n Protección Universitaria resguarda institutos
El CGH bloquea Insurgentes tras el secuestro de un parista
n Ricardo Martínez, de Ciencias Políticas, el desaparecido
Karina Avilés y Roberto Garduño n En protesta por la denuncia del secuestro de Ricardo Martínez Martínez, cerca de 300 estudiantes del Consejo General de Huelga (CGH) bloquearon por la noche la avenida Insurgentes de sur a norte, a la altura de la rectoría. En tanto, los institutos que continúan con sus actividades de investigación fueron resguardados por personal de Protección Universitaria, con el objetivo de impedir que fueran tomados por los huelguistas.
Después de varias horas en las que los miembros del CGH se movilizaron al interior de Ciudad Universitaria, con la intención de tomar los institutos de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) y el de Investigaciones Biomédicas, la representación estudiantil comunicó que el cierre de los centros se suspenderá, hasta que "la comisión encargada rinda un informe de sus acciones".
La amenaza de los cierres de institutos comenzó desde temprano. Antes del mediodía, un grupo de 50 huelguistas se reunió en el único acceso vehicular al campus universitario.
Ahí, alumnos de las facultades de Ciencias Políticas y Sociales, de Ingeniería, de la ENEP Acatlán y de Trabajo Social se disputaban el control del paso de los automóviles. Tras una acalorada discusión, acordaron no permitir la entrada de los vehículos.
Minutos después que llegaron a ese lugar dos alumnos de la Facultad de Arquitectura, Francisco Porras y César, el roce verbal se agudizó, cuando los otros estudiantes los acusaban de "vendehuelgas". A lo que estos últimos respondieron: "Esto es una irresponsabilidad, ya basta del cierre de institutos".
En esos momentos, uno de los estudiantes que estaba de acuerdo con el cierre de institutos se acercó a Francisco y a César para exigirles que "no tomen fotos", cuando éstos no llevaban cámara. Sin embargo, otro alumno que custodiaba el acceso comenzó a fotografiar a sus compañeros huelguistas. A unos metros inició el coro ya normal: "Prensa vendida, chayoteros, cuéntenos bien".
A ese lugar llegaron tres camionetas para trasladar a los huelguistas en dirección de los mencionados institutos, mientras en los centros de investigación de Ingeniería, en el IIMAS y en Biomédicas, los académicos se concentraron en las afueras de los respectivos inmuebles para "defender nuestros lugares de trabajo y nuestras actividades", que son "sagradas", afirmó el director del IIMAS, Ismael Herrera.
Además, Juan Pedro Laclette, encargado del Instituto de Investigaciones Biomédicas, discutía con un grupo de trabajadores de ese lugar, pues éstos le reclamaban la presencia de vigilantes de Protección Universitaria. En esos momentos, se confirmó que los institutos que continúan con sus labores fueron resguardados por vigilantes de la universidad para impedir el cierre por parte de los huelguistas.
A la 13:15 horas, una camioneta repleta de estudiantes llegó al estacionamiento del IIMAS, donde ya aguardaban más de 200 investigadores, trabajadores y miembros del personal administrativo para evitar la acción de los alumnos en huelga.
Mientras el vehículo sólo amagaba con bajar a sus ocupantes, el director del IIMAS, Ismael Herrera, expresó que "la firmeza de los universitarios se está manifestando y, gracias a ello, a pesar de las amenazas (de los miembros del CGH), todavía no han realizado el cierre".
Y advirtió: "Los universitarios estamos decididos a defender nuestros lugares de trabajo y nuestras actividades", pero los huelguistas continuaban realizando rondines en la periferia de los institutos. Esto obligó a los reporteros a caminar en varias ocasiones detrás de las camionetas repletas de huelguistas, quienes gritaban una y otra vez: "prensa vendida, chayoteros, cuéntenos bien".
En el Instituto de Ingeniería varios trabajadores sacaron computadoras, con la intención de trasladarlas fuera del campus universitario, pero en el acceso vehicular fueron detenidos por los huelguistas, quienes obligaron al conductor de la camioneta a regresar al centro de investigación. En este lugar, la asistente del secretario académico Roberto Magallanes dio a conocer un documento enviado al CGH, en el cual lo exhorta a que respete la decisión del personal de no cerrar esas instalaciones.
"Los investigadores de nuestro instituto participan en la solución de problemas nacionales, apremiantes. Los grupos de ingeniería hidráulica, ambiental, y de pr evención de desastres están vinculados con la emergencia generada por las inundaciones en el sur del país. Los grupos de ingeniería e instrumentación sísmica tienen tareas urgentes relacionadas con los recientes temblores, y con la atención de nuestra red de registro sísmico. Estas actividades y muchas otras tienen repercusión directa en la sociedad. Nos preguntamos si el CGH está dispuesto a aceptar la grave responsabilidad que significa el cierre de nuestras instalaciones".
Los amagos para cerrar más institutos no fructificaron. La presencia nutrida de los investigadores y el resguardo de personal de Seguridad Universitaria en los institutos y centros de investigación ahuyentaron a los huelguistas. Después, nada pasó.
El desalojo de reporteros, mala
interpretación de los resolutivos
Más tarde, en su tradicional conferencia de prensa, el CGH admitió que "erróneamente" un grupo de estudiantes huelguistas desalojó a reporteros de la fuente universitaria, pues no se interpretó bien el resolutivo que establece "que no se permitirá la entrada a las asambleas plenarias del CGH a los medios Televisa, Televisión Azteca y Radio Red, debido a que tergiversan, distorsionan y ocultan la información del conflicto universitario para perjudicar a nuestro movimiento.
"Queremos aclarar que el CGH jamás ha intentado obstaculizar la labor periodística de los medios informativos, y que ningún medio está impedido de ingresar a Ciudad Universitaria, pues no tenemos nada que ocultar".
Sobre el cierre de institutos de investigación, los huelguistas explicaron que en la Escuela Nacional de Trabajo Social se realizará una junta de evaluación sobre el particular, pues ayer la comisión de cierre de institutos decidió en su reunión no cerrar más inmuebles hasta no discutir y valorar las acciones emprendidas.
Por otra parte, el CGH manifestó su extrañeza por la postura del sindicato de esta empresa (Sitrajor), el cual, dijo, "acusa" a los estudiantes huelguistas de vetar a La Jornada, "pero no aclara ningún hecho específico que pueda sustentar esa acusación; consideramos que debe tratarse de un enorme mal entendido, ya que el CGH jamás ha vetado a ningún reportero de La Jornada... reconocemos la cobertura que La Jornada ha hecho del conflicto universitario y estamos sumamente agradecidos por el apoyo que nos ha brindado el Sitrajor".
"Disculpe las molestias"
La Comisión de Prensa del CGH informó que Ricardo Martínez Martínez, estudiante de Ciencias Políticas y de la carrera de Economía en la UAM-Azcapotzalco, fue secuestrado.
Ya entrada la noche, decenas de los estudiantes huelguistas se encontraban en la Facultad de Medicina, dispuestos a celebrar los seis meses de huelga. Pero una vez que se enteraron del plagio de su compañero, decidieron enfilar hacia la avenida Insurgentes, para bloquear el flujo vehicular de sur a norte. Frente a rectoría, cientos de huelguistas impidieron el paso de los automóviles, mientras que uno de ellos informaba al resto de los estudiantes quién es Ricardo Martínez: "Pertenece a la Facultad de Ciencias Políticas, a la UAM, y a las organizaciones Uameros por la Paz y a la brigada Francisco Galván".
También se explicó que alrededor de las 13:45, Martínez salió de la UAM Azcapotzalco, y abordó un microbús que lo condujo al cruce de Vallejo y Montevideo, y, cuando descendió de éste, fue interceptado por un vehículo Golf placas HZH1498 o 1948, según la versión de Lidia Hernández, trabajadora de la mencionada universidad.
Uno de los huelguistas informó enmedio del bloqueo de la existencia de un rumor de que Martínez ya había aparecido y que fue golpeado. Lo anterior, dijo, fue informado a la radiodifusora Ke-huelga, sin embargo, para entonces no se había confirmado la veracidad de esa especie.
Mientras tanto, los huelguistas realizaron un brigadeo informativo con los automovilistas que circulaban por la lateral de Insurgentes: "Esta medida fue porque secuestraron a uno de nuestros compañeros; disculpe las molestias".
Algunos conductores aceptaron la explicación, pero otros se retiraron molestos. En tanto, la Comisión de Prensa y Propaganda del CGH, en un comunicado firmado por Libier Estevez, demandaba: "Exigimos la aparición de nuestro compañero inmediatamente. De no ser así, el CGH bloqueará otras avenidas; obligado a tomar este tipo de medidas frente a la represión de la que somos víctimas. De- mandamos a las autoridades evitar enfrentamientos entre estudiantes y el Cuerpo de Granaderos".
Cerca de las 21:00 horas, los estudiantes que bloqueaban los carriles de alta velocidad de Insurgentes, decidieron abrir el paso por la lateral, mientras seguían informando a los conduc- tores del motivo de su acción. En el lugar, se detectó el sobrevuelo de dos helicópteros, uno de Radio Red y otro de la Secretaria de Seguridad Pública. En los alrededores se montó un operativo policiaco para agilizar el tránsito vehicular, el cual se encontraba varado.
A las diez de la noche, los integrantes del Consejo General de Huelga (CGH) decidieron terminar con su acción para enfilarse al auditorio Che Guevara, con el propósito de realizar una reunión sobre las medidas que habrán de adoptar ante el secuestro de su compañero, hecho que fue denunciado ante la oficina central del Ministerio Público, en las calles de Niños Héroes. Tras el encuentro, decidieron dirigirse a la Secretaría de Gobernación.
Por su parte, Marjorie González, estudiante de la Facultad de Ciencias, afirmó que "el secuestro de Ricardo Martínez es responsabilidad absoluta del gobierno federal; esas son provocaciones inadmisibles, pero no estamos de acuerdo en que se cierre la Dirección de Cómputo ni se bloqueen avenidas. Las acciones deben dirigirse al gobierno federal. Nosotros no vamos a negociar la cabeza de nadie, así se trate de los elementos más radicales del Consejo General de Huelga; ante la represión no somos moderados ni ultras".
También, padres de familia de la UNAM, en una carta enviada a la jefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, refieren que el conflicto universitario ha tomado un giro más grave. "El delito del huelguista es exigir la educación gratuita que consagra la Constitución y pedir un congreso resolutivo que dé al pueblo una educación de calidad y autoridades universitarias con nivel académico". (Con información de José Juan de Avila)