Ť Preparan el camino para que Tyson vuelva a disputar un título mundial
El CMB desconoció al Finito López como campeón
Carlos Hernández, enviado, Moscú, 28 de septiembre Ť En unos cuantos minutos Ricardo López pasó de ser luz a sombra.
Dejó de ser "el campeón consentido del CMB", el púgil que se había convertido en "casi un hijo" para José Sulaimán, el peleador ejemplar que ganó varias veces el título de boxeador del año de la organización. Se convirtió de pronto en "el hijo malagradecido", en un "traidor y desleal", que despreció al consejo y se fue a otro organismo.
Así que por votación unánime fue desconocido hoy como campeón mundial mínimo del organismo, a cuatro días de que dispute el cetro minimosca del FIB al estadunidense Will Grigsby, en Las Vegas.
"Es la primera vez que no cumplo mi palabra de honor", expresó Sulaimán, quien se mostró triste y molesto con la actitud del púgil mexicano de no disputar el campeonato CMB en poder del tailandés Saman Sorjaturon, a quien se le había tenido durante 10 meses sin pelear, porque el Finito era su retador oficial y había sufrido varias lesiones. Tampoco importaron los grandes números de López: 22 defensas del título mundial paja (ahora llamado mínimo), sus 9 años como monarca, su marca mundial de longevidad en la cima y con los mejores números de todos los campeones actuales.
En cambio, el CMB limpió el camino para que Mike Tyson pueda ser otra vez campeón del organismo.
En la sesión en la que se revisaron las clasificaciones, el Iron Man no aparecía, pero hoy se decidió que dispute el título internacional de peso completo, ante el mediocre Orlin Norris y quien gane será ubicado en el número dos, a un paso del monarca Lennox Lewis.
El primer caso en la historia del CMB
Sin mayor problema, los congresistas revisaban las clasificaciones, cuando se llegó al peso mínimo. Gabriel Peñagaricano, asesor legal del organismo, lanzó el primer golpe. "No debemos tener ninguna consideración especial para él", dijo y fue secundado por Edgar Thanjaraca, el representante de Asia: "Se fue a otro organismo, debemos quitarlo, porque nos dio la espalda".
Sulaimán les indicó que el CMB ya había acordado que el Finito subiera a su pelea de este sábado como campeón del organismo, pero la propuesta fue sometida a votación y todos decidieron desconocerlo.
Y Sulaimán habló cuando ya estaba todo definido: "Yo no quiero quitarlo, porque ha sido un gran campeón y porque le prometí a su madre y a mi amigo Cuyo Hernández que iba a cuidar de él. Ahora estoy apenado y triste, porque él se va y porque por primera vez no pude cumplir mi palabra de honor, pero así lo decidió mi organismo. Es también la primera vez en la historia del CMB que un campeón de nosotros se va a otro lado, cuando los otros campeones quieren nuestro título".
Luego, en entrevista, dijo que la injusticia no había sido del consejo, sino del peleador, a quien "se le había protegido". Añadió que la decisión de ir por el cetro del FIB no fue de su promotor Don King, sino del propio Ricardo, "en el CMB todos se sienten despreciados y ofendidos", resumió.
Peñagaricano, a su vez, dijo que Finito López se mostró desleal y como "un mal hijo", pero seguirá teniendo las puertas abiertas en la organización y que en caso de que pierda sería reclasificado o se permitiría una posible unificación.
En cambio, Tyson tuvo total apoyo por parte de los congresistas, luego de que salió de las listas por ir otra vez a prisión. "Se discute su situación sólo en Estados Unidos, pero es el boxeador número uno que interesa al mundo", dijeron y fue Sulaimán el que precisó: "Si no reconocemos los méritos de Tyson podría irse a otro organismo y él ha sido fiel al CMB, genera mucho dinero y creo que debería quedarse aquí".
Por otra parte, Oscar de la Hoya fue clasificado como número uno en welter, luego de su derrota ante Félix Trinidad, pero el estadunidense Derrel Coley será el retador oficial de Tito. Y al que de plano le fue mal fue al mexicano Juan Manuel Márquez, quien estuvo un tiempo como número uno en peso pluma, pero disputó el cetro AMB y hoy lo excluyeron con el argumento de que "el que pierde no puede ser incluido".