n Los 4 mil accionistas asumirán una pérdida de 900 mdd, dice
"No pudimos salir adelante", reconoce Roberto Alcántara, de Bancrecer
n Cuando el IPAB asuma el control del banco deberá inyectar recursos por $100 mil millones
Roberto González Amador n ''No pudimos salir adelante''. Con esas palabras definió ayer Roberto Alcántara, presidente de Bancrecer, cinco años de esfuerzos por mantener el control del quinto banco más importante de México, en un proceso que -anticipó- concluirá el 3 de noviembre, cuando la institución pase a control del gobierno.
Después de una reunión del consejo de administración de Bancrecer, que se prolongó por casi tres horas, Roberto Alcántara explicó a La Jornada que uno de los acuerdos fue convocar a la asamblea de accionistas para el 3 de noviembre próximo, en la que se presentarán los resultados financieros de la firma; se hará saber la necesidad de reservas, ''y se tomará la decisión de que, ante la imposibilidad de los inversionistas de reponer las pérdidas y reconstituir el capital, el gobierno asuma la administración y control del banco''.
Alcántara afirmó que los cuatro mil accionistas de Bancrecer -reprivatizado por el gobierno en agosto de 1991- asumirán una pérdida de 900 millones de dólares, aproximadamente ocho mil 550 millones de pesos.
Bancrecer fue vendido por el gobierno en 425 millones de pesos en agosto de 1991, cantidad que en ese momento equivalía a 120 millones de dólares. Ahora, para rescatarlo, inyectará una cifra estima en 9 mil 500 millones de dólares.
Por su parte, el aún presidente de ese banco, dijo que, después del 3 de noviembre, el gubernamental Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) asumirá la administración y control y, para sanear las finanzas y alcanzar el nivel de capital reglamentario, deberá inyectar recursos por una cantidad que oscila entre 90 mil millones y ''poco menos'' de 100 mil millones de pesos.
''Luchamos cinco años (desde el inicio de la crisis en 1995 hasta ahora) para conservar el banco y no pudimos salir adelante'', dijo Roberto Alcántara en entrevista telefónica. ''Bancrecer fue una empresa donde concurrimos un número importante de accionistas y, después de ocho años de que la adquirimos, hemos perdido los 900 millones de dólares que invertimos''.
El todavía presidente de Bancrecer -un empresario con negocios en la industria del transporte de carga y pasaje- indicó que en los últimos cinco años hubo diferentes etapas de negociación entre los accionistas y las autoridades, con el fin de que los propietarios de la firma conservaran el control de la institución.
''En esa ocasión hubo distintas opciones que negociamos para mantener el control, y que no pudieron materializarse por todos los acontecimientos que se interpusieron''. En particular, expresó que ''el año pasado la difícil discusión legislativa en torno al Fondo Bancario de Protección al Ahorro creó un ambiente adverso para los proyectos que quisimos hacer para el saneamiento y capitalización del banco, y que no pudimos materializar''.
Aseguró que el grupo de accionistas mayoritarios que encabezó en la compra de Bancrecer ''no puede sentirse contento de lo que ha pasado'', pero sostuvo que con la decisión que están tomando de retirarse del negocio bancario, asumir la pérdida y traspasar el control del banco al IPAB, ''asumimos la responsabilidad de dar cuentas a los accionistas que invirtieron sus recursos en un proyecto al que los invitamos, que depositaron su confianza y que lamentablemente no pudimos sacar adelante''.
Aseguró que los cuatro mil accionistas de Bancrecer perderán toda su inversión. Sin embargo, dijo, en esta última etapa ''lo importante es que estamos desahogando los requerimientos jurídicos para entregar el banco sin demérito de la institución y de sus activos, y con la mejor disposición y actitud de los accionistas''.
Piden prórroga al Punto final
Ana María Gámez n El sector industrial consideró necesario hacer una prórroga al programa Punto final, porque muchos de ellos no pudieron realizar los trámites a tiempo pero mantienen la intención de renegociar sus adeudos.
El presidente de la Concamín, Alejandro Martínez Gallardo, expresó que pedirá a los banqueros, a través de su presidente, Carlos Gómez y Gómez, se extienda el programa instrumentado para apoyar a los deudores, lo que beneficiaría aún más a los industriales que por alguna causa quedaron fuera de éste, pero intentan restructurar sus créditos vencidos.
Martínez Gallardo advirtió que de no encontrar un mecanismo que permita a las industrias continuar con un crédito para la compra de la infraestructura y equipo necesario, se corre el riesgo de que cierren sus empresas.
Ante tal panorama, pidió que las instituciones bancarias analicen la propuesta y así evitar que un sector importante de la industria paralice sus actividades.
En tanto, el presidente de la Asociación de Banqueros, Gómez y Gómez, reiteró su postura, y subrayó que el programa no se ampliaría ni un día más, pues sólo los adheridos a éste pueden obtener los beneficios que otorga.
Pero agregó que todos aquellos que se acercaron a los bancos hasta el pasado 30 de septiembre, aun cuando no firmaron ningún convenio, podrían disfrutar de los apoyos que brinda.
"La prórroga que se concedió a todos los deudores fue para aquellos que firmaron su carta de intención en la última fase del Punto final, que fue el último plan, y esto hay que decirlo claramente: ni los bancos ni el gobierno sacarán un nuevo programa".
A pesar de ello, insistió que continuará buscando mecanismos para apoyar al sector industrial, y analizarán la propuesta de una nueva ley de fomento a la pequeña y mediana industrias que presentaron los industriales, a la cual el banquero calificó de interesante.