PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz
Con sabor de fruta verde
* Vuelve el ring a la explanada de rectoría * Dejaron que la UNAM se pudriera, como la fruta * Labastida dice que en política "uno pone por delante los objetivos" * Ambiente antiuniversitario
Reunidos ayer, ciertos think-tanks (Ƒ?) de la izquierda mexicana se jalaban los cabellos cuando analizaban y pretendían entender los últimos sucesos en la UNAM. Nadie daba crédito: el CGH (el Mosh y su pandilla, precisaba alguno) cumplió su amenaza y comenzó la toma de los institutos y centros de investigación. Tampoco mostraban claridad los pensantes. Más bien hacían gala de su confusión mental y hasta de su inconsistencia política (la consistencia, la coherencia en la vida, luego son malas consejeras, dicen). Si hasta hace unas semanas avalaban con todo las posturas de los paristas y, por supuesto, los seis puntos de su pliego y hasta tildaban de tibia e incompleta la propuesta de los maestros eméritos, ahora esos pensantes ųo presuntosų de la izquierda condicionan el aval a los paristas y hasta califican de autoritarios y excluyentes a los líderes visibles del Consejo General de Huelga y los denuncian como provocadores a sueldo de los grupos y personajes más retrógradas del sistema. Lo cierto es que, como dicen los italianos cuando un asunto se termina, no tiene futuro: "ya se ha llegado a la fruta" ųel último tiempo en la mesaų. Más bien, como decimos los mexicanos: "se dejó pudrir la fruta" y el asunto de la UNAM ya se pudrió, huele mal y sabe peor... nada qué ver con el sabor de fruta verde.
Si al inicio del conflicto universitario ganaron las voces que aconsejaron que se dejara avanzar el problema hasta el hartazgo, hasta dejar morir el asunto, o quienes impulsaron hacia la radicalización de las posturas en atención a los tiempos políticos que vivimos, hoy por hoy los seis meses de paro en la Universidad Nacional a nadie benefician... el costo lo pagamos todos. Y ahora vemos que vuelve a montarse el ring de la pelea electoral en la explanada de rectoría. Cuauhtémoc Cárdenas propone desde Tijuana que el gobierno sea un mediador entre las partes para solucionar el conflicto. El dirigente nacional de PAN, Luis Felipe Bravo Mena, llama la atención a la perredista Rosario Robles, jefa de gobierno del DF, por hacer declaraciones contra el rector Barnés, y la acusa de rebasar "gravemente" el marco de acción de la autoridad. Más aún, el panista estima que las expresiones de apoyo del PRD al movimiento estudiantil "reflejan que ese partido se involucró en el conflicto y luego perdió el control de los grupos estudiantiles afines".
Y el gobierno y su partido regresan al ring dando muestras de una presumible torpeza de la Secretaría de Gobernación para enfrentar el conflicto, que más bien es parte de una estrategia con objetivo claro: dejar que "se pudra la fruta" para luego sembrar la especie del desprestigio total de la casa de estudios y crear la urgencia de una reforma a fondo de la universidad pública, acorde a las necesidades del mercado. Si no fuera así, Ƒpor qué no tomó cartas en el asunto el secretario de Gobernación, que en abril tuvo en sus manos un documento del servicio de inteligencia que informa sobre la "entrada de armas de Guerrero, del EPR, a unos grupos radicales dentro de la propia Universidad"? ƑPor qué ahora se comenta en Bucareli que no sería el EPR el involucrado, sino el Procup (que quién sabe si aún exista) el que metió las armas a CU? Habría que preguntarle al pretendiente Francisco Labastida (Ƒpretende ser Presidente, que no?) si el servicio de inteligencia del gobierno no sabe quién o qué grupo de poder en el sistema financia y mantiene el movimiento. Y lo que sería más interesante que respondiera el hoy pretendiente priísta es por qué si desde abril, él, como encargado de la política interior, y su jefe el presidente Zedillo, muy seguramente también el Ejército, tenían conocimiento de que la guerrilla incursionaba en la ciudad de México y estaba presente en la Universidad Nacional, no actuaron en consecuencia. Por lo menos resulta sospechoso, Ƒno cree usted?
Y llaman la atención esas declaraciones de Francisco Labastida porque durante su campaña la prensa nacional y extranjera ha registrado que el político trae un doble discurso o que el discurso cambia de acuerdo al público al que se dirige ųtotal, lo que busca son votos Ƒqué no?ų. Bueno, quizás los think-tanks del pretendiente priísta le están fallado, o tal vez no tiene asesores políticos ni en comunicación; a lo mejor y Labastida se pone nervioso con los periodistas y luego no sabe de qué o cómo habla. Algunas veces pareciera que es así, como en la entrevista que publica esta semana El País. Fíjese usted que el candidato declara buena disposición para incorporar a Roberto Madrazo a su gabinete, y cuando el periodista Juan Jesús Aznárez le pregunta si no le resultaría incómodo trabajar con alguien que lo califica como un "perfecto fracasado", Labastida le responde que hará a un lado sus emociones porque "en política uno pone por delante los objetivos". Y cuando niega en la entrevista que tiene el apoyo del aparato priísta a su campaña, el pretendiente cuestiona: "Ƒ(Qué) un sindicato no tiene derecho a definirse políticamente por un candidato? ƑNo está plasmado en todas nuestras leyes que lo puede hacer? Está plasmado en nuestra Constitución (sic)..." Bueno, Labastida no es experto en leyes, él es economista y aunque quiera ser Presidente no tendría por qué saber que es ilegal el voto corporativo, que el sufragio es personal y secreto, Ƒqué no? Y aunque dice que es priísta, no sabe que para el nuevo PRI el corporativismo quedó atrás y que su partido se ha vuelto democrático. Y aún hay más, pero ahí la dejamos.
Nadie, ni los hombres en el gobierno ni los que buscan el voto para gobernar más allá del año 2000 se comprometen con la universidad pública ni proponen solución alguna al conflicto de la UNAM. Empieza a crearse un ambiente en que distintos sectores sociales rechazan en todos los medios al grupo que tiene como rehén a la Universidad y, particularmente, de la iniciativa privada se exige la aplicación de la ley a quien corresponda. Se anuncia para el jueves 21 un plebiscito entre la comunidad universitaria que promueve el Instituto de Fisiología Celular, cuyos resultados serían un mandato moral para convocar al diálogo, a negociaciones serias, en fin, para encontrar solución al conflicto. Mientras empiezan, el CGH se divide: ultras contra moderados. Hay diversos grupos en la comunidad académica que hacen propuestas para reformar la UNAM. Son proyectos no acabados que habrán de discutirse y enriquecerse ųesperamosų frente al ineludible reto de la globalización ųque supone identidades colectivas más amplias, patrias plurinacionalesų donde las generaciones actuales, los jóvenes universitarios, están obligados a desarrollar su capacidad de pensar y de crear instrumentos para el combate eficaz de la pobreza, para consolidar la democracia, para realizar un gigantesco esfuerzo de comunicación y entendimiento en nuestra sociedad y entre las culturas... y las derechas y las izquierdas, tanto los tecnócratas como los políticos, andan cuidando la imagen y en busca de votos.
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