* Los sismos de junio y septiembre dañaron mil 700 monumentos históricos
Reconoce Tovar vulnerabilidad ante desastres
Merry Mac Masters * El presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, reconoció la vulnerabilidad del patrimonio monumental ante contingencias naturales.
Mencionó los problemas ocasionados por los sismos del 15 de junio y del 30 de septiembre, cuyas consecuencias se registraron principalmente en siete estados del centro y el oriente del país. Entre los daños ocasionados por los movimientos tectónicos están los daños en mil 700 monumentos históricos. A esta situación se agregan los estragos de las precipitaciones pluviales (que ųpor ejemploų dañaron la zona arqueológica del Tajín, en Veracruz).
El funcionario participó en la inauguración de la 12 Asamblea General del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), efectuada ayer en el Teatro de Bellas Artes. En el acto, Tovar dijo que la labor inmediata luego de los desastres es realizar un diagnóstico preciso de los daños, determinar las acciones más urgentes y elaborar los dictámenes técnicos y los proyectos de restauración de todos los inmuebles. Con recursos del gobierno federal y mecanismos de evaluación y decisión colectivas, se iniciaron las obras con la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que ya llevan un avance de 30 por ciento. El titular del CNCA dijo que el propósito es alcanzar 75 por ciento al término de este año y concluir los trabajos de restauración en el primer semestre del 2000.
En contrapartida a esos monumentos, muchos de los cuales son ejemplos de un patrimonio con un gran valor y significado para las comunidades locales, Tovar se refirió a aquellos de gran significación nacional que también enfrentan graves problemas por causas naturales que ha sido imperioso atender. Ejemplos destacados de ello son la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional, afectados por el hundimiento diferencial que provocan la presencia en el subsuelo de construcciones anteriores y la naturaleza blanda y la deshidratación de suelos que hace siglos lo fueron de lagos o estuvieron rodeados por ellos.
Si en la Catedral se desarrolló la técnica de subexcavación, con lo que se redujo el hundimiento diferencial en cerca de un metro, y en el Palacio Nacional se han hecho obras de recimentación, el reto no ha concluido, subrayó el funcionario. Obligados por el marco del hundimiento regional al que la ciudad de México debe enfrentarse para sobrevivir, se están desarrollando otras técnicas para reducir la deformabilidad de los suelos blandos y minimizar el hundimiento diferencial en el futuro.
Respecto de la arqueología, dijo Tovar que con la creación del Fondo Nacional Arqueológico ha sido posible canalizar importantes recursos públicos y privados para la recuperación y conservación de las grandes zonas en todo el país, el cual se ha extendido a aquellas de menor tamaño. Desde 1995 se han desarrollado más de 300 proyectos de investigación de estos sitios.