Ť Inaugurará la cátedra sobre el creador de Bajo el volcán, en el CNA
La locura, ''experiencia valiosa'' que Lowry asumió para escribir: Bowker
Ť ''Fue de los escritores que creían que el alcohol constituía una fuente de inspiración''
Ť Su primera esposa, a quien se consideraba desaparecida o muerta, hará una presentación pública, dice
César Güemes Ť Dos noticias ciertamente de ocho columnas trae Gordon Bowker, periodista y biógrafo británico, respecto de Malcolm Lowry. Sobre ellas versará, en parte, su participación en la cátedra que lleva el nombre del autor de Bajo el volcán que hoy inaugurará, a las 18:00 horas, en el Centro Nacional de las Artes (CNA). Bowker es no sólo uno de los biógrafos del prosista, sino quizá quien mejor lo conoce. En 1995 dio a la luz pública Perseguido por las furias: la vida de Malcolm Lowry, con lo cual establece y aterriza por fin muchos de los conocimientos que se tenían del creador. Otro tanto hizo con Lawrence Durrell, cuya biografía tituló A través del oscuro laberinto.
ƑPerseguido por el fuego?
ųEsperamos que a partir de la Cátedra Malcolm Lowry sea posible dilucidar la frontera entre el mito que hace de sí el escritor y su realidad como persona. ƑEs esa la intención?
ųBueno, lo cierto es que todos los escritores de biografías se enfrentan de entrada a un mito. En el caso de Lowry se dice siempre que es un genio y se conocen muchas historias extrañas acerca de él, por ejemplo recordemos que en Canadá se quemó su cabaña; cuando vivió específicamente en Ontario, se incendiaron casas cercanas al sitio donde radicaba; en Nueva York, mientras es huésped de su agente literario, súbitamente el fuego de la chimenea consume la alfombra.
''Lowry pensaba que el fuego era un elemento que lo perseguía y hay que decir que le encantaba esa idea. Luego, cuando tenía 23 años se perdió el manuscrito de su primera novela; por otra parte y posteriormente, en Acapulco, desapareció El lastre del barco blanco, motivo por el que nunca se publica. Así que uno de los grandes mitos que a él le gustaba alimentar es el de que estaba maldito y condenado. Hizo creer a quienes lo rodeaban que los dioses lo perseguían para castigarlo por los pecados que había cometido. La pregunta a la que se enfrenta el biógrafo es justamente esa: Ƒdónde termina el mito y empieza la realidad?
''Déjame darte un buen ejemplo de esto. Con Lowry hay acontecimientos clave que solían suceder en días muy señalados. La fecha en que se encuentra con su mentor resulta que coincide con su propio cumpleaños. Cuando viene a México, se sabe que llega el Día de Muertos, curiosamente. Bien, lo que a mí me dijo su primera esposa es que estaba tan obsesionado con el calendario que arreglaba su vida de modo tal que los hechos sucedieran en un día concreto. Claro, él decía: qué coincidencia. Lo que sucede con su venida a México es que no arriba precisamente el Día de Muertos, sino el 30 de octubre. Pero a él le acomodaba más creer que había llegado un poco después. Es labor del biógrafo desbrozar el terreno de los mitos. Es mi trabajo el de ser detective y hacer lo posible por encontrar la verdad, aunque estoy muy consciente de que en el caso de un tipo como Lowry, esto resulta difícil."
ųEste peculiar comportamiento del escritor, Ƒcon qué está más relacionado, con el alcohol, con una especie de juego consciente o con un desarreglo interno?
ųCreo que esos tres rubros son buenos para explicar su vida. Cuando él era niño tenía un gran sentido de la diversión, le encantaba practicar juegos. En algunas ocasiones esos juegos llegaron a ser muy sutiles. Con sus hermanos y después con sus compañeros de escuela buscó formas para reírse de las figuras de autoridad: los padres, los maestros, los tutores académicos. Siempre trataba de burlarse de ellos, aunque de forma muy inteligente, casi imperceptible. Luego, ya como escritor adulto, sabía cómo actuar para un público al estilo de un profesional de los escenarios. Se sabe que cada vez que decía algo extraordinario, miraba por el rabillo del ojo para percibir la reacción de los escuchas. Si a eso le añadimos y mezclamos el alcohol, obtenemos a este extraño jugador que se va convirtiendo cada vez más en un ser dramático, que se ve a sí mismo como un personaje.
Ser un gran perdedor
''Por ejemplo, cuando se ve internado en un hospital siquiátrico en Nueva York, por el alcoholismo, comienza a divertirse con un juego que practica con su médico: mientras el siquiatra lo entrevista, es Lowry quien toma notas, incluso antes que el facultativo. En el cuaderno de Lowry de ese momento dice: 'el siquiatra me ordena que deje de tomar esta nota que ahora escribo'. En otro momento, en México, le gustaba jugar con la idea de que era un ex combatiente de la Guerra Civil española y decir que la policía estaba tras sus pasos. A tanto llegó esta historia que luego de fingir que de veras es un espía, mientras bebe en un bar, lo detienen. Entonces cambia el juego: pasa a ser la víctima del jefe de la policía, dice que lo persiguen, que lo quieren castrar e incluso fusilar.
''Recordemos que toda esta manera de jugar ocurre dentro de su alcoholismo y todavía alcanza a sacar la cabeza para ponerla por escrito. Creo que la bebida lo llevó decididamente a las puertas de la locura. Muchos periodos de su vida los pasó en instituciones mentales e incluso bajo sicoanálisis. Esto le permitió volverse muy bueno para sacar de quicio a los médicos, porque sabía de antemano cuáles eran las preguntas, para las cuales tuvo respuestas cada vez más desconcertantes. Sin embargo, pienso que esos accesos de locura eran bastante reales. Lowry era de los escritores que creían que el alcohol era fuente de inspiración del autor creativo. Incluso la locura era considerada por él como una experiencia valiosa para su escritura, eso fue lo que le enseñaron. Pensó siempre que el papel del novelista era descender al infierno y regresar para contarnos cómo era. Acerca de Bajo el volcán, por ejemplo, dijo que estaba trabajando en algo nuevo sobre las llamas del infierno."
ųUn factor para apreciar a Lowry en México es porque tendemos a desarrollar cariño por los perdedores. Todo parece indicar que el alcohol, los incendios que lo ''siguen" y los juegos que practica terminan por ganarle y volverlo un tipo singular de perdedor. ƑEstaría de acuerdo?
ųMe doy cuenta de eso. Un hombre que llega a un hospital siquiátrico por su forma de beber, es un perdedor, lo mismo que una persona que meten a la cárcel por ese motivo. Alguien a quien deja su esposa, otro tanto. Sólo que a Lowry lo que le importaba, más que ser un ganador común, era escribir una gran obra de arte. Basados en eso, la historia lo juzgaría como un ganador, aunque quizá en México, donde en efecto es simpático quien pierde, se le aprecie más porque fue un gran perdedor.
Dos sorpresas dos
ųComo biógrafo, Ƒsiente que iba dejándole marcado el camino casi con granos de arroz o iba cerrando las puertas tras de sí?
ųAlguna vez pensé que al inventar todos estos mitos, también estaba realizando un juego con su posible biógrafo. El mismo juego que empezó con sus padres, siguió con sus maestros y siquiatras y finalmente conmigo. Trataba de engañarme, como trató de embaucarlos a ellos. Es una relación un tanto extraña.
ųƑHabrá algún hallazgo que dé a conocer en esta cátedra?
ųBueno, diría que tengo dos sorpresas, sí.
ųAnúncielas, al menos.
ųDaré noticia sobre la gran novela que estaba trabajando al mismo tiempo que Bajo el volcán, que empezó antes de venir a México, y de la cual lo único que se sabía era que cuando estaba en Canadá, luego del incendio de su cabaña, sólo se salva Bajo el volcán. De la otra novela se habla siempre como ''el gran libro perdido". Sin embargo, anunciaré que no es así.
''La otra noticia es que durante muchos años se pensó que su primera esposa o había desaparecido o estaba muerta. Bien, pues la mujer está viva y a punto de realizar una aparición pública. Esas son mis notas de ocho columnas.''