Su apellido en inglés significa ``zorro''. Y una de las acepciones en el Random house of the english language es ``persona astuta y artificiosa''. Llegó puntual a la cita para desayunar con funcionarios y articulistas de La Jornada, con las proverbiales botas vaqueras, pero de sobrio saco azul marino, corbata del mismo color, y camisa a la medida, en diminutos cuadros azul y blanco (el monocrome look de moda).
Abordó de inmediato el tema de la alianza. ¿Cómo evitarlo si el miércoles fue el titular de todos los periódicos? La Jornada: ``Truena la alianza''. Reforma: ``Adiós a la alianza''; El Economista: ``No hay madurez para una coalición''; Excélsior: ``Fox no la hizo y nada lo vincula al partido'', y The News: ``Alianza opositora sufre implosión''.
Tranquilo, reservado al principio, sabe que no está en sus terrenos, procede con voz impostada a tocar los temas de la agenda política. Conoce los temas con la precisión de un candidato presidencial estadunidense que ha repasado las posibles respuestas con asesores y estrategas. Aprovecha cada respuesta para hilar su mensaje político. Ante una pregunta del autor sobre la peligrosa tendencia latinoamericana a elegir candidatos carismáticos que se presentan al pueblo directamente, utilizando los partidos como plataforma de lanzamiento, contesta despreocupado: ``No estoy muy seguro de que sea un fenómeno típico de América Latina. Creo que sucede en todo el mundo''. El autor insiste: ``¿Y perder la oportunidad histórica de la transición?''. Afirmó que al PAN no le preocupa asumir esa responsabilidad. Sin embargo, minutos después comentó orgulloso que el panismo tiene aproximadamente 350 mil militantes, y que los Amigos de Fox (¿su propio partido?) suman 400 mil. ``Lo pueden checar en la Internet''.
Luis Hernández Navarro dispara a quemarropa: ``¿Y el petróleo?''. Fue el único momento de la reunión en el que mostró tensión: ``Un candidato a presidente no tiene facultades para privatizar''. Y Hugo Gutiérrez Vega remacha certero con una cita de Manuel Gómez Morín sobre la importancia estratégica del petróleo. Fox aclaró categórico: ``No voy a privatizar el petróleo''. Reconoció, sin embargo, que haría un detallado estudio sobre el origen y la aplicación de los ingresos, y sometería al pueblo de México, por medio del Congreso, el tema de la privatización: ``Unicamente si con ello se reduce el precio, se incrementa la recaudación y se protegen los empleos'', advirtió. Aprovechó el tema del empleo para incursionar en la economía subterránea: ``Sin crédito barato y con garrotazos en el Centro Histórico será imposible atraer a los vendedores ambulantes a la economía formal''.
Luis González Souza menciona el cambio. El pueblo no quiere alternancia sin cambio político, sugiere el analista, ``es necesario modificar el modelo económico, apartarnos de la creciente influencia de Estados Unidos y resolver el problema de Chiapas''. Fox lo escucha con atención y, por primera vez, toma notas. Aprovecha la respuesta para enviar otro módulo de su mensaje político. La cercanía con el vecino país es una ``oportunidad histórica: somos la envidia de los otros 180 países''. Insiste en el tema de la tercera vía. El autor le otorga la oportunidad de regresar a un desayuno que se enfría en esa mañana lluviosa: ``¿Qué garantías tenemos los mexicanos de que Fox no va a utilizar la aplanadora de los actuales sistemas jurídico y político para imponer su proyecto personal?''. Contesta rápidamente: ``nada garantiza la imposibilidad de que llegue una dictadura. Es necesario confiar en la Constitución y en el Congreso; no debemos ser catastróficos''. Gutiérrez Vega hace con destreza el slam dunk: ``Llega una edad en la cual es bueno ser algo catastrófico, pero siempre debemos regresar al uso de la razón''. A Fox le gusta la frase: la anota. El candidato le contesta a Alfonso Zárate que no pretende modificar la Constitución, ``como Porfirio''. Dejaría al Congreso la reforma del Estado. Quedaron en el tintero temas muy importantes: Fobaproa, Chiapas, UNAMÉ
Cuando se retirara Fox, los articulistas permanecen de sobremesa en torno a Josetxo Zaldúa y Luis Hernández Navarro. Los comentarios con el último café: pragmático, seguro del triunfo, con mucho dinero detrás; es el primer retador ajeno al sistema político; tiene de su lado a la Iglesia y al gran capital; puede ganar.