Ť Formó parte del equipo fundador de La Jornada
Falleció Eduardo Montes, periodista y luchador social
Ť Fue militante comunista; estuvo preso por sus ideas políticas
Eduardo Montes Manzano nació en el Distrito Federal en 1931. Tipógrafo de oficio, militó en el Movimiento Reivindicador del Partido Comunista (1954), en el Partido Obrero Campesino Mexicano (de 1950 hasta su reincorporación al PCM en 1960). Participó en el movimiento ferrocarrilero. Como periodista fue jefe de redacción de Siglo Veinte. Trabajó en la agencia cubana Prensa Latina y entre 1974 y 1976 radicó en Moscú como corresponsal de Oposición. Ingresó como colaborador al Unomásuno en 1977 y en 1984 pasó a formar parte del equipo fundador de La Jornada. A la fecha fungía como director de La Jornada Ediciones. En abril de este año fue electo por la asamblea de accionistas de la empresa editora de este diario, Desarrollo de Medios, como presidente del Consejo de Administración, cargo que estaba próximo a asumir.
Ayer falleció, víctima de una afección cardiaca, en el Hospital 20 de Noviembre, del ISSSTE.
Eduardo Montes Manzano, en su propia voz... y en su memoria
Carlos Payán Velver, senador del PRD, director fundador de La Jornada: Allá por el año 1958, 1959, durante el auge del movimiento ferrocarrilero, el Partido Comunista estaba prácticamente en la clandestinidad. Yo vivía en un cuarto de azotea en la calle de Nazas. De ahí se bajaba por una escalera de sombra y se llegaba a otro cuarto. Eduardo tenía llave de ahí. Durante años se reunió en secreto con la Comisión Económica del PCM, todos los jueves. Cuando yo llegaba por ahí de las 11 de la noche encontraba todo limpio y recogido. Era el mejor estilo del trabajo clandestino. Ya en las últimas épocas trabajamos juntos en el Unomásuno y La Jornada. Siempre cuidadoso, siempre alertando mucho. En él siempre tuve a un gran compañero de trabajo, de una lealtad absoluta, enamorado, apasionado por su periódico. Para mí es un hermano, algo más que un hermano: un gran camarada, un compañero.
Arnoldo Martínez Verdugo, líder histórico del Partido Comunista Mexicano, ex delegado de Coyoacán: Cuarenta años de trabajar juntos es mucho tiempo. Lo recuerdo sobre todo como un militante muy responsable. De oficio trabajador gráfico e impresor, estuvo en el Partido Obrero y Campesino Mexicano (1950-1969) y desde ahí se esforzó mucho para lograr la unidad con el Partido Comunista. Lo recuerdo en esa y en todas las etapas de la lucha por su persistencia y su conciencia unitaria, aun en momentos en los que la división entre los comunistas se encontraba muy arraigada. Como lo estuvieron muchos luchadores comunistas, él también estuvo preso por temporadas breves, no por eso menos graves.
Jaime Avilés, columnista: Un izquierdista muy derecho, un hombre de una sola pieza. Me acuerdo cuando empezó el Unomásuno. Contaba con un puñado muy importante de articulistas de la izquierda comunista. Montes fue de los sobrevivientes, por su estilo mesurado, elegante. Mi primer congreso en el PCM fue el 19. Recuerdo a Montes, con las posiciones más avanzadas. Al final, vemos que ante la realidad zapatista se adaptó mucho más rápido que muchos de sus compañeros dinosaurios.
Adolfo Gilly, preso político en 1968, ex miembro del trotskista PRT, militante del PRD y funcionario del gobierno del DF con Cuauhtémoc Cárdenas: Vivimos juntos en la cárcel (en Lecumberri, entre 1968 y 19719). Nos defendimos juntos, organizamos discusiones muy intensas, participamos juntos en la defensa de los presos políticos de la crujía N, donde se encontraba él. Recuerdo haber discutido con él sobre Octavio Paz y su obra, sobre la invasión soviética a Checoslovaquia, que esos años tenía muy dividido al PCM. La ofensiva del Tet, en Vietnam, nos agarró dentro de la cárcel. Vivimos esos años con mucha intensidad.
Pablo Gómez, diputado federal del PRD, ex líder nacional interino de ese partido: Este hombre no es de los que hayan dado bandazos. Fue de lucha toda su vida y congruente con sus ideas. Lo conocí en 1964, cuando encabezando algo que se llamó Frente Electoral del Pueblo lanzó la candidatura de Ramón Danzós Palomino. Ya era alguien que nos echaba el rollo a los más jóvenes. En los debates siempre participó y aportó. Periodista de toda su vida, ha de haber escrito miles de artículos, además de sus libros. Cómo combatir el charrismo (escribió además La situación de la clase obrera y La URSS de Gorbachov) es un libro que tendría que ser reditado por su vigencia.
Gerardo Unzueta, fue secretario general del extinto Partido Comunista y actualmente funcionario de la Secretaría de Gobierno del DF: Formó parte de la generación que sacó al PCM de la clandestinidad. Trabajamos muy juntos cuando fui secretario general del PCM y él secretario de Organización. Teníamos un pie en la vida legal y otro en la clandestinidad, y siempre fue abnegado y disciplinado. Incluso llegó a imprimir La Voz de México en una imprenta pequeñísima que había sido de El Machete, convencido de que había que sacar a la luz pública la voz de los comunistas. Dirigimos juntos el periódico del movimiento ferrocarrilero de Vallejo, Unificación Ferroviaria. Cuando se formó el PRD Eduardo decidió no incorporarse, pues se oponía a que se disolviera una opción de izquierda revolucionaria y al final dio el paso, tres años después. Su vida es un testimonio de que la generación de la izquierda revolucionaria estamos aquí, presentes en la lucha por el cambio de régimen.
Octavio Rodríguez Araujo, politólogo, profesor universitario: Dentro del PCM fue flexible. Era de esos comunistas a los que no les dan miedo los trotskistas o los maoístas. Cuando se acabó la URSS fue de los primeros en hacer una autocrítica pública. Como articulista e intelectual hay que destacar dos cualidades: era un intelectual abierto, dispuesto a hablar con todos, incluso los no socialistas. Y segundo, muy importante en nuestro periodismo, cuando debatía no lo hacía para ganar, sino para encontrar la verdad.
David Martín del Campo, novelista, ex militante del PCM: Cuando lo conocí vivía en la unidad Sotelo, cerca de la Secretaría de la Defensa. Pensé que tenía problemas cuando hacía actividades militantes, pero a él no parecía preocuparle. Estoico, espartano. Colaboré con él, como muchos otros, en el órgano del PSUM, Oposición. Siempre fue muy cuidadoso de que las notas fueran informativas, no panfletarias.
Ramón Sosamontes, dirigente perredista, delegado en Iztapalapa: Nunca llegó a ser diputado, desafortunadamente. Fue víctima de prácticas dentro del partido que no ayudan muchas veces a seleccionar a los mejores como candidatos. Lo conocí de mucho tiempo atrás, cuando fui responsable de la Comisión Juvenil del PCM. Organizó el Comité del PCM en el DF con mi papá. Dentro del PMS recuerdo la discusión que tuvimos de cara a la elección de 1988. Con Heberto Castillo participó en la discusión sobre quién sería un candidato más fuerte para la coyuntura. Desde el principio sostuvo que sería Cuauhtémoc Cárdenas.