n No hay brotes epidémicos


Reporta la SG 315 mil damnificados en cuatro estados

Andrea Becerril n El número de damnificados por las inundaciones se incrementó en más de 12 mil durante las últimas 24 horas, por los afectados en Veracruz , Puebla, Hidalgo y Tabasco totalizaban 315 mil 94 hasta ayer por la mañana. De éstos, 76 mil 590 están en albergues, de acuerdo con el reporte de la Secretaría de Gobernación.

La dependencia informó que hay avances significativos en las labores de atención para quienes resultaron afectados por las lluvias, ya que en las últimas 24 horas se incrementó también el suministro de agua potable y víveres -en 10 y 44 por ciento, respectivamente- a los pobladores de los 180 municipios en problemas.

La Secretaría de Gobernación precisa que no han surgido brotes epidémicos en ninguno de los lugares donde ocurrieron los desastres, y en prevención de los mismos, se adelantará la Tercera Semana Nacional de Salud en las comunidades afectadas, y se avanza en el restablecimiento del servicio eléctrico y de agua potable.

Informó que ayer la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dio por terminada la búsqueda y rescate de cadáveres en la población de Mixium, Puebla, luego de recuperarse los cuerpos de dos personas y con la conformidad de las autoridades civiles y familiares de las víctimas.

Asimismo, se precisa que la Sedena, en la aplicación del Plan DN-III, atiende desde ayer a las comunidades de San Bartolo y Huehuejutla, en Hidalgo, con 65 elementos destacados en cada una para realizar labores de remoción de escombros y limpieza, así como distribución de víveres.

En conferencia de prensa, el subsecretario de Comunicación Social de Gobernación, Javier Lozano Alarcón, precisó que no todos los municipios afectados serán declarados zonas de desastre, ya que deberá hacerse una evaluación, toda vez que los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales, por su misma limitación, deberán orientarse hacia los lugares que realmente lo necesiten.

Por lo que se refiere a Tabasco, dijo que es difícil estimar cuánto tardará en desalojarse el agua de Villahermosa, debido a que ha seguido lloviendo. Explicó que funcionarios de Gobernación que sobrevolaron el sistema hidroeléctrico y la cuenca del Grijalva, hasta llegar a Villahermosa, tuvieron que regresar por un fuerte aguacero que los agarró en el helicóptero.

Las labores de rescate y ayuda que llevan a cabo el gobierno federal y los gobiernos estatales y municipales seguirán al mismo ritmo los días siguientes, añadió.

n El Tecolutla sólo causó daños materiales, afirma el regidor Ignacio Arroyo


Mucha gente gritaba pidiendo auxilio, pero nadie murió

Juan Antonio Zúniga, enviado, Tecolutla, Ver., 15 de octubre n Tal vez sólo para demostrar su fuerza, el río que da nombre a esta poblacion abrió dos grandes brazos más a su cauce, desapareció calles completas, no dejó piedra sobre piedra de la escuela primaria Lázaro Cárdenas, derrumbó 76 casas y dejó en esta cabecera un panorama similar al que presentó la ciudad de México aquel 19 de septiembre de 1985.

Pero ni aquí ni en las 46 comunidades que forman parte de esta municipalidad de 25 mil habitantes "hubo un solo muerto", afirma el regidor primero Ignacio Arroyo, quien abre un espacio entre muebles arrumbados, máquinas inservibles y archivos mojados para responder algunas preguntas.

-Por la dimensión del impacto es difícil creer lo que usted me dice.

-Así es, no tenemos conocimiento de ningún fallecido. No hay quien diga: yo perdí a un familiar. Eso sí, (en la madrugada del seis de octubre) se escuchaba a mucha gente gritar desesperada pidiendo auxilio mientras era arrastrada por la corriente junto con los árboles de los que se habían agarrado.

En su opinión, es mayor el "efecto sicológico" de una población, que después de la inundación enfrentó dos días completos de lluvia, que los mismos daños materiales. Pero, sobre todo, agrega, "la mala imagen que se ha dado a Tecolutla nos hace mucho daño, porque 80 por ciento de los habitantes de la cabecera municipal se dedica a los servicios turísticos, y después de esto nadie va a querer venir".

Sin embargo, las evidencias, que superan con mucho el impacto de los huracanes, contrastan con las palabras del regidor. La colonia Cándido Aguilar desapareció, la telesecundaria quedó derrumbada y del fraccionamiento Cándido Aguilar, así como de la granja Los Medales, prácticamente no quedó nada útil.

Por lo que fue la calle de Mina hoy pasa un pequeno afluente del Tecolutla que desazolvó el terreno a unos dos metros de profundidad, el cual es chiquito en comparación con los que abrió por donde pasa la carretera que comunicaba a esta población con la de Gutiérrez Zamora.

Aproximadamente por el kilómetro seis, el río abrió una zanja semicircular de unos 500 metros de longitud, como si aquella madrugada hubiera pasado por ahí una gigantesca motoconformadora y tras ella los árboles, las personas, los animales y todo cuanto arrastraba el río a su paso destructor por la Sierra Norte de Puebla, la de Totonacapan y por la llanura costera, hasta llegar aquí, donde forma una barra con el mar.

La formación de este y otro afluente que hicieron una "y" griega con el cauce central propiciaron que el "centro" de Tecolutla se "salvara de desaparecer", refiere como constante en sus pláticas la población de este lugar, donde el calor del sol hoy le devolvio su característica tropical.

Ignacio Arroyo rehuye abordar los saldos que dejó el desbordamiento del río y opta por platicar su experiencia particular, pero no por evitar el tema, da la impresión de que lo hace por necesidad propia. Aun así, informa que en la congregación de Pan de Carrizo sólo quedaron en pie cuatro o cinco de las 32 viviendas, y en la de La Gloria la situación es similar.

Es díficil transitar por las zonas afectadas de la cabecera municipal de Tecolutla. Se han tendido puentes elementales construidos por dos troncos de palmera para pasar de una calle a otra, por encima de las que desazolvó el río. Casas inclinadas, solas, cercanas a una playa llena de todo tipo de desechos. Persiste el olor captado en todas las comunidades: muerte y destruccion.

En la llanura costera como en las montañas que llevan a Totonacapan, los vuelos en círculo de los zopilotes y el trajín por los aires de helicópteros, de maquinaria por las carreteras destruidas, de los cables puestos por los ingenieros de la Comisión Nacional del Agua para facilitar el traslado de víveres, medicinas y ropa, que llegan de muchas partes de la República.