Ť Medicina mató al enfermo (II)
Ť El naufragio de Bancrecer
Ť Joaquín de madrugada
En muchos negocios cuelga un letrero que dice así: ``Entregada la mercancía no se admite devolución''. Se le olvidó a Pedro Aspe, cuando entregó los bancos a los neo-banqueros, incluir una cláusula en los contratos conteniendo la añosa y sabia filosofía de nuestros marchantes de La Lagunilla y La Merced. Claro, hubiera sido una afrenta para su prestigio de postgraduado del MIT. Sin embargo, le hubiera ahorrado miles de millones de pesos al país. Todavía éste no sale de su asombro por el naufragio del tercer banco del país, Serfin, el cual fue devuelto en julio por sus accionistas al gobierno, cuando el banco que ocupa el quinto lugar, Bancrecer, toma el mismo camino.
Sobrevivientes
Sale sobrando repetir las cifras de las pérdidas, son tan absurdamente altas que han dejado de tener sentido para la mayoría los mexicanos. Sólo baste recordar que de los 18 bancos que se privatizaron en el gobierno de Salinas y Aspe sólo sobreviven cuatro: Banamex, Bancomer, Banorte y Bital. Sin embargo, Banamex y Bancomer contemplan, a futuro, una fusión; a Bital lo tendrá que salvar el Estado de una derrota judicial que lo conduciría a la quiebra y sólo Banorte quedaría de pie valido por sus propias fuerzas. Cuando Adolfo Lagos, el todavía director de Serfin, lo devolvió al gobierno, pronunció una frase que no se olvida: ``La medicina mató al enfermo''. Resumía algo que se percibe claramente: el costoso rescate no ha servido para ponerlos a flote. A los errores de Salinas, se sumó la devaluación en el arranque del gobierno del Dr. Zedillo. Fue la puntilla.
De madrugada
Es la hora de levantarse para llegar puntual a la misa de 7. O también para ponerse los tenis y salir a sudar la camiseta por los corredores de Chapultepec. O quizá, después de una noche borrascosa, es el momento de parar el coche en el otro Charco de las Ranas --el de Mixcoac-- y echarse un clavado en un pozole. Sin embargo, ustedes estarán de acuerdo conmigo, las 6 de la mañana es un horario que no se antoja para interrumpir el sueño, prender la tv y asimilar un programa de noticias. Ese es el mérito --despertarnos y despertar nuestro interés-- de Joaquín López-Dóriga y su equipo de colaboradores, en forma especial Lourdes Ramos y el reportero del helicóptero, Eduardo Salazar, en su joven pero ya muy cuajado Primero Noticias.
Tenemos un e-m@il
Leí el e-mail que te mandó un señor acerca del Buró Nacional de Deudores.
Te voy platicar algo: había un pueblo en algún lado de este ingrato mundo que solamente tenía un peluquero, ese peluquero rasuraba a aquellas personas que no se rasuraban a sí mismas. Entonces, como decía el famosísimo filósofo de Juchitán, ¿quién rasuraba al peluquero? ¿Ya me agarraste la onda? Supongo que no existe el Burro (en lugar de Buró) de Bancos Deudores. ¿No? Gustavo Manzo, [email protected]
R: Lamentablemente, sí existe tal Burro, sólo que a veces, como sentenciaba otro célebre pensador, el filósofo de Güemez, no nos vemos las orejas. ¿Me pescas la onda? El Burro somos nosotros, los mexicanos, que tenemos que pagar los quebrantos de los banqueros. Nomás échale una ojeada al naufragio de Bancrecer.
Teléfono: 044.5.213.93081