La Jornada miércoles 6 de octubre de 1999

Carlos Marichal
El Banco de México, Ƒpara qué sirve?

Todos sabemos que el Banco de México --Banxico, para usar la terminología de los iniciados-- es una institución estratégica, y puede calificarse como jefe de familia de todo el sistema bancario. Sin embargo, lo que no queda tan claro es en qué medida no sólo cumple funciones financieras, sino también políticas. Estas últimas se expresan claramente en las recientes declaraciones de Armando Baqueiro, director de Investigaciones Económicas del banco central, quien públicamente decidió instruir a la población trabajadora de México sobre sus demandas salariales, recomendando no pedir aumentos salariales que asusten al sector empresarial o al gobierno.

En otras palabras, pese a la supuesta autonomía y neutralidad de Banxico, lo que se observa es la politización y parcialidad de sus directivos, pues en vez de limitarse a supervisar el sistema monetario y crediticio, que es el ámbito legal en el cual tienen ciertas prerrogativas, aparentemente se consideran autorizados para influir sobre las estrategias a ser adoptadas por los sindicatos nacionales, lo cual ha sido calificado como aberrante por el presidente de la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, Juan Moisés Calleja, y provocó un revuelo considerable.

En pocas palabras, el banco central ha sabido de nuevo colocarse con su característica habilidad en el ojo del huracán del debate político. Nadie puede acusarle de no estar comprometido con la realidad social: aboga explícitamente a favor del sector empresarial para que los obreros y empleados aprieten sus ya muy gastados cinturones. En cambio, no dice nada acerca de condiciones financieras que perjudican a aquellos sectores populares que han estado contribuyendo de manera fundamental en la salud de la economía mexicana y del propio banco de emisión.

Nos referimos a la increíble falta de regulación por parte de Banxico de las delictuosas operaciones que cometen desde hace años las poderosas empresas Electra y Banamex, que se han beneficiado injustamente de millones de mexicanos que remiten fondos de Estados Unidos. En asociación con sus socios, Western Union y Money Gram, ambas compañías cobran en forma de comisiones más de 10 por ciento de la totalidad de las remesas de los compatriotas, que se rompen la espalda para ganar sus salarios al otro lado de la frontera. En cuanto esos trabajadores mexicanos se arriesgan a emigrar no sólo aminoran el problema del desempleo, sino que, además, contribuyen en la salud económica del país remitiendo sus jornales duramente ganados e, inclusive, apoyando a Banxico, que así puede equilibrar sus cuentas.

Si vivimos en una democracia política, Ƒno sería hora de que el banco central (de todos los mexicanos) prestara atención a la salud financiera de los sectores populares, contribuyendo a regular las actividades de los dos pulpos financieros mencionados? En resumidas cuentas la pregunta que pueden hacer con toda justicia los trabajadores es: Ƒpara qué sirve el Banco de México?