La hora de los pequeños
Segunda Parte:
LOS OTROS DE ABAJO.
Para todos los pequeños y diferentes
"pronto vendrán los locos del poder
refinados / desleales / un poquito caníbales
dueños de las montañas y los valles
de las inundaciones y los sismos
esos abanderados sin bandera
caritativos y roñosos
traje cartas favores exigencias
para envainar en el buzón de tiempo"
Mario Benedetti.
Ahora afloja un poco la tormenta. Los grillos aprovechan que escampa y vuelven a aserrar la madrugada. Una gran capucha negra cubre el cielo. Otra lluvia se prepara, aunque abajo los charcos se anuncian ya llenos. La noche anda ahora sus propias palabras y de su costado saca historias aparentemente olvidadas. Esta es la hora de la historia de los de abajo, la hora de los pequeños.
Allá abajo el largo ulular de un caracol llama, sombras le responden en silencio, apretado el hierro y apresurado el negro que les cubre el rostro. Las guardias intercambian santo y seña, y al "ƑQuién vive?" la esperanza invariablemente responde "šLa Patria!" Vela la noche el mundo de los olvidados. Para ello ha hecho soldados sus recuerdos y los ha armado de memoria, para que se alivie el dolor de los más pequeños.
Llueva o no, allá abajo sigue la vela de la sombra sin rostro. De seguro sigue escribiendo, o leyendo, pero como quiera fumando esa pipa cada vez más rabona. Bueno, nada hay que hacer acá arriba, así que visitemos de nuevo la casita. Así, si de nuevo llueve, bajo techo estaremos. Aquí llegamos. šVaya! Ahora el desorden está más extendido. Papeles, libros, lapiceros, encendedores viejos. Se afana en escribir la sombra. Llena cuartillas y cuartillas. Vuelve a ellas. Algo les quita, les agrega algo. En la grabadorita un sonido muy otro, como la música de una tierra muy lejana, en una lengua igualmente distante.
"Muy otro", dije. Sí, en la hora de los pequeños tiene también su lugar lo otro, lo diferente. Y en eso debe estar pensando nuestra sombra visitada, porque he alcanzado a leer que "Lo Otro" encabezaba una de las cuartillas.
Pero démosle tiempo que termine o a que defina más el puente entre lo que piensa y siente y esa coqueta escurridiza que es la palabra. Bien, parece que ha acabado. Despacio se levanta y despacio va al rincón que le sirve de lecho. Tenemos suerte, ha dejado la vela en vela. Sí, sobre la mesa han quedado acomodadas algunas hojas. Es en la primera, donde se lee...
OTRA CARTA.
OTRO SILENCIO ROTO.
Carta 4b.
Para las víctimas de sismos
e inundaciones.
La carta que ahora sigue no la escribí yo, la recibí. Dando tumbos en un barquito de papel, un arrollo de agua de lluvia trajo hasta mi champa las hojas mojadas y las húmedas letras.
"8 de octubre de 1999, 04.45 am.
Sup:
Ahí le va para distribuirlo por sus redes. Aparte de la tragedia natural, lo que más duele es la violencia criminal que, desde las alturas del Poder, llueve sobre una población desesperanzada, mutilada, ignorante, fatigada y llena de dolor. Hagamos algo por los más de 500 mil damnificados. Estas torrenciales lluvias han dejado SIN NADA a niños, ancianos, hombres y mujeres, sobre todo indígenas y campesinos, los condenados de este sistema despiadado y genocida, inmisericorde y demagógico. Les comparto un escrito que me mandó una joven con la que estuve platicando por la mañana de ayer; en él se palpa la cruda realidad que nos golpea:
O, como sucedió en el Pueblo llamado .............. (ponga usted cualquier nombre de cualquier comunidad afectada, la historia es la misma), a donde llegó Zedillo y el Gobernador .............. (ponga el nombre de cualquier gobernador, son iguales) y todo su aparato informativo con muchos camiones de despensas y ayuda, y en cuanto los helicópteros que los transportaban despegaron, también arrancaron llevándose los camiones con despensas, dejando unas cuantas de ellas, lo que nos mueve a algo más que la indignación. A cada Pueblo nos informan que no nos dan ayuda porque están ayudando y atendiendo a otros que están más necesitados, no sabiendo que existe comunicación entre todos los Pueblos (la comunicación que funciona eficazmente por lo menos para conocer la situación que viven las Comunidades es la Banda Civil), y es así como nos enteramos que no hay ayuda eficaz para ningún pueblo (solamente algunos reportan una mínima y escasa ayuda que se consume en cuanto se recibe). En el caso particular de .............. (nombre de comunidad indígena) (y parece que es el caso de todos lados), lo único que se necesita es que rehabiliten la carretera, ya las organizaciones civiles se encargarán de que se subsanen desde las necesidades de alimentación hasta las necesidades de vivienda. La concentración del mejor y único medio de comunicación (helicópteros) hace que el Gobierno se vuelva soberbio y que piensen que son los únicos que conocen y manejan la situación. Pero la maquinaria gubernamental es insuficiente en la apertura y rehabilitación de caminos; sin embargo, los funcionarios encargados de esa área tampoco recurren a Pueblos y Organizaciones que tienen la capacidad y la disposición para ayudar.
.............. (nombre del estado) necesita dejar de ser el último estado en la injusta e inequitativa distribución de los recursos federales.
En los inicios de su sexenio Zedillo dijo que en esta entidad se pondría a prueba su política social: reprobó, porque no solamente nunca consiguió otorgarle al estado los recursos necesarios y suficientes para que salgamos de la marginación y el atraso milenarios al que hemos estado sometidos (no está por demás mencionar que el problema principal de .............. (nombre del estado) es el empobrecimiento y que todos los demás son sus efectos) sino además tampoco hizo lo suficiente por vigilar que lo poco que llega se administre bien y, finalmente, en los casos de desastre tampoco se constató una respuesta satisfactoria (aunque en los Medios de Comunicación se hayan adornado y lucido).
La tragedia continúa; al terremoto se agregaron las torrenciales lluvias. Todavía ayer por la noche nuestra/os promotores/as reportaban a través del Radio de Banca Civil una gravísima situación de la que aquí les describo unos pincelazos: En .............. (comunidad indígena), 100 casas destruidas por el TERREMOTO y 80 arrasadas por el río, un helicóptero les llevó un envío mínimo de víveres, hay cerca de 250 niños enfermos: en .............. (nombre de municipio) están deshechas las Comunidades de el .............. y .............. (nombres de comunidades indígenas), no les han llevado nada, un helicóptero sólo bajó a saludarlos y se fue; en .............. (comunidad indígena) solamente llevaron un mínimo apoyo a la comunidad de .............. (comunidad indígena) (que fue sepultada por un cerro la tercera parte de la Comunidad), mientras que las otras nueve Comunidades siguen incomunicadas, en .............. (municipio) además de que el 70% de las viviendas quedaron destruidas, el río arrasó milpas, cafetales y cortó carreteras, ya fueron visitados y les llevaron víveres (25 paquetes de maseca, 3 cajas de agua y 12 cajas de aceite). La situación es dramática; no solamente no ha sido superada la emergencia sino que está cada vez peor: hacen falta medicamentos, ropa, cobijas, alimentos no perecederos, láminas... Por eso nos hemos unido 4 Organizaciones para acopiar recursos y juntar donativos. No nos vamos a dejar. Ya no".
Ahí termina la carta. Quiero decir, lo que se puede leer. El resto está emborronado por el agua y con lodo.
Durito, colgado de una mis carrilleras gracias a su garfio, ha seguido atento la lectura.
-ƑQué te parece? -le pregunto.
-No es la criminal irresponsabilidad del gobierno la que sorprende. Cierto que no son culpables de terremotos y lluvias, pero es asqueroso cómo han enfrentado la situación. La desgracia de los de abajo sólo les sirve para aparecer en las primeras planas y en los encabezados de los noticieros electrónicos. Pero no es eso lo que llama la atención, era de esperarse. Lo verdaderamente fuerte y grandioso es ese "No nos vamos a dejar. Ya no".
-Sí -le digo-, como que otro silencio se ha roto.
-Habrá más... -dice Durito descolgándose hasta mi bota.
Vale. Salud y de acuerdo, "ya no".
El Sup callando con respeto.
La hora de los pequeños /III
Los otros indocumentados
Para las y los cafés en Estados Unidos
''somos los emigrantes los pálidos anónimos
con la impía y carnal centuria a cuestas
donde amontonaremos el legado
de las preguntas y perplejidades''.
Mario Benedetti
Cuenta Durito que, cruzada la línea fronteriza, una oleada de terror te golpea y persigue. No es sólo la amenaza de la migra y los kukuxklanes. Es también el racismo que llena todos y cada uno de los rincones de la realidad del país de las barras y las turbias estrellas. En las plantaciones, en la calle, en los comercios, en la escuela, en los centros culturales, en la televisión y las publicaciones, hasta en los baños, todo te persigue para que reniegues de tu color, que es la mejor forma de renegar de cultura, tierra, historia, es decir, rendir la dignidad que, siendo otros, andan en el color café de los latinos en Norteamérica.
''Esos brownies'', dicen los que esconden detrás de la tipificación de seres humanos, de acuerdo al color de su piel, el crimen de un sistema que tipifica de acuerdo a la capacidad de compra, siempre directamente proporcional al precio de venta (mientras más te vendas, más podrás comprar). Si los cafecitos sobreviven a la campaña de blanqueadores y detergentes del Poder en la Unión Americana, ha sido porque la comunidad latina ''café'' (no sólo mexicana, pero también mexicana, y puertorriqueña, y salvadoreña, y hondureña, y nicaragüense, y guatemalteca, y panameña, y cubana, y dominicana, por mencionar algunas de las tonalidades en las que el color café latinoamericano pinta Norteamérica) ha sabido construir una red de resistencia sin nombre y sin organización hegemónica o producto que la patrocine. Sin dejar de ser ''los otros'' en una nación blanca, los latinos levantan una de las historias más heroicas y desconocidas de este agonizante siglo XX: la de su color dolido y trabajado hasta hacerlo esperanza. Esperanza en que el café sea un color más en el arcoiris de las razas del mundo, y ya no sea más el color de la humillación, el desprecio y el olvido.
Y no sólo lo ''café'' padece y es perseguido. Cuenta Durito que, a su condición de mexicano, hay que agregar el color negro de su caparazón. Era así ''café y negro'' este valiente escarabajo, y fue perseguido por partida doble. Y por partida doble ayudado y apoyado, pues lo mejor de la comunidad latina y negra de Estados Unidos lo protegió. Pudo así recorrer las principales ciudades norteamericanas, que así llaman también a estas pesadillas urbanas. No caminó la ruta del turismo, el glamour y las marquesinas. Anduvo Durito los caminos de abajo, donde negros y latinos construyen las resistencias que les permiten ser sin dejar de ser otros. Pero, Durito dice, eso es historia para otras páginas.
Ahora Durito Black Shield o Durito Escudo Negro (si usted no está globalizado) se ha empeñado en que es importante que anuncie yo, con bombo y platillo, su nuevo libro, al que ha llamado Cuentos de Vela en Vela. Ahora me ha entregado un cuento que, dice, escribió recordando esos días cuando anduvo de wetback o mojado en Estados Unidos.
"El Arriba y el Abajo es relativo...
relativo a la lucha
que se haga por subvertirlo"
Carta 4c. (va incluida en el cuento).
--Es un título muy largo --le digo a Durito.
--No te quejes por el cuento o nada de tesoro --amenaza Durito con su garfio. Va pues.
''Había una vez un suelito que muy triste se estaba porque todos le pasaban encima y todo estaba arriba suyo. 'ƑPor qué te quejas?', le preguntaban los otros suelos. ƑQué otra cosa podría pasarle a un suelo? Y el suelito callaba que su sueño era volar ligero y enamorar aquella nubecita que, de tanto en tanto, se asomaba, y que no le hacía caso. Más y más triste se puso el suelito, y tanto era su dolor que empezó a llorar. Y lloró y lloró y lloró y lloró...''
--ƑCuántas veces vas a poner ''y lloró''? Con dos o tres bastan --interrumpo a Durito.
--Al grande Durito Escudo Negro nadie lo va a censurar, mucho menos un grumete narizón y, para colmo, agripado --me amenaza Durito al mismo tiempo que señala la terrible plancha sobre la que los desgraciados caminan rumbo a la panza de los tiburones. Yo cedo en silencio. No porque le tema a los tiburones, sino porque un chapuzón sería letal para mi perenne gripa. Sigo pues el cuento...
''Y lloró y lloró y lloró. Tanto lloró el suelito que todo y todos se resbalaban si encima de él se estaban o caminaban. Y nadie ni nada tenía ya encima. Y tanto lloró el suelito que muy delgado y ligero se fue poniendo. Y como ya no tenía nadie ni nada encima, empezó a flotar el suelito y alto voló. Y se salió con la suya y cielo le llaman ahora. Y la nube en cuestión se hizo lluvia y ahora está en el suelo y le escribe cartas inútiles diciéndole 'cielito lindo'. Moraleja: No desprecies lo que tienes abajo porque el día menos pensado te puede caer en la cabeza. Y tan-tán''.
--''ƑTan-tan?'' ƑSe acabó el cuento? --pregunto inútilmente. Durito ya no me escucha. Recordando sus viejos tiempos, cuando trabajaba de mariachi en el East End de Los Angeles, California, se ha colocado un sombrero de charro y entona, desafinado, ésa que dice ''Ay, ay, ay, ay, canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones'' Y después un grito destemplado de šAy Jalisco, no te rajes!
Vale. Salud y creo que tardaremos en zarpar: Durito se ha empeñado en hacerle modificaciones a la lata de sardi..., perdón, a la fragata, para que parezca de low raider.
El Sup Orale Essse
PD de wacha bato: ƑAlguien puede ayudar? Durito se ha empeñado en que el menú de a bordo incluya chilli hot dogs y burritos. šAh, qué carnal éssse!
La hora de los pequeños X
X parte: los otros estudiantes
A las jóvenes universitarias en huelga.
"El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás, de perfil,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas..."
César Vallejo
Toda la noche lloviendo. Llega la madrugada y la lluvia aún ahí, lavando caminos, cerros, milpas, potreros, champas. Hay como un palpitar de gotas apresurado y sin orden alguno, cayendo en techos, en árboles, en charcos ya llenos y, finalmente, en el suelo. Porque así anda la hora de los pequeños, desordenada, ansiosa, multiplicada.
Allá abajo... Habrá que esperar para saber qué pasa allá abajo, porque ahora no se puede dar un paso sin que el lodo te seduzca y acabes besándolo con todo el cuerpo. Sí, es algo complicado el definir así una caída, pero llueve tanto que hay tiempo para eso y más. Una caída... Hay veces que uno cae y hay veces que a uno lo caen. Quiero decir, hay de caídas a caídas.
ƑQué? ƑSí? ƑYa aminora la lluvia? Sí, pero el lodo no. Bueno, vamos, pero despacio. Está oscuro. Tal vez no haya nadie o tal vez al fin se durmió la sombra de nuestra atención. ƑNos asomamos? ƑTiene usted una lámpara? Bien. Mmh. No, no hay nadie.
El desorden sobre la mesa es el de costumbre. Pero ahora hay una hoja distinta sobre ella. A un lado un ejemplar del periódico La Jornada, fecha del 15 de octubre de 1999. Las ocho columnas declaran "Granaderos y paristas chocan en el Periférico". Media plana la ocupa una foto. ƑQué? ƑQuiere usted que se la describa? Bueno, acerque más la luz... Así... Bien. Es en blanco y negro. En el primer plano hay una muchacha tirada en la calle, con la cara ensangrentada. Junto a ella, alguien recibe las patadas de 3 granaderos (2 en primer plano y un tercero, entre estos dos, semioculto por el escudo y usando su mano derecha para apoyarse en la patada que da).
El pie aporta más datos: la foto es de Rosaura Pozos, la muchacha en el suelo se llama Alejandra Pineda, y quien se encuentra a su lado bajo las botas de los granaderos es su hermano, Argel Pineda, uno de los representantes al Consejo General de Huelga; la escena es en Periférico Sur. En la foto, el resto de los granaderos (cuando menos 6 más, si se observa con atención el número de cascos) mira hacia la derecha de la fotografía, sólo el último en cuadro voltea hacia la pareja de estudiantes, dudando entre seguir adelante o sumarse a los que tunden al joven en el suelo.
ƑMás detalles? Bueno, al fondo de la acción de los golpes contra Argel y Alejandra se distinguen perfectamente 5 hombres. Tres de ellos apuntan sus lentes (dos traen cámaras fotográficas y uno una cámara de video) hacia la derecha de la foto. Otros dos miran hacia la escena de las patadas, uno de ellos de camisa a cuadros se rasca la oreja o se lleva algo al oído, el otro simplemente mira. Más atrás, en tercer plano, se distinguen apenas dos vehículos: un automóvil cuyo conductor es tapado por las piernas del hombre que sólo mira, y la cabina de otro vehículo (probablemente una camioneta) cuyo chofer mira hacia su frente, es decir, hacia a la izquierda de la foto. En cuarto plano, a la derecha, tres "espectaculares", cuyos textos no se alcanzan a leer (el de la extrema derecha parece anunciar un programa noticioso). En el mismo plano, a la izquierda, hay algo que parece una torre, de esas que llevan reflectores o espectaculares en su parte más alta.
Bueno, pues creo que eso es todo. ƑDiga? ƑLa hoja escrita? ƑQué dice? Sí, le leo...
Carta a una foto.
Carta 4x.
Doña Foto:
Usted disculpará, pero no la pude ver hasta la madrugada del día 17 de octubre. No, no crea que se lo reprocho. Entiendo que, con tanta lluvia, se haya usted retrasado. Además, el peso que usted lleva no es nada ligero. ƑSabe?, cuando la vi a usted sentí un dolor aquí. Si, yo ya sabía que hay fotos que duelen, sólo quería que supiera que usted es una de esas.
Si vamos de la mano del reportero (Roberto Garduño), tenemos más elementos para leerla a usted. La muchacha, Alejandra Pineda, es estudiante de la Preparatoria 5, y su hermano, Argel, lo es de la F acultad de Ciencias Políticas y Sociales, ambas de la UNAM. Después de la foto (así suponemos por la narración), es decir, después de los golpes de los granaderos, Argel trata de ayudar y calmar a Alejandra, "quien preguntaba por sus compañeros: ƑCómo están? ƑNo les pegaron a más? A mí me duele mucho la cabeza, no queremos más represión, queremos educación gratuita". (La Jornada, 15 de octubre de 1999, p.66).
Según este reportero, y algunos testimonios recogidos por el mismo periódico, los estudiantes se estaban retirando ya hacia Ciudad Universitaria cuando fueron atacados por los granaderos.
Lo que usted habla con su imagen, y lo que describen las crónicas, reportajes y testimonios, me dicen algunas cosas. Pero ƑSabe usted?, hay otros cuestionamientos que no responden ni su imagen ni las páginas interiores. Entonces yo quisiera que usted, señora foto, me permitiera hacerle algunas preguntas. ƑVale?
1.- ƑCuántos años tenía Alejandra antes de la golpiza? Ƒ17, 18? ƑY Argel? ƑCuántos años tienen ahora?
2.- Si no me engaña la vista, ƑLos granaderos están golpeando a Alejandra y a Argel en la lateral del Periférico y no en los carriles centrales (que son los que iban a "desalojar")?
3.- Los granaderos que miran hacia la derecha de la foto, ƑEstán mirando hacia allá para no ver lo que hacen sus compañeros? ƑO están protegiendo a los 3 que golpean a Alejandra y Argel, para evitar que alguien llegue a rescatarlos? ƑAllá adelante (a la derecha de la foto) se desarrolla otra golpiza? ƑSe retiran los estudiantes?
4.- El gobierno del DF ƑGolpea a Alejandra por el delito de ser hermana de Argel? ƑGolpea a Argel por el delito de llegar a socorrer a Alejandra? ƑGolpea a ambos por el delito de ser "ultras"? ƑLos golpea porque los autos demandan libre tránsito? ƑLos golpea por el silencio que proliferó allá arriba después del 4 de agosto? ƑLos golpea porque así lo mandan las encuestas? ƑLos golpea para concitar el aplauso de Televisa y TV Azteca? ƑLos golpea por jóvenes? ƑLos golpea por estudiantes? ƑLos golpea por universitarios? ƑLos golpea porque así se demuestra que se es firme para gobernar? Perdone usted, señora foto, pero no entiendo, ƑPor qué golpean a Alejandra y Argel?
5.- Las mujeres que felicitaron a Rosario Robles por haber llegado a jefa de Gobierno del DF, ƑTambién la felicitaron por mandar golpear a Alejandra? Ellas, ƑLe mandaron a Alejandra una palabra amable? ƑCallaron? ƑO se dijeron a sí mismas "se lo merece por revoltosa"? ƑQué? Sí, perdón, eso no tiene por qué saberlo usted...
6.-Usted, señora foto, presenta a cuando menos 3 granaderos pegándole al estudiante. ƑPor qué son sólo dos los policías consignados?
7.- Esa macana que el granadero de la extrema derecha lleva ƑEs una exhortación al diálogo? ƑUna muestra de que el gobierno actual del DF es "diferente" a los anteriores? ƑO es sólo la medida de la distancia que separa las palabras de los hechos?
8.- ƑCon quién habla el hombre de la camisa a cuadros, si es que es un teléfono celular lo que se lleva a su oído izquierdo?
9.- El conductor del carro que circula más atrás, y que no es visible en la foto, ƑAplaudiría la golpiza que los policías le dan a Alejandra y Argel?
10.- ƑQué es lo que Alejandra tiene bajo su cuerpo, quiero decir, además de la sangre? ƑUna manta? ƑUn suéter? ƑUn paño? ƑUna chamarra?
11.- El conductor de más al fondo, que circula viendo hacia su frente, ƑNos invita a hacer lo mismo? ƑA pasar de frente a la foto de Alejandra ensangrentada y Argel caído sin mirarlos, sin mirarla?
12.- En la página 69 del periódico en el que usted es primera plana, hay otra foto (también de Rosaura Pozos, con el pie: "Escena previa al desalojo policiaco en Periférico Sur"). En ella se ve, en primer plano, a un joven, camisa a cuadros, de rodillas frente a una línea de granaderos. El joven tiene su mochilita frente a las rodillas y le muestra a los granaderos un libro. En los escudos de los policías se puede leer claramente: "Seguridad Pública, Granaderos. Distrito Federal". En segundo plano, una mujer con sombrero. Más atrás un camarógrafo. Al fondo, árboles, y edificios. Van preguntas...
12a.- ƑCuál es el título del libro que el joven muestra a los granaderos?
12b.- ƑLes dice algo a los granaderos el joven de rodillas?
12c.- ƑNo era el punto 3 del pliego petitorio de Consejo Nacional de Huelga en el movimiento de 1968 (cito textualmente): "Extinción del Cuerpo de Granaderos, instrumento directo de la represión, y no creación de cuerpos semejantes" (Parte de Guerra, Julio Scherer García y Carlos Monsiváis, p. 161)?
12d.- ƑEs constitucional la existencia y operación del Cuerpo de Granaderos?
ƑQué dice usted? ƑQué eso se lo pregunte a la otra foto? Bueno, tiene usted razón. Permítame unas últimas preguntas:
ƑSe acuerda usted que el motivo de la marcha de los estudiantes era protestar por el manejo informativo que TV AZTECA y TELEVISA daban al conflicto universitario?
Si usted, señora foto, no hubiera hablado, ƑNos hubiéramos quedado sólo con la versión que los medios electrónicos y el gobierno del DF dieron la noche del 14 de octubre de 1999, en la cual los estudiantes eran los agresores, la policía que habría intervenido era sólo la femenil, y sólo una estudiante estaba lesionada ("nada grave") por "un vehículo que la arrolló"?
ƑTeníamos derecho a esperar que un gobierno encabezado por el PRD actuaría diferente?
ƑDebíamos quedarnos callados y no preguntar nada?
Sabe qué, señora foto, usted le da la razón a la "Carta 3 bis". Pero viera cuánto hubiera deseado que no le diera la razón a esa carta, sino a quienes, frente a un espejo vano, se precian de ser "orgullosos funcionarios de un gobierno democrático como el del DF".
ƑY sabe qué?, cada que la veo a usted, señora foto, no sé por qué, pero me entran unas ganas irresistibles de tomar una piedra y arrojarla lejos y romper para siempre ese silencio que allá arriba, cómplice, se calla.
ƑQué? Sí, vaya usted, señora foto, siga su camino y siga preguntando. Tan incómoda usted, señora foto, tan preguntona.
Vale. Salud, y yo creo que lo que tiene Alejandra bajo su cuerpo es una bandera. Y además creo que se levantó junto con ella.
El Sup acumulando preguntas como si de lluvia se tratara.