Ť DE LINEA A LINEA

Ť Martín Sánchez Treviño *

 

Ť Disputa anticipada en la UAT

Ť Posible salida decorosa del rector

 

La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) ha enfrentado en los últimos dos meses una serie de conflictos derivados del rompimiento de los grupos que en los últimos 20 años han controlado las escuelas y facultades, aunque para ello se han apoyado de movimientos porriles.

Uno de los protagonistas es el rector Humberto Filizola Haces, quien apenas el año pasado se reeligió para el tercer periodo al margen de los estatutos, aunque antes de pasar a esa etapa de su rectorado tuvo un acuerdo político con el grupo que ahora le disputa el poder, ya que jugaron con el mismo precandidato a la gubernatura tamaulipeca, Marco Antonio Bernal, y tenían amplios planes para la elección del 2000, en la que Filizola Haces sería senador y el actual director de la Unidad Multidisciplinaria, Francisco Hernández García, ascendería a la rectoría.

Sin embargo, la renuncia obligada de Alfonso Pérez Vázquez a la Dirección de Prensa y Comunicación Social de la universidad, el pasado 3 de agosto, cambió el panorama para quienes mantenían la hegemonía universitaria. Su salida provocó un rompimiento con la rectoría, ya que le fueron cancelados los privilegios de casi 20 años.

Inconforme con el despido, Pérez Vázquez, El Yuca, a quien se le involucra en por lo menos dos asesinatos, movilizó a profesores y porros de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales e impuso al coordinador estudiantil Rigoberto García Berrones, quien no ha dejado de pugnar por la salida de Miguel González de la Viña, director de una unidad de la que dependen cuatro escuelas importantes de la UAT.

A principios de esta semana, con ganas de echarle leña al fuego, más de 300 estudiantes de la Facultad de Enfermería paralizaron las actividades escolares en rechazo a los cobros adicionales a las inscripciones semestrales, además de acusar a la directora del plantel por abuso de autoridad.

Pero como los grupos están en disputa por el control universitario, el rector Filizola Haces argumenta que el paro estudiantil es impulsado por Fernando Arizpe García, secretario general de la UAT, ya que es de todos conocido que la Facultad de Enfermería es controlada por dicho funcionario.

Lo que confunde a los universitarios es que, mientras la crisis toca fondo, en por lo menos tres facultades de la UAT el rector es placeado por el gobernador Tomás Yarrington. De aquí surge la versión de que habrá una salida decorosa para el rector y que bien podría ser una candidatura a diputado federal.

A decir de algunos investigadores universitarios, la salida de Pérez Vázquez de la UAT fue favorable para la institución, de ahí que no se expliquen los reclamos de algo que ya perdió: querer controlar una facultad desde fuera de la universidad. Esa misma corriente considera que el ex funcionario debería estar conforme con la manera en que salió de la institución.

Quienes han magnificado el rompimiento entre el rector y el secretario general de la universidad tienen en el paro de la Facultad de Enfermería un buen motivo para pensar que la guerra pasó de lo interno a lo público, pero con mucho tiempo de anticipación, porque la disputa entre los grupos políticos se esperaba hasta fines del 2000.