Ť Sostuvo una intensa relación con ella hasta 1936


Jane Mason, la principal fuerza que ancló a Hemingway en Cuba

Ť Enrique Cirules rescata en un libro los aspectos desconocidos de la estancia del escritor estadunidense en la isla

Arturo Jiménez Ť El mar, la pesca de la aguja y el esplendor de La Habana en los treinta no podían ser todos los factores que anclaron al escritor Ernest Hemingway durante varios años en Cuba. Tenía que haber existido una fuerza suprema que atrapara al autor de El viejo y el mar en la isla, y esa no pudo ser otra que una mujer, en concreto una mujer portentosa como Jane Mason.

En un libro próximo a publicarse en otros países y que en México aún no tiene editor, el investigador y escritor cubano Enrique Cirules rescata aspectos desconocidos de la vida del narrador estadunidense y que arrojan nuevas luces sobre la conformación de ese mito que es Hemingway en Cuba.

El volumen se llamará en Chile Hemingway en Cuba, el lado oscuro y en la isla tendrá el título El iceberg de Hemingway en la cayería de Romano, mientras que en Venezuela aún no se decide su denominación.

Cirules, interesado siempre "por lo inédito, lo insólito y lo que todavía no está escrito" ųtiene libros sobre el gangsterismo en Cuba en los cuarenta y de la estancia de las estrellas de Hollywood en la islaų, participó hace unos días en el cuarto Encuentro Internacional de Escritores, en Monterrey.

Cuenta en entrevista que se crió en la cayería de Romano, una zona de pescadores que frecuentaba Hemingway: en los treinta con Jane Mason y en los cuarenta persiguiendo submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde adolescente Cirules escuchó muchas leyendas sobre el escritor. "Conocí a los taberneros que lo trataron, como La Colombiana y Agustín El Tuerto, gente de cultura popular pero de una gran sabiduría".

No obstante, tendrían que pasar muchos años, hasta 1972, para que Cirules comenzara a investigar más a fondo sobre la vida de Hemingway. Ese año se publicó en Nueva York Islas en el Golfo por primera vez, y al leerla se dio cuenta de la imbricación entre las historias que conocía y la escritura de esa novela.

"Sin embargo, hasta hace dos años, cuando comenzaron a organizarse los festejos internacionales sobre este escritor en La Habana, observé que hay mucha información desconocida en el mundo, incluso por parte de los críticos estadunidenses".

ųSe trata del "lado oscuro" del escritor.

ųSí. El Hemingway que más se conoce es el de La Habana, el de la Floridita, el del Ambos Mundos, el de la finca Vigía, el Hemingway posterior a 1939. Pero es casi desconocido el Hemingway de entre 1929 y 1939. Y también hay muy poca información sobre 1942 y 1943, cuando se la pasó navegando por la cayería de Romano, tratando de descubrir un submarino alemán para asaltarlo y tomar la información que traía.

"Entonces me di cuenta que debía escribir un libro que revelara aspectos aún oscuros, como cuando en 1934 publicó una crónica que se refiere a la pesca de la aguja y que en una parte dice: 'Las noches en el (cabaret) Sans Souci y los amaneceres en el Jaimanitas'. Este último es un río en cuya ribera estaba la mansión de Jane Mason".

Jane, una hermosa pelirroja de 20 años a la que Ernest llevaba 11 de diferencia, era la esposa del magnate Grant Mason, quien se la pasaba en viajes de negocios. Se lee en el libro de Cirules:

"Lo cierto es que Ernest Hemingway, en compañía de Jane Mason, se aficionó hasta la desmesura por los esplendores de una Habana que ya se encontraba dominada por una creciente ola de gangsterismo".

Y describe a la mujer con la que Hemingway vivió seis años de pasión:

"A Jane le encantaban los tragos fuertes, y era capaz de conducir su auto como el más atrevido de los drivers. Podía pilotear con maestría su barco, y pescaba y cazaba como el más experimentado de los aventureros, y hasta realizó un viaje al Africa con el fin de entrenarse con el fusil, además de la fama que habría de alcanzar entre los cazadores de La Habana.

"Los que la conocieron en la capital cubana aseguran que Jane era portadora de una clásica y salvaje y entredelicada figura; que poseía uno grandes ojos azules que resultaban un primor". Luego, Cirules la retrata como elegante y de una apariencia sosegada, la cual escondía su verdadera personalidad.

"Se dice que Jane era tan hermosa como Grace Kelly, más sensual que Duff Twysden, y tan turbulenta, extravagante y desaforada como podría serlo Zelda, la esposa del escritor Scott Fitzgerald, personaje que Hemingway había conocido en París durante los veinte".

El investigador cubano narra en su libro que Ernest y Jane navegaban juntos por diversos lugares de la costa cubana, que visitaban tabernas de todo tipo, posadas y hospedajes ųcomo el majestuoso hotel Nacionalų, arrabales, el hipódromo, cabarets. "Nada los detuvo. Hasta 1936 resultó un intenso y escandaloso amor".

El libro de Cirules se divide en siete partes: El pasado feliz, antes de la llegada de Hemingway a La Habana; Parajes y sitios desconocidos, no sólo en la capital sino en el oriente del país; Mitos y leyendas, como su búsqueda de tesoros piratas o su encuentro con la ciudad perdida de los franceses; El embarcadero de San Fernando, ubicado en el puerto de Nuevitas, Camagüey, donde también llegaban Hemingway y Mason; La Segunda Guerra Mundial, que aclara la participación del escritor en ella; La novela relegada, sobre el misterio de por qué no publicó Islas en el Golfo, "su mejor novela", y El tercer submarino, que aborda la historia real que Hemingway tomó como modelo para escribir la tercera parte de esa obra.

''Mi libro va a generar una lectura nueva e inteligente de esta novela'', vaticina Cirules, y adelanta que tendrá alrededor de 140 páginas e incluirá casi 40 fotos.