n Días antes, varias familias sacaron de sus viviendas objetos de valor: vecinos


El incendio, posible venganza de disidentes

n Rechazan damnificados trasladarse a albergues n Acusan a líderes de acaparar despensas

Jorge Fuentes n A partir de denuncias de vecinos, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal investiga la presunta responsabilidad de grupos disidentes del Frente Popular Francisco Villa en el incendio ocurrido el miércoles en el campamento El Molino.

Fuentes de la PGJDF afirmaron que la inconformidad contra líderes del FPFV se debe a que esa organización no cumplió su promesa de entregar viviendas a todas las familias asentadas en el predio, por lo que algunas se habrían vengado.

Los afectados aseguran que antes de la conflagración varias familias sacaron de sus viviendas televisores, grabadoras, videocaseteras y otros objetos de valor ''porque ya estaban avisados''.

A pesar de estos indicios, peritos de la PGJDF que la causa del incendio haya sido un cortocircuito en tres transformadores de los cuales se habían colgado varias conexiones irregulares o diablitos. Los bomberos, por su parte, también informaron que se encontró material explosivo en una vivienda.

desastre para familias pobres La delegación Iztapalapa informó de manera preliminar que el fuego consumió 177 casas y provocó daños en 500 más. No obstante, las autoridades anunciaron que hoy concluirán el dictamen.

Al conocer la versión de que el incendio fue provocado por un grupo de inconformes que no recibieron departamentos en la unidad ubicada frente a El Molino y que es propiedad del Frente Popular Francisco Villa, los afectados pidieron a las autoridades no descartar esta hipótesis y que las pesquisas lleguen al fondo.

''Nos dimos cuenta de que algunas familias, días antes, sacaron objetos de valor, pero jamás sospechamos que intentaran hacernos daño. Mucha gente está segura de que el incendio fue provocado por venganza o porque alguien los mandó'', aseguraron algunos de los residentes de El Molino, quienes pidieron que se omitiera su nombre por temor a represalias.

En un recorrido por la zona se observó que entre los escombros no había restos de aparatos electrónicos. Varios vecinos dijeron que algunas familias sí poseían estos bienes, ''pero quién sabe qué pasó''.

Aunque las delegaciones Iztapalapa y Tláhuac han puesto a disposición de las familias de El Molino ocho albergues temporales, éstas han rechazado la ayuda por temor a otro incendio que acabe con las casas que siguen en pie, pues sospechan que el fuego del miércoles fue provocado. Además, insisten en ''vigilar'' la actividad de las autoridades en el predio.

Los habitantes de El Molino aseguran que prefieren dormir en la unidad que todavía está en obra y bajo una lona en la plaza Che Guevara, por el temor a perder el lote.

Varias personas fueron designadas para repartir las despensas que envió el Gobierno del Distrito Federal para las familias. Esto provocó el descontento de un grupo, que acusó a los líderes de almacenar los alimentos en un departamento con el fin de venderlas.

''Ya empezó la rapiña, y como siempre algunos cuantos se verán beneficiados con la ayuda que nos están brindando con comida, ropa y cobertores'', advirtieron.

La delegación Iztapalapa informó que ya se inició la limpieza del predio para facilitar un censo poblacional y determinar el número de viviendas afectadas y familias damnificadas.

El delegado Ramón Sosamontes Herreramoro explicó que solicitó el apoyo de la Secretaría de Educación Pública para que los habitantes de El Molino puedan agilizar los trámites para reponer docuementos como certificados de estudio, boletas de calificaciones y otras constancias escolares. Asimismo, dijo, continuará la distribución de cajas de leche en polvo y pasteurizada, agua potable, cobertores, catres y paquetes escolares.