n Todo lo que el juez ignoró para sentenciarme
Presentó Raúl Salinas su libro sobre el crimen de Ruiz Massieu
n La PGR no pudo, o no quiso aclararlo, dice el hermano incómodo
José Galán n A cinco años y nueve días del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, Raúl Salinas de Gortari subrayó que se trata de un crimen "que no pudo, o no quiso aclarar la PGR, por lo menos hasta el día de hoy".
Luego de reiterar su inocencia a través de una breve grabación hecha pública en la presentación de su libro Todo lo que el juez ignoró para sentenciarme, el hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, preso en el estado de México, dijo que la muerte de José Francisco Ruiz Massieu se debió a que tenía un gran potencial político, "y su ascenso no convenía a otros. Era preciso frenarlo, algo imposible de lograr en sus propios terrenos, y la única manera de detenerlo fue el crimen".
En el acto, encabezado por su hijo Juan José Salinas Pasalagua, los abogados Raúl Carrancá y Rivas y Alonso Ayala, así como por la defensora de los derechos humanos María Teresa Jardí, la voz de Raúl Salinas de Gortari señaló que el descrédito de la justicia "es creciente", mientras que la imagen pública de la política y de los políticos "es de lo más ruin".
El indiciado afirma que el libro aporta pruebas, no criterios subjetivos, de un caso en el que las autoridades "trataron de enterrar la verdad -bajo las 160 mil fojas del expediente- sobre un crimen que cimbró a México y, también sin duda, cumplió con el objetivo político de destrozar un proyecto nacional.
En un mensaje de grabación casera, reproducido para los asistentes a la presentación del libro -en primera fila su hija Mariana, su esposa Paulina Castañón y sus hermanos Adriana y Enrique-, el recluso acusa al juez Ricardo Ojeda Bohórquez de cometer "una serie de aberraciones legales en su sentencia a 50 años de prisión, llegando incluso a alterar constancias y a falsificar -él mismo- pruebas.
"Este libro consigna mi verdad, pero una verdad documentada, misma que fue presentada al citado juez para que, de acuerdo con la ley, la considerara en su sentencia, junto con los alegatos de la fiscalía. Pero la desechó con base en una serie de aberraciones legales", denunció. "En este caso, los hechos que enlodaron a la justicia mexicana los ideó Pablo Chapa Bezanilla -todos ustedes lo saben-, los autorizó Antonio Lozano Gracia, y prácticamente todos los ratificó Jorge Madrazo Cuéllar".
Luego, Raúl Salinas hizo un balance. En esto, dijo, como en todo, ha habido costos y beneficios. Los beneficios, añadió, están más o menos a la vista: "500 mil dólares a Fernando Rodríguez González,; Ramiro Aguilar Lucero recibió dos millones y medio de pesos por firmar el mensaje sobre la supuesta sepultura del cadáver de Manuel Muñoz Rocha en la finca El Encanto; el abogado Víctor Manuel Buendía Cabrera recibió, también por parte de la PGR, 300 mil pesos por defender a Rodríguez González; La Paca Zetina, un millón de pesos por detectar las vibraciones del cadáver de Muñoz Rocha y un viaje a las islas Canarias para intercambiar sabiduría con otra vidente".
Añadió que entre los beneficiarios, María Dolores Robles, esposa de Rodríguez González, recibió 160 mil pesos "que algún policía judicial federal habría robado en el cateo de su casa, y a María bernal le dieron cuatro mil pesos mensuales, un departamento, una camioneta y gasolina durante casi un año, además del mismo viaje que a La Paca".
Tras criticar las actuaciones de jueces, magistrados, agentes del Ministerio Público Federal, de Pablo Chapa bezanilla y de Antonio Lozano Gracia, Raúl Salinas sostuvo que Jorge Madrazo Cuéllar pasó de ser el defensor nacional de los derechos humanos a "violador de estos mismos, y aún tuvo la desfachatez, al cambiar de uniforme, de prevenir a quienes le respetaban y apoyaban de que como procurador haría cosas que no les habrían de gustar.
"De mi parte, cuatro años, siete meses y nueve días después de ser detenido, sigo demostrando que de ninguna manera y por ninguna sinrazón participé en una vileza tal, que por cierto, hace unas semanas cobró otra víctima en la persona de Mario Ruiz Massieú. Se suponía que los espectáculos de los más oscuros regímenes de la historia no cabrían en el México actual, como la agresión, por múltiples conductos, a las familias y los amigos de los perseguidos políticos. La noche mexicana no ha quedado atrás".
"Soy inocente", reiteró.
Poco antes, su hijo Juan José Salinas Pasalagua afirmó que Raúl Salinas de Gortari "no es el único que debe dar cuentas a la sociedad: las autoridades también deberían hacerlo, pues mi presencia aquí se debe a que soy hijo de un hombre injustamente acusado y condenado por un delito que no cometió", y sostuvo que el libro "es mucho más que la defensa escrita de puño y letra por mi padre. Es la recopilación del conjunto de pruebas que la sociedad mexicana tiene derecho a conocer sobre la injusticia de Estado cometida en perjuicio de un hombre", mediante prácticas "detestables llevadas a cabo por la autoridad".
Y acusó: "el aparato procurador de justicia está contaminado hasta la médula: son las autoridades las que sobornan, pactan con asesinos confesos, como Fernando Rodríguez; violan las leyes de inhumación y exhumación de cadáveres, y ridiculizan a la justicia mexicana, al punto de ponerla en manos de videntes".