Ť Ortiz: la política económica del gobierno tiene costos para el país
Aumentos en precios y tarifas públicas, acordes con la inflación
Ť Los contratos colectivos deben tomar en cuenta la productividad de los trabajadores, afirma
César Martínez Aznárez Ť El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, se adelantó ayer públicamente a la Secretaría de Hacienda al exigir que los aumentos de precios y tarifas de los bienes y servicios públicos que esa dependencia dicte para el próximo año deberán ser ''congruentes'' con la meta inflacionaria de 10 por ciento y demandó ''coordinación'' entre ambos organismos.
Por otra parte, al dictar una conferencia ante los miembros de la American Chamber-México (Amchar), luego de reiterar el llamado que hizo su institución en días pasados para que las expectativas inflacionarias de los contratos salariales se ajusten a la meta oficial, reconoció que la política del gobierno tiene costos para el país.
''Bajar la inflación en ninguna parte del mundo es gratis, siempre tiene costos. Pero el costo de no bajarla es mayor, eso es lo que también hay que entender'', advirtió el funcionario.
El pasado 30 de septiembre, el director de Investigaciones Económicas del banco central, Armando Baqueiro, convocó a trabajadores y patrones para que los convenios de salarios establecieran aumentos nominales no mayores a 10 por ciento, para contribuir a reducir la inflación.
Al consultar a Ortiz, luego del acto en la Amchar, sobre la posibilidad de que los trabajadores no puedan recuperar parte del salario perdido desde 1994, aclaró que los incrementos nominales de las remuneraciones podrán ser mayores a la inflación, porque, además de las expectativas de alzas de precios, también incluirían los aumentos en la productividad del trabajo.
''Lo que el Banco de México está diciendo es que hay que procurar que los contratos de todo tipo, incluyendo los salariales, tomen en cuenta las expectativas de inflación más los aumentos de productividad, y los incrementos de productividad en las empresas son distintos'', puntualizó.
Agregó: ''Creo que en las perspectivas que tenemos de inflación para el próximo año, es muy importante la coordinación entre los distintos actores, entre ellos el sector público, y esperamos que el comportamiento de los precios y tarifas (de bienes y servicios públicos) para el 2000 sea acorde con la meta de inflación esperada de 10 por ciento que hemos acordado con el gobierno'', dijo Ortiz, antes que la Secretaría de Hacienda haya hecho público su propósito en esta materia.
Recordó que a finales de 1998 el gobierno tuvo que aumentar las tarifas públicas para compensar los efectos negativos de la caída del precio del petróleo en sus finanzas, pero aseguró que para este año se prevé que no será necesaria una medida de ese tipo porque el precio del crudo ha tenido un comportamiento al alza.
La política de precios públicos deberá estudiarse dentro de la discusión presupuestal para el 2000, ''pero lo que digo es que tienen que ser congruentes con el objetivo de inflación'', demandó Ortiz.
Pobreza por crisis sexenal
Ortiz culpó a las crisis económicas sexenales como una de las causas de la situación actual de desigualdad en la distribución del ingreso. Para el próximo año ''la crisis recurrente la vamos a evitar'', aseguró ante los empresarios mexicanos y estadunidenses, en una afirmación mucho más audaz que las expresadas hasta ahora por los funcionarios, que se limitaban a señalar que el gobierno intentaría impedir ese colapso.
Interrogado por los inversionistas durante la conferencia sobre las medidas necesarias para abatir la pobreza, respondió que ''lo mejor que podemos hacer es propiciar condiciones para que el país crezca'' y continuar el combate a la inflación, aunque añadió que también se requiere priorizar la inversión en educación e infraestructura.
El BM, por acelerar la reforma
Para que la economía mexicana continúe con un desempeño favorable durante el 2000 es necesario mantener finanzas públicas sanas, una política monetaria ''prudente'', así como fortalecer al sistema financiero y acelerar el proceso de ''reforma estructural'', manifestó ayer Guillermo Güemez García, subgobernador del Banco de México.
En un encuentro con miembros del Colegio de Ingenieros, el funcionario aseguró que la solidez de la economía mexicana, junto con el blindaje financiero que obtuvo el gobierno garantizan una transmisión estable de gobierno en el 2000.
''La flexibilidad en el manejo de la política económica ha permitido mantener el crecimiento y la estabilidad a pesar de los choques externos adversos'', indicó.