n El temblor paralizó las actividades; tuvo tres réplicas
Nueve estados y el DF vivieron dos minutos interminables
n Escenas de histeria y miedo en varias ciudades afectadas
n Afectaciones severas en edificios públicos y carreteras
Nueve entidades del sur del país y la ciudad de México fueron sacudidas ayer por un sismo de 7.5 grados en la escala de Richter, tipificado como ''fuerte, con posibilidades de transformarse en una catástrofe'', que tuvo su epicentro a 15 kilómetros de Puerto Escondido, en Oaxaca. El temblor se sintió por espacio de casi 120 segundos, y tuvo un saldo preliminar de 17 muertos, centenas de viviendas con afectaciones graves, así como daños severos en escuelas, edificios públicos y privados, iglesias e incluso algunas vías de comunicación, entre ellas carreteras y puentes.
Aunque según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), la magnitud del temblor fue de 7.4 grados en la escala de Richter, el Centro Geológico de Estados Unidos, con sede en Colorado, indicó que la intensidad del movimiento telúrico fue de 7.5 grados, mientras que el Sismológico de Estrasburgo lo ubicó en 7.6 grados
Posteriormente, el movimiento de tierra tuvo tres réplicas, y la más fuerte alcanzó los 3.9 grados.
De acuerdo con los especialistas, la escala Richter permite una apreciación más objetiva de la fuerza telúrica. Se trata de una escala logarítmica de base diez, en la cual cada punto de ascenso implica la multiplicación por diez de la fuerza del sismo. De uno a dos grados, los movimientos sólo se perciben mediante el uso de instrumentos; en el tercer grado, se siente sólo si se está cerca del epicentro; entre el cuarto y quinto grados, los efectos se resienten en un radio de 30 kilómetros con daños leves; ya en el sexto grado, el temblor se considera moderado, pero llega a ocasionar víctimas mortales y graves daños en regiones altamente pobladas.
Asimismo, en el séptimo grado -donde se ubica el temblor ocurrido ayer- se califica como ''fuerte'' con elevadas probabilidades de transformarse en una catástrofe. El octavo grado -como el que se registró el 19 de septiembre de 1985 en la ciudad de México, de 8.1 grados- es considerado como ''muy intenso'', con una secuela grave que depende de la duración y puede complicarse con movimientos trepidatorios. Finalmente, en el grado 9 de la escala de Richter, el movimiento telúrico puede calificarse como un terremoto con efectos catastróficos, como la apertura de grandes grietas y desgajamiento de montañas.
El sismo, que se registró a las 11:31 de la mañana, paralizó las actividades cotidianas en prácticamente toda la porción sur del país, ocasionó interrupciones en el suministro de energía eléctrica, dislocó el sistema de telefonía y afectó también parte de la infraestructura hidráulica, principalmente en la ciudad de México y en buena parte de Oaxaca.
El presidente Ernesto Zedillo, quien al ocurrir el temblor se encontraba finalizando una gira por Querétaro -donde el movimiento de tierra fue imperceptible-, de inmediato se comunicó con los titulares de las secretarías de Gobernación y de la Defensa Nacional para conocer los informes sobre los efectos del temblor.
En sus primeras impresiones a la prensa dijo que ante todo le interesaba conocer la ubicación del epicentro del fenómeno, dado que siempre es ahí donde al resentirse con mayor intensidad la fuerza del sismo, también se registran los mayores daños.
Para ese momento, el mandatario sabía ya, sin embargo, que en la capital del país no se habían presentado consecuencias mayores. Al filo del mediodía, Zedillo tenía informes de que en Guerrero, Michoacán, Chiapas y en los estados aledaños al Distrito Federal, ''aparentemente no hay cosas graves'', pero mostró su preocupación por lo que pudiera haber sucedido en Oaxaca, donde las comunicaciones se encontraban parcialmente interrumpidas.
El de ayer, fue el segundo movimiento telúrico superior a seis grados en la escala de Richter que se presenta en el territorio mexicano en poco más de tres meses. De tipo oscilatorio, el temblor se sintió en los estados de Oaxaca, Puebla, Chiapas, Morelos, Veracruz, Michoacán, Tabasco, estado de México y el Distrito Federal.
En este movimiento, además de su intensidad, su prolongada duración influyó sobremanera en las reacciones de la población, la cual en no pocos casos fue presa de la histeria, al extremo de que algunas de las muertes ocurridas se dieron por la salida intempestiva de los edificios y viviendas y, en otros, el pánico ocasionó infartos.
El reporte emitido a las 14 horas por la Coordinación General de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, no daba cuenta de daños materiales de consideración en el territorio nacional, pero se reservaba el deslinde sobre Oaxaca, dado que en esa entidad se ubicó el epicentro del sismo.
Mencionaba que para esa hora se hacía ya una minuciosa evaluación y se revisaban las probables consecuencias en las áreas de Huatulco, Puerto Escondido, Puerto Angel, Pinotepa Nacional y la propia capital oaxaqueña.
En los 5 mil 500 planteles de educación básica y media de la ciudad de México, al iniciar el temblor se suspendieron de inmediato las labores. De acuerdo con la Subsecretaría de Servicios Educativos de esta capital y el Cenapred, se reportaron 46 escuelas con algún tipo de afectación, pero sólo en tres de ellas se registraron desprendimientos que obligarán a la interrupción de las labores docentes, en tanto que los peritos evalúan la magnitud de los daños. (De la Redacción)
n Crisis nerviosas en Puebla, Edomex, Hidalgo, Morelos, Campeche y Chiapas
En Veracruz, una persona muerta y daños en escuelas
De los corresponsales n El sismo de 7.4 grados en la escala de Richter, con epicentro en el estado de Oaxaca, provocó daños en inmuebles de Veracruz, donde se reportó una persona muerta. En el resto de las entidades, a pesar de la magnitud del movimiento de tierra no se registraron daños de consideración, heridos o muertos, según los reportes oficiales.
Los informes recurrentes de las autoridades de Protección Civil de los estados del sureste y del centro del país, se refieren a crisis nerviosas entre la población, sin mayores consecuencias. Asimismo, se mencionan daños menores en inmuebles, particularmente en los estados de Puebla y Veracruz, donde varias escuelas resultaron afectadas.
La entidad que registró mayores efectos -con excepción de Oaxaca- fue Veracruz, donde las autoridades informaron de varias afectaciones en edificios e iglesias. La Subsecretaría de Seguridad Pública, a cargo de Alejandro Montaño Guzmán, confirmó el fallecimiento de la señora Irma Córdoba, de 70 años de edad, quien en su intento por salir rápidamente de su vivienda resbaló, provocándose una fractura craneoencefálica que le produjo la muerte.
También se dan a conocer daños en la catedral de Jalapa, reportándose cuarteaduras en el campanario de la torre principal, y entre una torre que se encuentra incompleta y el edificio central.
Otros inmuebles dañados fueron el edificio preparatoriano, considerado histórico, pues data del siglo pasado, y la sede del Instituto de Pensiones, que presentó fisuras importantes que obligaron a la evacuación de 500 empleados.
En el puerto de Veracruz, el recinto de la Reforma resultó con cuarteaduras en sus muros, así como el puente de la avenida Cuauhtémoc, que comunica al norte de la ciudad. En el resto del estado, los reportes fueron ''sin novedad''.
En tanto, en el estado de México, la Dirección Protección Civil informó que en por lo menos diez municipios se reportaron daños menores en aulas e iglesias de los municipios de Toluca, Ecatepec, Atizapán y Cuautitlán, si bien subrayó que no hubo que lamentar muertos ni lesionados. La iglesia de Amecameca tuvo daños en sus estructuras.
El gobernador del estado, Arturo Montiel, dijo que aun cuando no hubo daños que lamentar las unidades de protección civil y cuerpos de rescate se mantendrán en alerta durante las próximas 72 horas.
Por lo que corresponde a la zona oriente del estado de México, Roberto Bello, delegado de Protección Civil, reportó crisis nerviosas en algunas personas, así como la incomunicación temporal vía telefónica.
Los informes del estado de Puebla señalan que a pesar de la magnitud del sismo y de que algunas de las estructuras de inmuebles se encontraban dañadas por el pasado temblor, sólo hubo crisis de nervios -particularmente en el centro histórico de la ciudad capital del estado-, caos vehicular y evacuación de empresas y edificios públicos.
En el centro se encuentran numerosos edificios que están todavía apuntalados como consecuencia del pasado sismo. Por lo menos cien trabajadores que laboraban en las cúpulas de la Catedral y del templo de la Compañía de Jesús vivieron minutos de pánico, pues intentaron bajar lo más pronto posible de los andamios.
Las autoridades atribuyeron los efectos a la psicosis que tiene la población a consecuencia del pasado temblor. Extraoficialmente se conoció que ocho escuelas reportaron daños y hundimientos.
En capital poblana, el temblor provocó que se suspendiera una sesión del Congreso del estado, así como la inauguración de un congreso en la Universidad de las Américas, que encabezaba el gobernador Melquiades Morales Flores.
En el municipio de Cuautinchán se derrumbó la torre del ex convento que data del siglo XVI, si bien las autoridades informaron que ésta ya se encontraba dañada por el sismo del pasado 15 de junio y se tenía programado demolerla.
Los informes del estado de Hidalgo no incluyen daños de consideración, aunque se detallan cuarteaduras en escuelas, donde se evacuó al personal y a los alumnos. Además, se indicó que hubo 20 ingresos a hospitales de personas que padecieron crisis por pánico.
El mismo saldo blanco se reportó en Morelos, donde el director de Protección Civil, Anselmo Sotelo, señaló que solamente hubo ''sustos y problemas nerviosos'', además de ligeras fisuras en algunos edificios.
Mientras tanto, en Campeche, donde regularmente no se resienten los temblores, el sismo ahora sí fue perceptible de manera ligera, pero sin consecuencias.
Informes de Aguascalientes y Jalisco asientan que el fenómeno se sintió ligeramente, sin que hubiera daños mayores en ambos estados. En Chiapas, aun cuando el movimiento telúrico fue percibido con mayor intensidad, no se reportaron daños materiales ni pérdidas humanas.