Miles de soldados se alistan a combatir a separatistas islámicos
Tropas rusas atacan Chechenia
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Moscú, 1o. de octubre * El ministro de Defensa, Igor Sergueiev, confirmó hoy que miles de soldados rusos, a bordo de vehículos blindados, ingresaron a territorio checheno donde ocuparon cinco poblados estratégicos en zonas montañosas en el oeste, norte y este de la república de Chechenia para enfrentar a separatistas islámicos.
Sin embargo, el primer ministro Vladimir Putin afirmó que "todos los órganos del poder en Chechenia son ilegítimos" por haber sido elegidos "al margen de las leyes rusas", y declinó responder si Moscú sigue considerando a Aslan Masjadov como presidente checheno.
Encuestas realizadas por medios de comunicación rusos indicaron que la opinión pública está en favor de la intervención, pues los islamistas "provocaron" a Moscú. Con todo, Estados Unidos, por conducto del Departamento de Estado, advirtió a las partes en conflicto que deben evitar el "uso indiscriminado" de la fuerza que pueda degenerar en una "guerra catastrófica".
Sergueiev dijo que el objetivo del avance militar ruso es crear una "zona de seguridad" que impida la salida de la región de radicales islámicos, a los que Moscú acusa de haber perpetrado una serie de atentados con bombas en edificios de vivienda en la capital y otras ciudades rusas que en semanas anteriores provocaron 300 muertos.
El responsable confirmó que las tropas rusas avanzaron entre cinco y diez kilómetros dentro del territorio checheno y ocuparon los poblados de Bamut, Sandak y Galaiti, al oeste y este de Grozny, para facilitar la entrada de tropas a la capital chechena en caso de que se realice una incursión terrestre.
Tanto Moscú como Grozny afirmaron que pese al ingreso de militares no hubo enfrentamientos en la zona. Sin embargo, aviones rusos seguían bombardeando hoy supuestas posiciones rebeldes en los alrededores de Grozny por séptimo día consecutivo.
De su lado, el ministro ruso del Interior, Vladimir Rushailo, dijo que aún es prematuro decir si comenzará una operación terrestre en la región y agregó que, por lo pronto, la intención es crear un "tapón" para someter a los islámicos y evitar la intervención por tierra, que sería mucho más complicada.
Putin se reunió hoy en Moscú con representantes del antiguo Parlamento checheno, elegido en junio de 1996, durante la guerra que esta república sostuvo con el ejército ruso. Los diputados subrayaron al primer ministro la pertenencia de Chechenia a la Federación Rusa, según informaron las agencias.
Poco después Putin afirmó que "el único organismo legítimo del poder en Chechenia" es dicho Parlamento, que funciona en el exilio desde que el jefe separatista Aslan Masjadov asumió el gobierno de la república.
Hasta ahora, Grozny ha insistido en que la rebelión islámica en Daguestán y los atentados con bomba son un pretexto de Rusia para invadir Chechenia y destituir al gobierno secesionista para sustituirlo por uno fiel a Moscú.
Masjadov sostuvo hoy que si Rusia ataca por tierra ello desencadenaría una guera en todo el Cáucaso. Reiteró, asimismo, que su gobierno no ha dado apoyo en ningún momento a los separatistas islámicos y que los atentados con bombas en ciudades rusas no provinieron de los chechenos, y que puede comprobarlo.
Cuando comenzaron los bombardeos rusos contra Grozny, Masjadov ofreció dichas pruebas a Putin y al presidente ruso Boris Yeltsin, y los instó a reunirse con él para solucionar el conflicto por medios pacíficos, pero el Kremlin rechazó un posible encuentro.
El Ministerio de Prevención de Desastres de Moscú advirtió hoy que ya hay unos 88 mil chechenos refugiados en la vecina Ingushetia huyendo de los bombardeos rusos contra Grozny. El gobierno de dicha república afirmó hoy que a diario ingresan 3 mil personas.
Organismos humanitarios dijeron que unos 3 mil desplazados más quedaron varados en la frontera de Daguestán, desprovistos de toda asistencia.
Algunos medios aplicaron encuestas entre la población rusa, que se pronunció en favor del ingreso de tropas a Chechenia repitiendo los argumentos que el gobierno reiteró en las últimas semanas sin cesar: que los rebeldes islámicos son "bandidos, terroristas" y "un cáncer que hay que erradicar".
Estados Unidos, dijo el vocero del Departamento de Estado, James Rubin, considera que "cualquier reanudación de ataques terrestres (en Chechenia) amenaza los intereses de Rusia y crea inestabilidad en la región".