Ť La actual política centralista genera desigualdad e impunidad: diputados
Reforma fiscal, promesa sin cumplir
Ť Postergarla es mantener la inseguridad jurídica y el desaliento a la inversión, dicen contadores
Antonio Castellanos/I Ť La reforma fiscal integral es una promesa de campaña de Ernesto Zedillo que no cumplirá como presidente de la República. Durante toda su gestión se pospuso, y el resultado es ahora una política fiscal centralista que genera injusticia, impunidad, desigualdad y rezago, según análisis del Poder Legislativo y empresarios.
Los diputados Angel de la Rosa y José Luis Sánchez manifestaron que es ''muy preocupante'' que el país sostenga su crecimiento a costa de la deuda externa y no a través de una eficiente política fiscal. No es posible, indicaron los integrantes de la subcomisión para la reforma fiscal de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, que del 80 por ciento de los impuestos que aportan los estados a la Federación a éstos sólo se les devuelva 16 por ciento, y a cada municipio 4 por ciento.
A principio de año, los más destacados representantes del sector privado apremiaron al gobierno a iniciar una reforma fiscal integral, mientras que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) destacó que aquél, en lugar de una reforma fiscal integral, creó un ''Frankenstein, un monstruo recaudador que inhibe la inversión y el crecimiento económico''.
Afirman que el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, puso fin al compromiso electoral del Ejecutivo federal y concluyó que hoy ''no es el mejor momento para plantear un asunto como ese, debido a los tiempos políticos que vive el país''. Reconoció que los ingresos que recibe el gobierno son inferiores a las necesidades, pero un incremento en los impuestos ahora no es posible debido al ambiente político que prevalece, estimaron.
Las autoridades hacendarias reconocieron que en los últimos 20 años el sistema fiscal mexicano ha sido objeto de una transformación orientada a conformar una estructura tributaria moderna. Sin embargo, afirma el análisis, persisten problemas que no se han podido resolver y otros que se han agravado. La debilidad de la estructura fiscal, le impone una excesiva dependencia de otros rubros de ingresos, particularmente los petroleros.
Al respecto, el presidente del Instituto Mexicano de Contadores Público (IMCP), Antonio C. Gómez Espiñeira, manifestó que si esa fue una propuesta de campaña, ya se les ''fue el tiempo, y este año no hay voluntad política por parte del Congreso de la Unión, pues están más preocupados en cuestiones electorales y para llevarla a cabo no es tan fácil en un periodo corto''.
Esto podría llevar más de un año, porque no se trata de poner parches, sino de un cambio estructural en la legislación tributaria. Y advirtió: ''Posponer la reforma fiscal integral es mantener la inseguridad jurídica, disposiciones complicadas en un escenario en el que no se alienta la inversión y por consecuencia el crecimiento de las empresas''.
''Los contadores públicos haremos una propuesta en la convención que llevaremos a cabo en Acapulco. Sentimos que se debe avanzar en dos aspectos: mayor seguridad jurídica y simplificación de las normas. Hoy, las reglas están dispersas, pero además se promueven medidas que complican aún más el cumplimiento de las obligaciones de los empresarios con el fisco'', expresó.
Gómez manifestó que los diputados tienen la posibilidad de iniciar la reformas fiscal integral. Dijo que ellos pueden presentar una propuesta al pleno de la Cámara de Diputados, sin esperar a que el gobierno presente un proyecto; que llamen a empresarios, a contadores públicos y representantes académicos para que, de manera conjunta, presenten una iniciativa, pidió.
Gómez Espiñeira estuvo de acuerdo en revisar algunos impuestos y derogar el de 2 por ciento a los activos de las empresas, y expresó que el panorama económico asegura que habrá una transición política ordenada el próximo año, cuando el Poder Ejecutivo Federal.
''Nosotros --concluyó-- no sabemos de política. Nos somos expertos en esa área, pero sentimos que hay estabilidad y que las campañas políticas no han provocado inestabilidad. Se cumplen las proyecciones del gobierno federal y sentimos que puede ser un primer cambio sin crisis sexenal''.