n Preparativos para un eventual juicio
Apela la defensa de Pinochet la negativa a ser parte en Madrid
Dpa, Afp, Ap y Reuters, Madrid, 13 de octubre n La defensa de Augusto Pinochet en España recurrió este miércoles la decisión del juez Baltasar Garzón de negarle a ser parte en esta capital ante un eventual juicio contra su defendido, quien es reclamado por el magistrado para juzgarlo por delitos de lesa humanidad.
Los abogados recientemente nombrados para actuar en favor del ex dictador chileno en Madrid, Fernando Escardó y José María Stampa, apelaron en su recurso al derecho a la defensa que tiene cualquier procesado en un sumario, y en este caso el que se instruye contra su cliente en la Audiencia Nacional.
El apersonamiento como parte de los abogados es "básica y lógica" para que Pinochet pueda defenderse "conforme a derecho", señaló Escardó, e indicó que Garzón debe aceptar y respetar los argumentos de la defensa del ex militar chileno y abstenerse de actuar como "tapabocas".
El pasado primero de octubre Garzón rechazó los apersonamientos de Escardó y Stampa mientras el acusado no se presente aquí en su juzgado.
Por su parte, la sección española de Amnistía Internacional anunció que pedirá al gobierno español de José María Aznar que rechace "la posibilidad" de que el proceso contra el ex gobernante de facto chileno "sea paralizado en virtud de razones humanitarias", que es una de las cartas que baraja el gobierno de Santiago.
En Londres se dio como un hecho que la defensa de Pinochet apelará la decisión adversa del tribunal de Bow Street que autorizó su extradición a España, por lo que dicho recurso será presentado el próximo lunes 18 ante la Alta Corte londinense.
El jurista chileno Fernando Barros, uno de los más cercanos al ex dictador, dijo que el equipo de la defensa tomó ya la decisión de recurrir el fallo, y señaló que "el día de hoy la decisión es de recurrir. No creo que cambie de aquí al lunes".
La defensa tiene de plazo hasta el 22 de octubre para recurrir el veredicto, sin embargo los abogados pueden optar entre dos estrategias: presentar un nuevo recurso de apelación o solicitar directamente al ministro británico del Interior, Jack Straw, la liberación de su defendido por supuestas razones "humanitarias".
En Valparaíso, el senador demócrata cristiano Andrés Zaldívar manifestó que la decisión de Straw de esperar el final del proceso de extradición de Pinochet para resolver sobre la vía humanitaria "va contra los intereses de Chile y es demasiado inflexible", reportó el corresponsal Enrique Gutiérrez Aicardi.
Estimó que en estas condiciones el proceso no terminará antes de un año, "y no sé si ese plazo será soportable en las condiciones actuales". Pero, descartó que Straw tenga como único camino la espera del proceso judicial, al considerar que "perfectamente podría haber tomado decisiones antes" de tener que acudirse a la apelación.
Al mismo tiempo, el gobierno chileno advirtió que no tolerará el resurgimiento de actos de violencia de grupos de ultraderecha como Patria y Libertad, uno de cuyos voceros anunció que el sábado 16, al cumplirse un año del arresto de Pinochet, desatará una oleada de protestas y acciones violentas en el país sudamericano.
"Estamos muy atentos y vamos a aplicar todo el rigor de la ley en caso de actividades que pasen más allá de los enunciados que hemos conocido", aseveró el viceministro del Interior, Guillermo Pickering. Subrayó que el gobierno no a tener ninguna inhibición para actuar dentro de las reglas que establece el ordenamiento jurídico.
Aunque el ministro calificó lo ocurrido como "actividades marginales", el clima de tensión parecía mantenerse con versiones de prensa sobre amenazas contra el cónsul británico en Valparaíso.
Un reporte de prensa atribuyó a la embajada británica haber confirmado que el cónsul Ian Hardy renunció al cargo.
En otro plano, el obispo católico Sergio Valech dijo haber aceptado una propuesta del ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, para encabezar la comisión de trabajo en la mesa de diálogo sobre derechos humanos, que se encargará de buscar informes sobre los restos de más de mil detenidos desaparecidos durante la dictadura.
En San José, Costa Rica, el cantante panameño Rubén Blades estimó que la impunidad de los dictadores en América Latina no ha terminado y que casos como el de Pinochet abrían "una caja de Pandora".
Incluso criticó la entronización del régimen de Fidel Castro y dijo que al venezolano Hugo Chávez no debe tachársele como "dictador civil".