bailaora vino a México y este viernes actuará en el teatro Metropólitan

n Sus atributos son excelente técnica, expresividad y una forma personal de sentir el género

Thelma Gómez Durán, especial para La Jornada n La nueva figura del flamenco se llama Sara Baras, bailaora de 28 años que ya comenzó a escribir su propia historia dentro del arte andaluz y que en un par de años se convirtió en el último fenómeno femenino del baile, gracias a su excelente técnica, su expresividad y su personal forma de sentir el género.

Originaria de Cádiz, Baras se ha distinguido por dejar a un lado las peinetas, los vestidos de holanes y lunares, las formas tradicionales de abordar el flamenco y se lanza al ruedo para mostrar su baile elegante, juvenil, sin arrebatos, basado en la experimentación rítmica, pero sobre todo apostándole a la permanencia y la evolución de este baile.

Al igual que Paco de Lucía, Sara Baras no es gitana, pero eso no es impedimento para que esta bailaora se haya erigido en una digna representante del arte flamenco.

 

Descreer de una moda

 

Con estas cartas de presentación, Sara Baras llega a la ciudad de México, como parte de su gira internacional que incluye actuaciones en escenarios de Estados Unidos y España. En el teatro Metropólitan se presentará esta noche con un espectáculo basado en el flamenco tradicional dedicado al baile de mujer.

Para este espectáculo, contó con la colaboración musical de Jesús del Rosario, además de que integró en su compañía a un cuerpo de baile totalmente femenino.

''Lo que busco es presentar el baile por el baile, no utilizo ningún argumento, ni una historia específica; sólo quiero que el público aprecie lo más tradicional del flamenco visto desde nuestra manera, desde la visión femenina", señaló en entrevista.

''Nací en el sur de España y ahí todo es flamenco; vas por la calle y lo escuchas todo el día pero, además, he tenido la suerte de que mi madre ya estaba familiarizada con el mundo del flamenco.

''Ella fue la que me enseñó mis primeros pasos y quien es mi mejor maestra. Así, cuando me preguntan que si soy gitana o paya (nombre que se atribuye a los que no son gitanos), yo les contesto šsoy flamenca!''

A los siete años, Sara Baras tuvo su primera actuación en público y a partir de ese momento esta niña, hija de un oficial de infantería de marina, creció con el flamenco. Formó parte de la compañía de Merche Esmeralda, bailó con Antonio Canales y siendo una adolescente viajó a Japón para bailar en tablao. En 1998 decidió crear su propia compañía y desde entonces los ojos de gitanos y payos se fijan en esta nueva figura que logra el éxito en todos los festivales flamencos de España y cuya fama trasciende fronteras, tan es así que el actor Tom Cruise invitó a Sara para participar en la segunda parte de la película Misión imposible.

-Formas parte de lo que hoy se conoce como ''nuevo flamenco", una corriente que ha elegido el camino de la fusión.

-La fusión, siempre que tenga calidad, es una cosa maravillosa. Poder intercambiar una serie de sentimientos es algo muy valioso, es un enriquecimiento y eso está pasando en la música y en el baile flamenco.

''En este sentido, el jazz es parecido al flamenco porque es muy de corazón, porque hay un ritmo con Vale m‡s la expresi—n del cuerpo que todo lo flamenco que puede haber en un vestido o una peineta, dice Sara Baras el que juegas y es espontáneo.

''Es verdad que se dice que hay una moda del flamenco, pero yo no creo que sea moda.

''Antes el flamenco no se conocía tanto porque estaba más encerrado y ahora, gracias a todos los medios de comunicación masiva, existen más personas que saben de esta música y quieren conocerla.''

 

Llegar todavía más

lejos con el flamenco

 

-El baile flamenco ha evolucionado mucho en los últimos años, sobre todo en cuestión de técnica, Ƒhacia dónde apunta esa transformación?

-Estoy contenta de que hoy día técnicamente el nivel del baile flamenco es muy alto y para ser un buen bailaor se necesitan muchos años de estudio, así como un oído, una musicalidad y una rítmica, porque hay momentos en que los pies se convierten en un instrumento más y para ello se requiere de una velocidad en el zapateo, fuerza y tacto para saber cómo meter el ritmo.

''Por eso la evolución me parece algo increíble, maravilloso; y creo que el flamenco va a continuar por ese camino, porque las personas quieren seguir aprendiendo, probando cosas.

''Yo misma, antes bailaba con una guitarra y ahora juego con la percusión, el violín y la flauta, con un compás que a lo mejor no es flamenco.

''Sabes, juegas e intentas ir más allá y eso le ha venido muy bien al flamenco, porque lo único que vamos a conseguir, si Dios quiere, y por supuesto respetando toda la tradición, es llegar todavía más lejos."

-En tu espectáculo bailas una farruca vestida de hombre, como hace años lo hizo Carmen Amaya. ƑSe trata de un homenaje a esta bailaora?

-No, lo hago porque creo que hay cosas que no se deben perder, tampoco trato de compararme con Carmen Amaya; me tendrían que matar si yo pretendo compararme con una de esas figuras porque las respeto y las admiro, y soy demasiado joven y acabo de llegar.

''Pero si creo en algo lo debo de defender y a mí me gusta mucho el baile por farruca y es algo que se había perdido, que ya nadie lo hacía y no obstante que es un baile para hombre, una mujer también puede hacerlo y defenderlo; yo lo hago con mi forma y mi estilo.''

 

Aprender a ser de corazón

 

-ƑPor qué optaste por quitarte las peinetas y no usar las flores y los holanes en tu vestimenta?

-Antes el baile flamenco era sólo eso, flamenco, y no tenía nada que ver con la danza clásica, la contemporánea o la hindú. Hoy en día creo que no es así, ahora el género se entiende con cualquier bailarín; yo bailo flamenco, pero también hago barra de clásico y abdominales, y estoy igual de fibrosa que un bailarín clásico. Todo esto hace que el flamenco se alimente y enriquezca, pero sin perder su sentimiento y su aire especial.

''Es muy importante ser flamenca, sentirse flamenca, aunque realicemos movimientos que antes no se hacían y los cuales no los podría hacer con una bata de cola o con un vestido de volantes.

''Para mí vale más la expresión del cuerpo, de la cara, los pies y las manos; me siento muy flamenca con cada movimiento de mi cuerpo y eso puede expresar y sustituir todo lo flamenco que hay en un vestido o una peineta."

-Los gitanos dicen que sólo ellos pueden ser flamencos.

-Lo flamenco es una forma de vivir y no necesariamente debes nacer gitano para sentir este baile y esta música. Lo que sí creo es que los gitanos son muy especiales y que también hay gitanos que bailan muy mal.

''Lo flamenco es algo se trae en la sangre, sin importar si se es payo o gitano. Es una expresión en donde se transmite todo lo que se ha mamado desde pequeño, y si se vive desde el nacimiento, como yo, es algo que te pertenece.''

-ƑEn qué consiste esa forma de vivir el flamenco?

-En mi casa siempre estaba en contacto con el flamenco, siempre se escuchaba el cante y se bailaba.

''Cuando iba al colegio, mis amigas se divertían en la discoteca, en cambio, yo prefería irme a una fiesta flamenca y escuchar a los gitanos cantar toda la noche; es algo con lo que vives, siempre piensas en el compás, en el cante, la música y la guitarra.''

-ƑQué has aprendido de los gitanos?

-Muchas cosas, pero sobre todo, ellos me han enseñado a ser muy de verdad, a ser de corazón.