En una de sus consultas a las brujas, Macbeth, abriéndose paso por el lodazal del acto IV, escucha el pronóstico de La Aparición. La aparición (valga la redundancia) aparece luego de este conjuro que dicen las brujas: ''Muéstrate espíritu, muéstrate en tu ser, muéstrate espíritu, muestra tu poder". Entonces Shakespeare, que es en realidad quien hace que Macbeth se bata en los lodazales de este acto, escribe esta indicación escénica: ''Truenos. Aparición de una cabeza cubierta con un casco". Pues esta cabeza le dice a Macbeth que ''no será nunca vencido hasta que el gran bosque de Birnam suba marchando para combatir a la alta colina de Dunisiane". ƑUn bosque que marche hasta su castillo?; imposible, Macbeth se retira seguro de su triunfo.
Mientras el general Pinochet asiste (sin asistir) al proceso legal que se le sigue en Bow Street, en Londres, la República Popular China cumple 50 años de existencia y además Bono, Bob Geldof, Willie Colón y un grupo de economistas se asocian con el Papa en un contingente ecléctico que busca, aprovechando que no tarda en llegar el año del jubileo, que los países ricos que prestan dinero perdonen sus deudas a los países pobres. Se trata de un asunto de equilibrio: los ricos tienen mucho dinero porque los pobres tienen poco; en cuanto los pobres se quedan sin nada hay que inyectarles algo de capital para que después haya a quien quitarle un poco. ƑO de verdad se trata de un asunto de caridad?
En la República Popular China el autoritarismo tiene, por decir algo, este calibre: ningún chino (de los que vivían en China, claro) se enteró que Neil Armstrong puso los pies en la Luna en 1969; para ellos la conquista terrícola del espacio sucedió en 1970, con el lanzamiento del satélite Dongfanghong-I, que entre sus ventajas contaba con unos altavoces que emitían, para todo el auditorio del espacio exterior, el himno favorito de Mao que se llamaba El oriente es rojo.
Hace unos días, en estas mismas páginas, Ugo Pipitone escribió un artículo sobre los 50 años de esa república que conquistó el espacio tarde, pero con música. El artículo dice a cierta altura: ''El avance en las condiciones de vida de los 550 millones de chinos de 1949 no habría sido posible con democracia y pluralismo". Y en otra parte señala: ''Sin querer justificar nada, el hecho sustantivo es que el autoritarismo político ha sido simultáneo con un crecimiento económico que ha beneficiado a la gran mayoría de la población; y si el país no entrara a un ciclo político de inestabilidad interna, es probable que en el curso de la siguiente generación su economía llegue a ser la más grande del mundo".
Baltazar Garzón, el magistrado que busca la extradición de Augusto Pinochet a España, espera, y nosotros con él, que se haga justicia: el general, con todo y sus crisis de hipocondria, tendrá que pagar por esa colección de crímenes que lo han convertido en una celebridad. Descontando que todo Chile tiene menos habitantes que la ciudad de México y que los millones de chinos son una multitud incomparable, podemos rescatar para Chile esa bonanza económica, producto en buena medida del régimen autoritario que se llamó El Milagro Chileno.
ƑQué tan deseable es el bienestar económico de un país en estas condiciones? Lo cierto es que un Estado de economía poderosa no es, necesariamente, un mejor país ni sus habitantes son mejores que los pobladores de un país de economía, digamos, defectuosa; lo mismo que una gran fortuna no hace de su poseedor una mejor persona. Los 50 años de la República Popular China y la justicia a punto de caer sobre Pinochet ofrecen, entre otras, una reflexión de este tipo; hay que tener precaución con la economía, esa ciencia que encuentra en las dictaduras un abono estupendo.
El mensaje de esa banda ecléctica que dirigen Bono y el Papa es muy claro: en este planeta, a estas alturas de la civilización, no puede seguir valiendo más quién más dinero tenga. ƑLogrará la banda ecléctica su misión imposible?, Ƒpagará Pinochet por sus crímenes?, Ƒsabrán los chinos de la existencia de Neil Armstrong? Tres preguntas cuya respuesta debería ser ''sí". No olvidemos el desenlace de aquel imposible de la tragedia de Shakespeare: Macbeth mira aterrorizado desde la ventana cómo el bosque de Birnam marcha sobre su palacio.