Ť Acepta que aún no se logra llegar a comunidades de Puebla y Veracruz
Reprueba Zedillo que se utilice la tragedia con fines políticos
Ť Pidió a quienes están en campaña por la Presidencia, documentarse sobre las causas del desastre
Rosa Elvira Vargas, enviada, Teziutlán, Pue., 11 de octubre Ť Llueve de nuevo. No cesa el peligro. La gente no encuentra consuelo y los albergues apenas proporcionan un incipiente abrigo, pues el frío y la humedad se cuelan por todas partes. El Presidente Ernesto Zedillo estuvo hoy en uno de esos refugios, y desde ahí recomendó, a quienes están en campaña para gobernar México, documentarse sobre las causas reales de este desastre, pues "no se vale pretender lucrar políticamente con esta tragedia para ganar un espacio en un periódico, en un noticiario de radio o televisión".
Al mismo tiempo, admitió que a estas fechas todavía existen comunidades de Puebla y Veracruz a las que no se ha podido llegar con asistencia, debido a su aislamiento. "Tenemos que decirle a la gente cuál es el problema que existe para llegar y dar ese auxilio: ese obstáculo es el de las comunicaciones", resaltó.
Fue este un día para seguir encarando los reclamos de auxilio; para conocer las historias de dos hombres que quedaron como únicos sobrevivientes de familias de 14 y 15 miembros. Uno de ellos, Germán Ramos, no se ha movido de La Aurora desde que se desgajó el cerro, pues "todavía no he terminado de tapar las tumbas, porque estoy esperando el cuerpo de mi hermano Marcos", dice ya sin emoción en la voz.
Aún no hay casos de corrupción
Al término de la gira, Zedillo declaró a la prensa que no se han detectado casos de corrupción por permitir asentamientos urbanos en zonas de riesgo, y rechazó que con las lluvias haya sobresalido el "mapa de la pobreza" en México. El desastre ocurrió en las zonas (sureste, centro y sur) más pobladas, con fenómenos climáticos extremos y donde es más accidentado el terreno, lo cual "también debe tomarse en cuenta", dijo.
En tono de "respetuoso" llamado, el jefe del Ejecutivo planteó que México vive una época política y electoral en la que aquellos que aspiran a conducir al país hacen campaña, "pero no quisiéramos pensar", dijo, "que algunas de esas personas que están opinando sobre este desastre lo hagan, no por preocupación de la gente, sino simplemente por un interés político, personal".
Quienes están sufriendo este drama, continuó, "merecen nuestra solidaridad, pero también todo nuestro respeto; junto con el apoyo debe ir el respeto". Aquellos que quieren opinar sobre las causas de la tragedia que lo hagan, pero que acudan a la información disponible, a los datos fundamentados sobre estos hechos, afirmó.
"Que investiguen un poco, con seriedad", antes de dar su opinión, la cual será bienvenida, pero ésta lo será aún más "si está fundada en hechos y no en especulaciones", subrayó, y dedicó seis párrafos de su discurso para encarar los juicios que, incluso desde su propio partido, el PRI ųy concretamente el precandidato Roberto Madrazoų, han surgido para atribuir responsabilidad al gobierno federal por la magnitud de los daños ocasionados por las lluvias.
xOcurre siempre en estas circunstancias, dijo de entrada, que "hay personas que empiezan a opinar sobre las causas de estos desastres y empiezan a decir cosas que no necesariamente se basan en la información sistemática seria". Consideró que cuando se vive una desgracia como la actual, como la de esas familias que perdieron a un ser querido, "pues sencillamente no se vale pretender lucrar políticamente" con esos hechos para ganar espacios noticiosos.
Y es que, comentaría más tarde a la prensa, entre los días 3 y 5 de este mes, en esta región del país cayó cerca de 50 por ciento de la precipitación pluvial de todo un año. Este es un asunto que debe analizarse científicamente, pues algunos ya empiezan a señalar que lo ocurrido tiene que ver con el cambio climático. Lo cierto "es que ya llevamos tres años en que decimos: esto nunca había pasado, y pasó".
Las nuevas lluvias, acompañadas de frío y neblina en esa región serrana, obligaron a la comitiva presidencial a descender en las cercanías de Perote, Veracruz, y de ahí recorrer durante una hora, y por una carretera que ha quedado en pésimas condiciones, la distancia hasta Teziutlán.
Visitó entonces a aquellos que, guarecidos desde la semana pasada en el local del Club de Leones, ven pasar los días sin que las cosas cambien demasiado. Por el contrario, sus hijos empiezan a presentar enfermedades respiratorias y estomacales; la falta de espacio y la incomodidad del sitio irritan y entristecen a quienes ahora les sobra tiempo para recordar, pensar y añorar su antigua condición.
En ese sitio, repleto de niños ųmuchos pegados aún al pecho maternoų, el Presidente encabezó una evaluación en la que además de hacer el balance de las pérdidas, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) anunció un programa urgente de vivienda para atender desde aquellas casas que sólo requieren rehabilitaciones mínimas hasta las que deben reconstruirse totalmente e, incluso, las que deberán levantarse en terrenos distintos a su ubicación original.
Afuera, la neblina envolvía a Teziutlán. El frío calaba y en los rostros la tristeza es permanente. Antes de dejar el albergue, Zedillo reiteró que el gobierno "hará todo lo necesario para recuperar lo que hemos perdido materialmente", y que la primera tarea es asistir a quienes han estado en peligro de sufrir más daños, hambre, sed, enfermedades. "Esa era y sigue siendo nuestra primera responsabilidad", dijo.
Llevará tiempo recuperar caminos
Y admitió lo que por aquí es sabido por muchos: en la Sierra Norte de Puebla aún hay comunidades aisladas por la ruptura de carreteras y caminos. Llevará todavía tiempo recuperar los accesos, afirmó, pues, además "hemos seguido enfrentando una situación de clima muy adversa para los trabajos de reparación y de restablecimiento de los pasos".
La otra vía de acceso, los helicópteros, resulta complicada, pues sigue lloviendo. "Es muy peligroso, y yo diría imposible, que los helicópteros funcionen como quisiéramos en estas circunstancias de angustia para esa gente que está esperando nuestro apoyo", comentó.
Pese a que en los últimos días no ha aumentado significativamente el número de cadáveres rescatados en La Aurora, la situación del que fuera un importante asentamiento urbano y sobre el que hace una semana se desgajó un cerro, es indescriptible.
Si ya el viernes ųen la primera visita de Zedillo al lugarų la fetidez de la muerte hacía irrespirable la atmósfera, hoy ese hedor lo envuelve todo. Para colmo, la lluvia que volvió a caer desde el sábado convirtió al lugar en un lodazal resbaloso y profundo en tramos; peligroso para quien desee aventurarse a llegar.
Decenas de soldados siguen escarbando para encontrar sepultados por el alud, y como medida sanitaria han regado cal. Aquella es la suma de toda la pérdida, el dolor y el drama.
Hasta la parte más alta de las excavaciones, donde los soldados han abierto una poza de varios metros de profundidad, y dadas las dificultades que implica llegar hasta allá, Zedillo arribó acompañado sólo por un camarógrafo, algún elemento de seguridad y el gobernador Melquiades Morales. Permaneció un rato hablando con los militares. Más tarde comentaría que trasmitió a la tropa el reconocimiento que en forma de aplauso habían hecho a su labor los albergados, con quienes se había reunido antes.
De regreso hacia la parte baja del predio, se encontró con Germán Ramos Ceballos, quien perdió a 15 miembros de su familia y dijo que aún le falta encontrar a uno. No se resigna a dar por fallecido a su hermano, y ahora distribuye en todos lados su fotografía, porque "no sé si fue arrastrado por las aguas hacia otro poblado; yo quisiera recuperar su cuerpo. Estoy más tranquilo pero me falta una persona", dice.
Una mujer vieja llegó también hasta el mandatario para pedirle que se evalúe el estado de las viviendas que permanecen en pie, entre ellas la suya. Zedillo ofrece que enviará ingenieros, pues se notan fracturas en las casas.
ųSí ųasiente y suplica Pastora Landerosų, no se vaya a derrumbar. Yo tengo miedo. Dispense usted, yo ya estoy avanzada, pero todavía quiero vivir.
En ese mismo andar, otras personas gritan de nuevo que necesitan ayuda, víveres y agua. Otros más, que se necesita quitar la barda del panteón ųque está en la parte superior del cerro que se desplomó sobre las viviendas de La Auroraų e incluso surge la protesta de otros que aseguran: "en el albergue donde estamos, el encargado está pidiendo dinero para unas fotos, y sacar un reportaje".
600 nuevas viviendas
Antes de salir de Teziutlán, el jefe del Ejecutivo visitó un terreno de 12 hectáreas que fue comprado a un particular para levantar ahí un nuevo barrio al que se llevará a quienes perdieron sus casas que, por estar en zona de riesgo, no pueden erigirlas en el mismo sitio. Serán 600 las nuevas viviendas.
Mientras Zedillo esperaba, ya de regreso a Magueyitos ųdonde quedaron los helicópterosų, a que el cielo corriera la neblina, reflexionaría sobre la experiencia que han desarrollado los mexicanos para enfrentar desastres naturales. "La verdad, yo hubiera preferido no tener esta experiencia, pero ya que la tenemos la hemos aprovechado", dijo.
De igual modo, puso de relieve el carácter solidario del pueblo, "en lo material y en lo afectivo". Dijo estar impresionado por la fortaleza de los pobladores para enfrentar sus tragedias, pero admitió que "para mí es muy difícil también mantenerme con la misma entereza cuando recibo esos testimonios".
Afirmó: "Tristemente hemos aprendido mucho en materia de prevención en los últimos años, y creo que ha funcionado bastante bien ante el tamaño de las tragedias. Yo no me acuerdo cuándo, en tres meses, México había tenido dos terremotos mayores y unas inundaciones como éstas en varios estados. Ahora hemos tenido muchos frentes de tragedia".
Explicó por qué no se ha pedido ayuda internacional: "Sencillamente porque tenemos los medios para enfrentar esta situación. Y las cosas muy graves que estamos viviendo todavía y que no se han podido atender ųsoy el primero en admitirloų, se deben a circunstancias que no serían remediables con ayuda internacional".
"Creo que nos hemos hecho especialistas en reaccionar mucho más rápido que lo que se puede reaccionar en otras partes... la verdad es que por razones que yo hubiera querido no vivir, pues nos hemos hechos especialistas en esto".