La campaña para las elecciones del 2000, donde elegiremos los poderes Ejecutivo y Legislativo del Distrito Federal, y sus representantes al Congreso federal, abre de nuevo el debate sobre el futuro de la ciudad. Hasta ahora, sólo los precandidatos del PRI a la jefatura de Gobierno han hecho propuestas, pero es lamentable su desconocimiento de la realidad urbana, pues se limitan a proponer el retorno a la política de los gobiernos priístas hasta 1997, que llevó a una grave crisis urbana que muy pocos quieren volver a padecer y que no responde a las necesidades actuales.
Uno de sus errores es asumir al Distrito Federal como una demarcación a administrar, sin considerar su inserción en un conjunto territorial mucho más amplio y complejo.
La ciudad de México, con una población de 8.6 millones de personas, es el núcleo de la concentración urbana más grande de Latinoamérica, y una de las mayores del mundo es la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), que alberga a 18.7 millones de habitantes.
La ZMVM es también el centro estructurador de un gran sistema urbano integrado, la Megalópolis del Centro de México (MCM), con 27.6 millones de habitantes, que incluye seis áreas metropolitanas y se asienta sobre siete entidades federales.
En 1995, la ZMVM albergaba a 18.7 por ciento de la población nacional, y la MCM a 25.4.
Mientras el DF disminuye su participación poblacional, la ZMVM la mantiene y la MCM la incrementa al registrar tasas de crecimiento anual promedio superiores a la nacional, lo que define a la megalopolización como la tendencia presente y futura. La intensa movilidad poblacional en la MCM y la ZMVM se manifiesta en que el DF recibe y atiende diariamente a más de cuatro millones de visitantes venidos del resto del país.
La superficie urbanizada de la ciudad de México es de 63 mil 400 hectáreas, y la de la ZMVM de 184 mil, marcadas por la dispersión y discontinuidad. Aunque ocurren procesos interiores de reutilización y densificación inmobiliaria, prosigue el crecimiento periférico centrífugo o sobre los ejes viales como uno de los factores de la conurbación.
Se observa también un alto grado de fragmentación y segregación territorial y social, resultante de los patrones históricos de configuración urbana, las políticas estatales y la debilidad de la planeación, características del patrón de acumulación del pasado, acentuadas por el neoliberalismo en las últimas dos décadas.
El Distrito Federal participaba en 1993 con 24.6 por ciento del producto interno bruto nacional, la ZMVM con 34.6, y la MCM con 42.9. La ZMVM es la mayor concentración económica de México.
En la metrópolis se asentaban, en 1996, las sedes de 53.6 por ciento de las 500 mayores empresas del país, con 67.2 de su capital, 69.9 de sus ventas y 66.7 del personal ocupado. Las grandes empresas fueron atraídas por la aglomeración de consumidores, infraestructura y servicios, actividades industriales, comerciales y financieras, centros universitarios y de investigación, y medios de transporte y comunicación que constituyen una ventaja comparativa para su inserción en el mercado regional y mundial.
La ZMVM y la MCM podrían ser una región ganadora en la globalización si redefine su posición en el sistema nacional y supera su actual insustentabilidad económica, social y ambiental.
Esta realidad plantea la necesidad de políticas más complejas que las simplistas propuestas de los precandidatos priístas.
Hay que aplicar políticas de estabilización demográfica y control de la expansión física, reindustrialización, recuperación del mercado interno y dinamización de la exportación, desarrollo de la producción agraria, creación masiva de empleo estable y recuperación del salario, así como la reorganización de la infraestructura vial y de transporte, solución de la crisis hidráulica, superación del rezago en servicios sociales.
También en la lucha estructural contra la pobreza, planeación estratégica integral y coordinación del gasto público, acordadas y ejecutadas por todas las entidades federales integrantes de la megalópolis. Para ello, es necesaria la creación de una autoridad metropolitana y una asociación para el desarrollo de la región centro del país.