Ť Las recetas del FMI han acrecentado los problemas, dicen diputados


Gravar las millonarias ganancias en la bolsa, propone el PRD

Ť La excesiva dependencia del ahorro externo vuelve muy vulnerable a la economía: Hacienda

Antonio Castellanos/II y última Ť Las multimillonarias utilidades en la Bolsa Mexicana de Valores deben ser gravadas para aumentar ingresos públicos que se traduzcan en bienestar para la mayoría de la población. Las reformas financieras aprobadas en diciembre de 1998 propician la entrega de la banca al capital extranjero a precios de chatarra.

La persistencia de los problemas más importantes --altas tasas de interés, circuito cerrado del crédito desde hace cinco años, inversión extranjera de corto plazo, el alto costo del rescate bancario y la especulación en el mercado bursátil-- provocan inestabilidad, concluyó en un análisis Alfonso Ramírez Cuéllar, secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.

Por lo anterior, sostuvo Mario Di Costanzo, asesor del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, es necesario gravar ''las exorbitantes ganancias'' que se derivan de inversiones especulativas de corto plazo y que colocan al país en una situación difícil cuando buscan mejores utilidades, sin mayor riesgo. Es preciso también revisar los programas de ajuste convenidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al respecto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reconoció que cuanto se depende en exceso del ahorro externo, la economía se vuelve sumamente vulnerable a los choques externos, por lo que se ha buscado promover la recuperación del ahorro interno para lograr que éste se ubique en alrededor de 22 por ciento del producto y en tres por ciento del ahorro externo.

La dependencia del ahorro externo ocurrió en la primera mitad de la década de los noventa, cuando el interno cayó a niveles de 15 por ciento del producto interno bruto (PIB), mientras que el ahorro externo llegó a 7 por ciento del mismo indicador, situación que generó la crisis de 1994 y 1995, de la que no hay una recuperación generalizada, precisó la dependencia.

Al respecto, indicaron las autoridades hacendarias, es necesario mantener finanzas públicas sanas.

Un déficit fiscal abultado propicia que el ahorro de la sociedad --por sí mismo insuficiente-- se transfiera al sector público. Esto propicia que la inversión privada tenga que financiarse con recursos foráneos, lo que abre la puerta a desequilibrios económicos más agudos.

Los extranjeros aprovecharon la barata

Ramírez Cuéllar recordó que los legisladores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) auspiciaron las reformas citadas en un momento en que el valor de los activos y las acciones de los bancos estaban en picada. Ese, agrega, fue el peor momento para vender y los extranjeros aprovecharon la ''barata'' de acciones que desembocará en un control absoluto del sistema de pagos por parte de inversionistas foráneos.

Di Costanzo subrayó que ''las obsesiones de corto plazo del Fondo Monetario Internacional'' (control inflacionario y déficit fiscal y de la cuenta corriente), así como las políticas de liberalización del mercado, privatizaciones y la reducción del papel del Estado, sólo han acrecentado los problemas a través del tiempo.

Sostuvo que un asunto importante es la salida de los flujos de capital en el contexto de los mercados financieros desregulados y el financiamiento del déficit de la cuenta corriente con capital externo. ''Para nadie es un secreto que estas medidas provocan extrema vulnerabilidad de las economías a la especulación, como ya ha ocurrido en México'', dijo.

Di Costanzo precisó que el Fondo Monetario Internacional y el Banco de México hacen a un lado el problema cuando el tipo de cambio es el ancla nominal de una política antinflacionaria.

El rechazo a devaluar es comprensible, pero cuando esos flujos toman la forma de ''portafolio'' de corto plazo, sobreviene la fuga de capitales con la consecuente inestabilidad en el país que abandonan.

Manifestó que la propuesta de gravar las utilidades en el mercado bursátil no es una idea aislada porque, incluso, el Banco Mundial en una reciente publicación denominada Nuevo planteamiento del sistema financiero internacional, sugiere gravar los flujos de capital para reducir movimientos especulativos que provoquen inestabilidad en los países llamados emergentes.

No hay justificación para los colosales costos sociales

Expuso que, de acuerdo con una investigación que realiza el Poder Legislativo, se concluyó que los colosales costos sociales de las políticas macroeconómicas impuestas a través de diversos acuerdos entre el gobierno mexicano y el Fondo Monetario Internacional entre 1982 y 1996, no tienen justificación.

Los niveles de gasto social medidos a precios de 1998 son sólo ligeramente superiores a 1980 y los salarios reales se han deteriorado por lo menos 40 por ciento en los últimos diez años.

Dijo que en esta semana se intensificarán las presiones en la Cámara de Diputados para que se aprueben la nueva Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos y la Ley Federal de Garantías del Crédito, cuyo propósito central es allegar más recursos a la banca privada que requiere de manera urgente para recapitalizarse.

De nueva cuenta, se busca el beneficio de las grandes empresas, en este caso las intermediarias financieras, en lugar de resolver los problemas que aquejan a la mayoría de la población y entre las que se encuentran las necesidades de vivienda, empleo, salud, educación y un ingreso con verdadero poder adquisitivo.