Bernardo Bátiz Vázquez
Política. ƑQué esperar?
MARITAIN, ESE GENIAL pensador de nuestro convulso siglo, decía que no hay un avance fatal de la historia a un fin óptimo; ni el Estado omnipresente y omnipotente como lo pensaría Hegel, ni el progreso sin retorno a lo positivista, ni la idílica sociedad sin clases, última estación del tren de la historia como Marx lo concebía.
El filósofo cristiano que era Jacques Maritain veía con toda claridad un doble progreso contrario en la historia humana. Avanza el bien, hay progreso, descubrimientos científicos, obra de arte, mejor organización, más democracia, más justicia, pero simultáneamente avanza el mal.
Quién duda, decía, que la Revolución Francesa aportó a la humanidad la consagración de los derechos del hombre y del ciudadano y los ideales de la libertad, la igualdad y la fraternidad, pero todo ello en medio del torbellino del terror, del asambleísmo, de la crueldad y de la comisión de crímenes infames.
ƑDe qué depende que en épocas los avances del bien prevalezcan sobre los del mal o viceversa? Sin duda, concluía el pensador, de nuestras propias acciones, de nosotros depende que prevalezcan los rasgos positivos sobre los negativos, pero si aflojamos el paso, si titubeamos, las cosas no podrán corregirse solas y el deterioro y el retroceso irán en aumento.
No podemos detener el esfuerzo y hoy, en México, vemos como el deterioro avanza y nos arrastra en una espiral hacia abajo; la política difícilmente podía estar en un nivel más deprimente. Los precandidatos, con una excepción, o se ocupan de insultarse y descalificarse mutuamente o se ocupan más de su imagen y sus "frases de impacto" que de propuestas y programas. La economía, a pesar de premios en el extranjero, está al borde del abismo; como se ha publicado reiteradamente, a cambio de nuestro petróleo y de nuestra mano de obra barata, que exportamos, importamos todo, hasta comida para perros, como se dijo en un reportaje; vivimos de prestado, nuestra deuda nacional es inmensa y tenemos hipotecado el patrimonio de nuestros hijos por varias generaciones.
En lugar de la voluntad popular prevalecen las decisiones cupulares y los arreglos entre las élites y los dirigentes, el engaño y la manipulación a los militantes de los partidos, por parte de sus dirigentes, es cosa de todos los días; la inseguridad impera y salud, educación y servicios públicos en general se descuidan y decaen.
Parece que la noche está en su momento más obscuro, pero sin embargo, percibimos también inquietudes y movimientos sociales, aparecen grupos y personalidades que empujan hacia el otro lado, hacia el bien de México; los medios escritos y algunos electrónicos, dan cabida a estudiosos y pensadores que promueven y opinan y propugnan por el bien colectivo, de tal modo, que no podemos menos que recordar al pensador francés con el que inicié esta nota: avanza sin duda el mal, pero quizá en forma menos visible, menos espectacular, también avanza el bien y hay quien construya sociedad en vez de destruirla, quien eduque en vez de dar mal ejemplo, quien busque el bien general en vez del propio, quien prefiera la claridad al engaño, la sinceridad al doblez y al fingimiento.
El bien puede progresar en un doble progreso contrario más a fondo que el mal aun cuando en apariencia, el mal va más aprisa. *