Ť María Elpidia recibió a gays y lesbianas con agua bendita, en la Basílica
Protección para oprimidos y marginados, demanda peregrinación de la diversidad sexual
Alma E. Muñoz Ť La peregrinación de la diversidad sexual ingresó ayer a la Basílica, para orar unos momentos y entregarle flores a la Virgen de Guadalupe. Nadie impidió el paso de los más de cien peregrinos ųentre lesbianas, heterosexuales, transexuales, célibes y gaysų que ayer pidieron "protección para los oprimidos y los marginados". Sin embargo, María Elpidia, ministra extraordinaria de la Comunidad Cristiana, les arrojó agua bendita como si pretendiera exorcizar esa presencia en el templo.
El reverendo Jorge Sosa encabezó las oraciones y cánticos que durante el trayecto al santuario realizaron los peregrinos, quienes portaban en su mayoría el blanco, color de la pureza, y refutó las declaraciones del arzobispado de México al decir que los homosexuales y lesbianas ųincluido élų sólo dan testimonio de fe al participar en una actividad de esta naturaleza.
Convocados por la Iglesia de la Comunidad Metropolitana ųque cuenta con dos ministros para dar atención a los feligreses con tendencias contrarias a las tradicionales, Jorge Sosa y Rodolfo Albarránų, los peregrinos pertenecientes a la diversidad sexual no sufrieron ningún ataque verbal o físico, como ellos mismos esperaban durante su peregrinación de la ex glorieta de Peralvillo a la Basílica de Guadalupe. De avanzada enviaron a un grupo de compañeros a la entrada del santuario para ųvía celularų valorar el ambiente y analizar la posibilidad de ingresar al atrio.
Se presentaron conscientes de que el evangelio de Jesucristo "siempre tiene una expresión muy clara para aceptar a las personas como ellas se presenten" y su invitación a la primera peregrinación la hicieron para patentizar que ellos también siguen "caminos de espiritualidad que para nosotros son importantes y valiosos", como aseguró el reverendo Sosa.
Las declaraciones del arzobispado de México les resultaron "interesantes", pero no lo suficientemente fuertes para hacerles desistir de su intento por llegar al recinto guadalupano. De hecho, le espetaron que a la Iglesia la representa el conjunto de la población y es ésta la que demuestra la solidaridad necesaria para aquellas personas que ejercen una sexualidad diversa, a través de manifestaciones de amor, comprensión y bendiciones.
Por tanto, la posibilidad de recibir una exorcización o ser víctimas de improperios y provocaciones no les hizo mella alguna. Por el contrario, la probabilidad de ser recibidos con agua bendita causó hilaridad entre algunos de los peregrinos.
Contra actitudes homofóbicas
Transitaron entre los fieles católicos y despertaron curiosidad a su paso. Más aun, antes de ingresar al templo colocaron como cabeza de su peregrinación a cuatro niños representando a las futuras generaciones de diversidad sexual. De cualquier manera, el número de integrantes del mundo lésbico-gay no era suficiente para llamar la atención y hacerse ver como un grupo diferente a las tradicionales peregrinaciones. Iniciaron sus rezos con un Padre Nuestro, seguido de Aves Marías y cánticos de la Iglesia católica. Oraron por que la Guadalupana mantenga su manto protector encima de este sector poblacional que "sufre" por actitudes discriminatorias y homofóbicas.
Alrededor de las 12:30, momentos antes de iniciar la consagración en una misa tradicional, la peregrinación ingresó a la Basílica de Guadalupe, aunque no todos sus integrantes pertenecen al credo católico. Unos son protestantes, otros ortodoxos o anglicanos, pero querían hacer sentir que la sexualidad se "enriquece" con demostraciones de fe.
"Damos gracias porque la Virgen de Guadalupe nos da testimonio de un amor que no discrimina y que incluye a la sexualidad humana y todas sus manifestaciones y que nos permite pedir la protección de su manto, para que día con día podamos trabajar y gestar ese nacimiento que ella anuncia de una nueva evangelización, de una nueva visión de la sexualidad siempre unida a la espiritualidad cristiana", expresaron como parte de sus oraciones.
Ministros capacitados
Con esta actividad, la Iglesia de la Comunidad Metropolitana dio inicio a las peregrinaciones que miembros de la diversidad sexual realizarán año con año. Posiblemente más adelante soliciten una celebración eucarística, aunque están satisfechos de contar con dos reverendos capacitados para atenderlos en Norte 77, número 3218, en la delegación Azcapotzalco.
Cada año, según Jorge Sosa, renuevan su licencia clerical en Los Angeles, Estados Unidos, y para su formación ingresaron a un seminario, el cual está en proceso de "restructuración" en Dallas, Texas.
Para ser nombrados ministros no es necesario el celibato. Reconocen dos vocaciones diferentes para acceder al ministerio: "si la persona tiene vocación de celibato, se le respeta, y si tiene una vocación para vivir en pareja también se le bendice". Por ejemplo, Jorge Sosa tiene pareja desde hace 21 años, situación que le parece importante porque "podemos hablar de la relación de pareja no desde afuera ni desde la parte teórica, sino desde la vivencia misma de la relación de pareja".
En esta Iglesia, los pastores "somos homosexuales, lesbianas, heterosexuales, hay todo un mundo" y aunque esto probablemente lo desconocía María Elpidia, le bastó verlos dentro del recinto guadalupano para rociarles agua bendita.