La Jornada lunes 18 de octubre de 1999

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Anda tan alrevesado el país, que ya pocos parecen asombrarse de la manera como la señora Mireille Roccatti pretende continuar maltratando el concepto y la defensa de los derechos humanos en México.

A la manera de los nuevos héroes nacionales de la democracia y la justicia, que creen fácil lograr que la gente olvide que ayer fueron lo contrario de lo que defienden hoy (Roberto Madrazo ahora es fiero vigilante del buen uso de los recursos públicos, enemigo de la línea, el dedazo y el mapachismo; Manuel Bartlett, promotor de la democracia, hombre de apertura, temeroso de que a José Antonio González Fernández se le caiga el sistema el próximo 7 de noviembre), la señora Roccatti pretende que se omita el hecho central, esencial, de que ella no fue elegida como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por su gran figura nacional, por su enorme prestigio y su reconocidísima capacidad, sino por capricho y estrategia política de su paisano, Emilio Chuayffet, quien acomodaba mexiquenses en cuantos espacios podía, creyente como era de que su futuro inevitable era ser presidente de la República, empujado y acompañado por personajes de la entidad que gobernó antes de pasar a Bucareli.

Doña Mireille, que ahora asume la postura de enérgica defensora de la no politización de su cargo, y que considera que sería gravísimo, criminal, mortal, que la designación de ombudsman se hiciese por razonamientos e intereses políticos, no tiene tan sólo el pecado original de haber sido designada por consideraciones facciosas, electoreras, futuristas, sino que, además, ha demostrado, a lo largo de su ejercicio, que entiende y ejerce su función exactamente al revés de lo que debiera ser. Es decir, se ha convertido en protectora y solapadora de los excesos y abusos del poder, que ha convalidado las situaciones de excepción que de manera anticonstitucional agravian a los mexicanos bajo los pre- textos de las batidas contra el narcotráfico y las guerrillas.

México, hay que decirlo con todas sus palabras, no ha tenido, en los años recientes, aciagos, terribles, una ombudsman a la altura de las circunstancias. Por el contrario, mientras se multiplican escandalosamente los abusos policiacos, la tortura cotidiana, los arrestos ilegales, la desaparición, la persecución política, las incursiones militares (recordemos El Charco); mientras el pueblo es apaleado hasta extremos inhumanos, la ombudsman, y su aparato burocrático, se hunden en las delicias de los hechos menores, de los asuntos de quinto orden, en los retorcimientos jurídicos, en la búsqueda de los formalismos y los tecnicismos.

Así, con toda esa carga negativa tras de sí, la señora Roccatti es, hoy, uno más de esos mexicanos henchidos de fervor guerrero: no quiere que la retiren del cargo que le dejó Chuayffet, y peleará abiertamente para que no la remuevan con base en la reforma constitucional que permitirá al Senado escoger de una terna al nuevo ombudsman. Si su paisano la instaló en un cargo por cierto término, ese lapso debe ser respetado, así quien la pretenda remover sea una enmienda constitucional.

Mexicanos: ha llegado el momento de defender a nuestra defensora. No permitamos que la enhiesta luchadora por el respeto a los derechos humanos sea mancillada en los propios. San Emilio (Chuay- ffet, santo en retiro) les agradecerá todos sus esfuerzos.

La disputa por la herencia política

Por cierto, el padre de Luis Donaldo Colosio fue nombrado asesor de Labastida.

Don Luis Colosio tenía relación previa con Labastida, pues fue delegado de la Secretaría de Agricultura del gobierno federal (donde el sinaloense fue el titular y luego, al pasar a Gobernación, dejó como manejable encargado a Romárico Arroyo), área en la que, por lo demás, ya tenía experiencia, pues en el gobierno de Manlio Fabio Beltrones había sido secretario de Agricultura.

Los labastidistas aportan diversos datos para tratar de diluir la percepción de que hay un aprovechamiento oportunista de la figura del padre de Colosio, asegurando que éste tuvo una gran relación con Labastida desde que el sonorense fue delegado de la CNOP en Sinaloa, cuando Francisco era gobernador. Los cercanos a Colosio aseguran, por el contrario, que dado el pequeño cargo ocupado por el nativo de Magdalena de Kino (que fue el único antecedente partidista del sonorense antes de iniciar su carrera política real, pues de esa delegación sectorial pasó a la oficialía mayor del CEN del PRI, y luego a la presidencia), el gobernador nunca lo atendió de verdad, desapegado como era entonces de todo lo que oliera a política en el destierro y castigo que para él, que había querido ser candidato presidencial, fue el confinamiento al gobierno de Sinaloa.

Sea cual fuere la realidad, la aparición en escena de don Luis Colosio coincide con la confección del nuevo anuncio de Roberto Madrazo, en el que sale junto a Colosio, enfatizando el tabasqueño la cercanía de trabajo que tuvo con Luis Donaldo cuando éste fue presidente del PRI. La frase final del comercial dice, en voz de Madrazo, que él sí alcanzará a materializar los sueños de Colosio, de cambio político y de justicia, pero..."Si a mí no me pasa lo mismo que a Luis Donaldo".

Astillas: En la página electrónica www.trino.com se puede disfrutar de una buena probadita de las Crónicas marcianas, El Santos, La chora interminable, Fábulas de policías y ladrones, El rey chiquito, Pipo y don Calvino, El Taquero y Misterios charros, entre otras de las creaciones del monero jalisciense autodenominado Trino (en el caso de El Santos, con la coautoría intelectual de Jis)... Buena onda Angel Isidoro Rodríguez, conocido en el bajo y el alto mundo como El divino. Amabilísimo, con la conciencia tranquila, disfrutando de la paz que le da su fortuna bien habida, el famoso empresario se apareció en días pasados en el coctel con el que se presentó una telenovela en la que participa Fernando Allende, de quien se dijo muy amigo, al igual que de la familia Salinas de Gortari. El divino Rodríguez (no todo es perfecto, en el caso del nada aristocrático apellido) platicó con los reporteros que asistieron al acto de la sección de espectáculos, y les dijo que ni es tan grave el asunto por el que le persiguen, y que ya va quedando claro que es inocente. El angelito (indudablemente, y teniendo los expedientes judiciales a la vista, este sería mejor sobrenombre para el señor Rodríguez) posó para los fotógrafos con la gran sonrisa que da el saber que se ha quedado con millones de dólares en andanzas financieras para cuyo castigo no hay ni leyes suficientemente drásticas, ni voluntad política justiciera de muchos de sus cómplices que fungen unos como funcionarios autorizadores de asuntos hacendarios y otros como impartidores de esa farsa llamada justicia. Lo único malo de la aparición pública del angelito es que no se decidió a dar autógrafos... En Sonora, Vicente Fox convocó a Francisco Labastida para que ambos debatan en público sus propuestas de gobierno. El guanajuatense asegura que el principal adversario para sus aspiraciones presidenciales es el PRI y no el PRD pues, a su entender, este partido, y su candidato Cárdenas, han equivocado gravamente la estrategia política y electoral.

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