n Los Rayos, deslucidos


Morelia venció 2-0 al Necaxa, y es sublíder del grupo II

El Morelia salió ayer del estadio Azteca con un triunfo de 2-0 sobre el Necaxa, en partido pendiente de la fecha nueve del torneo de Invierno 99. Con este resultado, los visitantes llegaron a 14 puntos, que los coloca como sublíderes del Grupo II, mientras los rojiblancos se quedaron estancados en el tercer lugar del cuarto sector, con 17 unidades.

Los necaxistas tuvieron una actuación deslucida, intrascendente, y provocó que el portero David Comizzo se uniera a los espectadores, que fueron numerosos, por cierto, pero no por el poder de convocatoria de ambos equipos, sino porque fue el preliminar del América-Cruz Azul.

El abucheo de los aficionados al decretarse el descanso, únicamente rubricó la pobreza del espectáculo en los primeros 45 minutos.

La segunda parte se pintó de los colores visitantes. Al minuto 49, Robson estrelló un remate en el travesaño, y un minuto después Emilio Mora dejó escapar una gran oportunidad, al no rematar y el portero Pineda lo despojara del balón.

Necaxa nunca pudo ordenar sus líneas, ni la chispa para desequilibrar el encuentro. Continuó siendo un cuadro gris y sin alma en el complemento. Morelia, por su parte, mejoró y al minuto 74 abrió el marcador. Robson hizo una gran jugada y su disparo terminó estrellándose en el poste derecho de la meta de Pineda, pero esta vez Lozano pudo contrarrematar; el guardameta rojiblanco rechazó el tiro, pero la pelota fue a caer a donde se encontraba Hugo Chávez, y anotó, pese al esfuerzo del defensa Jaime Hernández, quien alcanzó a desviar el balón.

Los rojiblancos no pudieron reaccionar, mientras que Morelia adquirió confianza y se acercó más a la meta de Pineda. Lozano estuvo a punto de incrementar la ventaja al minuto 82, con un remate elevado que no sorprendió al guardameta.

Sin embargo, al minuto 83, Montes de Oca cometió un grave error en su área y sentenció la caída de los capitalinos. El defensa dominó el balón con el pecho, pero el portero Pineda no estaba cerca de él para controlarlo con las manos; lo acosó Bezombe, y Montes de Oca, en su desesperación por no poder cederle el balón a su portero con el pie, le cometió falta al visitante, para un claro penal que el árbitro Ramos Rizo no dudó en marcar. Morales se encargó de convertirlo para el 2-0 definitivo.