Ť Se inaugura exposición del caricaturista en la Galería Pecanins
El Fisgón: el despellejamiento, rito salvaje que retoma el neoliberalismo
Ť Xipe-Totec. Nuestro señor el desollado incluye 22 obras elaboradas en técnica mixta
Ť Ante la realidad descarnada de México, ni ''los cartones más agresivos transmitían esa violencia''
Merry Mac Masters Ť Desde 1981, Rafael Barajas Durán, El Fisgón, ejerce el oficio de caricaturista. Siente, sin embargo, que hay estados de ánimo derivados con frecuencia de la situación del país, que no se pueden traducir mediante la caricatura política. Requieren, más bien, de ejercicios de estilo o de un trabajo plástico. Y piensa que si uno se queda nada más haciendo caricaturas corre el riesgo de estancarse en una forma de trabajo. Hay que experimentar.
Su más reciente trabajo, en este sentido, es Xipe-Totec. Nuestro señor el desollado. Al respecto, dice en entrevista, que esta serie ''tiene su origen en que sentía que la realidad que vive México era terriblemente descarnada, muy brutal, y por más agresivos que fueran los cartones no lograban transmitir la violencia social, la violencia física, que se está viviendo con todo el proyecto neoliberal. Para mí, el neoliberalismo retoma uno de los ritos más salvajes del México prehispánico, que es el rito del despellejamiento. Creo que, efectivamente, vivimos en una sociedad que se la pasa ejerciendo la crueldad".
Sacrificar a 80 millones de mexicanos
Acerca de esa alusión a lo prehispánico, dijo: ''Advertí que todo el proyecto neoliberal se estaba cumpliendo como si fuera un ritual. Había un método, un procedimiento y en señores que ejercían este proyecto había muy claramente una actitud en la que las personas no importaban ni el sufrimiento humano. En las comparecencias que acabamos de ver en la Cámara de Diputados, el secretario de Comercio y Fomento Industrial, Herminio Blanco, insiste en que el proyecto económico va a seguir adelante no obstante el costo social, a pesar de los errores. Entonces, ellos se portan como sacerdotes de un ritual muy violento en donde la víctima es la población mexicana. Desde finales del sexenio de López Portillo, sobre todo desde el de Miguel de la Madrid, se habla del sacrificio de la población. Parece ser que es un sacrificio ritual larguísimo y el más largo es justamente el del despellejamiento. También es el más cruel, el más violento. Lo curioso es que este acto se realiza contra 80 millones de mexicanos".
La serie Xipe-Totec. Nuestro señor el desollado fue hecha para ser exhibida, primero en el extranjero. El Fisgón explica:
''Tengo una hermana que trabaja en Alemania y me insistió en que quería una exposición que hablara sobre cosas de Chiapas, pero que las entendieran fuera de México. Entonces, empecé a realizar este tipo de piezas que son muy raras. Técnicamente son una mezcla de collage con base en fotolitografías, de disecciones anatómicas tomadas de un libro estadunidense (encontrado en la Lagunilla). Son fotografías reales de cadáveres pasadas en litografía, están recortadas, agregué papeles que pinté, también papeles estampados y otro tipo de materiales para tratar de dar una visión muy general de lo que es este país.
''Hay desde cuadros que son homenajes a Brueghel, con la historia del triunfo de la muerte; otros están inspirados en la obra del fotógrafo Joel Peter Witkin o en los collages de Hannah Hock. Técnicamente, son poco ortodoxos. Son como un paso anterior a las calaveras de Posada. Es decir, las calaveras de Posada ya son los muertos descarnados que reviven y estos son los señores que se están descarnando y a los que se están matando". Esta serie se exhibió primero en la Galería Olga Benario de Berlín, Alemania, en 1997, y luego en la capilla ecuménica de la Universidad J. W. Goethe, de Francfort del Meno, en 1998.
Artes mayor y menor, límites difusos
Sobre la preocupación social presente en sus técnicas mixtas, Barajas reconoce que hoy día está muy desacreditado que la pintura hable al respecto:
''Me parece que este prejuicio que se ha construido alrededor de la pintura que se basa en preocupaciones políticas es tan criticable como las posiciones políticas de personas, como David Alfaro Siqueiros o el Taller de Gráfica Popular. No puedes hacer generalizaciones de ese tamaño sin caer en errores muy graves. En general, una buena parte del arte moderno desde el romanticismo hasta nuestros días tiene su origen en preocupaciones de tipo social. El romanticismo incluye una reflexión muy importante sobre la pauperización de las clases bajas en Europa. No se puede explicar a Daumier, ni a Georg Grosz, ni a Otto Dix, sin lo que son las preocupaciones sociales, ese es uno de los temas fundamentales del ser humano. Entonces, Ƒpor qué el arte debería desecharlo sobre todo cuando vives en un país donde la realidad social está tan violenta como ocurre en México?''
No es nada raro que aquí un caricaturista pinte o viceversa. Viene a la mente el caso de Abel Quezada de quien, por cierto, se prepara una exposición para mediados de noviembre en el Museo Rufino Tamayo. Comenta El Fisgón:
''Mira, los cánones clásicos establecen que hay artes mayores y artes menores, y además establecen que estos géneros rara vez se tocan. La verdad no encuentro que haya fronteras tan claramente marcadas entre un género y otro, entre lo que es el arte mayor y el arte menor. La caricatura es considerada, por tradición, un género muy menor; en cambio, la pintura sería un arte mayor. Sin embargo, si se revisa la historia de la pintura mexicana advertimos que casi todos los pintores hicieron incursiones en la caricatura. Quezada no es el único caricaturista que pintó, está Miguel Covarrubias.
''José Clemente Orozco, que tal vez es el más importante de todos, fue un extraordinario caricaturista, después se convirtió en extraordinario pintor. José Chávez Morado hizo muy buenas caricaturas, incluso, las hay de Siqueiros y Diego Rivera. En México este límite entre lo que es caricatura y pintura de salón, digamos, siempre ha estado muy diluido, no es una frontera neta."
Vivir en una sociedad cruel
En cuanto a la fealdad con que retrata al hombre, a la mujer y a los niños, el caricaturista editorial de La Jornada y codirector de la revista El Chamuco, responde: ''Lo que está muy feo es cómo tratan al ser humano; eso es lo que quiero reflejar. Al contrario, creo que las personas son maravillosas. La intención es hacer explícita lo horrenda que es la crueldad y que a base de que nos saturen de actitudes agresivas dejamos de percibir que efectivamente vivimos en una sociedad muy cruel".
ųƑSientes que nos estamos acostumbrando a la violencia?
ųYa el ciudadano medio mexicano se ha acostumbrado a la pobreza, a ver los pobres. Incluso, nos pasa lo que luego les ocurre a los estudiantes de medicina y los cirujanos: estamos acostumbrándonos a tener contacto con el horror. Llega un momento en que nos insensibilizamos. Este es un intento de llamar la atención al respecto.
ųƑQué esperas de las personas al ver tus cuadros?
ųA mí me funcionan como un exorcismo, como una forma de poner en papel lo que eran mis demonios, mis propias sensaciones. Tal vez lo que podría esperar de las personas es que sintieran lo mismo que yo.
(La exposición Xipe-Totec. Nuestro señor el desollado incluye 22 obras en técnica mixta y será inaugurada hoy, a las 19:30 horas, en la Galería Pecanins, en la calle Durango 186, colonia Roma.)