Ť Los afectados empiezan a desesperarse


Latente, el desbordamiento de tres ríos en Villahermosa

Ť El gobernador pide a los habitantes que vayan a los albergues

René Alberto López, corresponsal, Villahermosa, Tab., 11 de octubre Ť Los ríos Grijalva, Carrizal y Samaria, que asedian a esta capital, siguen aumentando sus caudales, las lluvias persisten y a la par crece el número de damnificados en territorio tabasqueño. Las autoridades estatales y municipales no se dan abasto para atender tantas llamadas de auxilio de personas que se encuentran aisladas en comunidades y colonias, así como las de quienes desde los 121 albergues instalados en 14 municipios afectados reclaman más ayuda.

Por si fuera poco, esta mañana se dio una mala noticia: el frente frío número seis traerá lluvias los próximos tres días. Y esta misma tarde arreciaron los aguaceros. En un comunicado de Protección Civil difundido por la televisión, la dependencia alertaba a los pobladores que viven a orillas de los ríos para que salieran de sus casas, pues se estima que sus niveles aumentarán 15 centímetros.

El gobernador, Víctor Manuel Barceló, usó las estaciones de radio para pedir a los ribereños que se organicen "para hacer frente a la emergencia que se avecina". Desde los micrófonos, casi suplicó a los habitantes de poblados en riego que salgan hacia los albergues instalados en zonas altas de los municipios.

Pero no es tarea fácil. Pese a la contingencia en las regiones afectadas, algunas familias se niegan a dejar sus viviendas por temor a que les roben sus propiedades. La señora María Soberano, de la ranchería El Cedro, de la región de Nacajuca, a 25 kilómetros de aquí, pidió le auxiliaran con tablas y medicina, pero "no vamos a salir de nuestra casa porque hay gente que anda robando". En ese sitio hay aproximadamente 200 viviendas con el agua a más de un metro.

"Señores, hay que garantizar la vida, las cosas materiales luego se recuperan. Váyanse a los albergues, ahí hay ropa y comida caliente", se suman a los llamados conductores de noticiarios radiofónicos. Ni así. Desde Jonuta, municipio de la región de los ríos, a 170 kilómetros de Villahermosa, esta mañana llamó a la radio doña Carmela Valencia. Ella vive en la ranchería Zapotal. "Estamos con el agua hasta el cuello", contó, y pidió apoyo de ropa y despensas, pero "no queremos dejar nuestras cositas doncito, luego nos roban hasta nuestras gallinas y cerdos".

El temor de los lugareños no es infundado. Piratas de las inundaciones trabajan por las noches. Aprovechando que las colonias anegadas se encuentran sin energía eléctrica, la rapiña sentó sus reales en esos lugares. Ayer, en la colonia Espejo, de Villahermosa, vecinos interceptaron y casi linchan a dos personas que en un cayuco hurtaban dos televisiones, una computadora y una videograbadora. Fueron entregados a la policía.

Por eso, no es gratuito que don Manuel Olán reclamara hoy más vigilancia policiaca en las colonias La Manga y Las Gaviotas, de esta ciudad. De la Asunción Castellanos, en la periferia de esta capital, el señor Gilberto García acusó que "ninguna patrulla vigila el lugar, el cual está asediado por maleantes".

nacajuca-inundaciones-jpg Hay historias tristes en todos los sitios que se encuentran bajo el agua. María Luisa Aguilar, de la colonia Compuerta, descalza y esperando turno para recibir alimentos, contó que por la terquedad de su marido perdieron lo poco que habían logrado obtener a lo largo de 10 años. "Le dije a mi esposo, cuando arreciaron las lluvias, que sacáramos todo porque nos íbamos a inundar. Pero terco que es, me decía que el río no crecería. Una noche, el agua nos llegó hasta arriba de la cintura y se nos echó a perder el radio portátil, la televisión de 14 pulgadas, la estufa, la plancha. Todo lo habíamos comprado a crédito. La poca ropa de nuestros hijos la arrastró la corriente. Ahora vamos a empezar de nuevo".

"Yo perdí mis dos camas y mis colchones, pero logré salvar mi estufa. Era todo lo que tenía", narró doña Felipa Acosta, mujer que vive en la colonia Tierra Colorada, y que hoy se encuentra albergada con sus cuatro hijos en una escuela. "No tengo marido y trabajo lavando ropa ajena, pero ahorita qué voy a lavar con tanta lluvia. Gracias a Dios aquí me dan comida caliente, luego veremos".

En algunos priva ya la desesperación. Una persona habló al noticiario de radio Telerreportaje para decir: "nos está llevando la chingada, necesitamos ayuda". Por lo que el conductor Emmanuel Sibilla lo conminó a no decir groserías, "porque estamos al aire". "Ustedes están en el aire, pero nosotros estamos hasta el culo de agua", reviró el colono, y la comunicación se cortó. Este caso, que exhibe la irritación de los afectados, ha sido muy comentado en Villahermosa.

Lo del agua al agua, o damnificados en hoteles de cinco estrellas

Las lluvias no privilegiaron clases. Pues las inundaciones llegaron hasta la exclusiva zona residencial de Tabasco 2000, donde el nivel alcanzó más de un metro. Entre los afectados figuran los directores de los diarios Presente y Tabasco Hoy, Jorge Calles Broca y Miguel Cantón Zetina, respectivamente. También dirigentes de partidos, como el coordinador de Amigos de Fox, Gonzalo Fócil, el del PRD municipal, Juan Manuel Fócil, y el líder del PCD, Carlos Vera.

Ahí, funcionarios del gobierno estatal tuvieron que salir de sus residencias, como el director de Turismo, Jorge Alberto Javier Quero, el secretario de Fomento Económico, Jesús Taracena, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Javier López y Conde, quienes sufrieron daños en lujosos muebles. Pero en los centros de reunión se dice en forma chusca sobre estos casos: "lo del agua, al agua".

Otros son empresarios, como Same Yabur, del equipo de campaña de Francisco Labastida; Manuel Díaz Rodríguez, dirigente de los hoteleros; Pachela Rovirosa, hija del ex gobernador Leandro Rovirosa, y Fernando Pazos, hermano del escritor Luis Pazos. Pero la diferencia en la forma en que enfrentan la contingencia los habitantes de colonias populares con este tipo de damnificados es notable. Los de Tabasco 2000 y Campestre se encuentran hospedados en hoteles de cinco y cuatro estrellas, o bien, en casas de familiares, mientras pasan las crecientes.

Hoy, la situación se agravó en el centro penitenciario de Villahermosa. Los presos del área de Almoloyita, que se encuentran en la celda con el agua "arriba de las rodillas", se amotinaron por la escasez de alimentos y porque no se les permite la visita familiar. El líquido era desalojado con bombas este mediodía. En ese sitio, donde están hacinados más de mil 800 reclusos, algunos reos menos peligrosos fueron trasladados a las azoteas, y las mujeres reubicadas en cárceles municipales, que "por seguridad", las autoridades no quisieron revelar a que prisión fueron llevadas.

Se supo que el precandidato del PRI Roberto Madrazo Pintado recorrió zonas afectadas del bosque de Saloya, donde proporcionó ayuda a los afectados.

Mientras las cifras crecen. Los damnificados aumentaron a 91 mil 500, las inundaciones se resienten en 287 poblaciones de 14 municipios, las autoridades han improvisado 121 albergues y preparan otros, y se han colocado más de 40 mil costales de arena a lo largo y ancho de esta capital.