n Habló "como titular del MP y como universitario"


"No hagamos el caldo gordo" a los que piden reprimir a huelguistas

n "Estoy cierto de que los universitarios no son delincuentes", dijo

n Equivocados, "quienes enfoquen el problema como un despojo"

Andrea Becerril y Jesús Aranda n El procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar, pidió ante legisladores "no hacer el caldo gordo a quienes buscan a todo trance" que se reprima a los paristas de la UNAM, y consideró simplista el pretender resolver el conflicto mediante el empleo de la fuerza pública, "como si los universitarios fueran delincuentes".

Agregó: "lo digo categóricamente, yo estoy cierto de que los universitarios no son delincuentes", y que el conflicto generado a partir de su autonomía, "en ese mismo ejercicio de autonomía lo deben resolver".

Durante su comparecencia ante el Senado de la República, Madrazo abordó ese tema desde dos perspectivas: en su calidad de representante del Ministerio Público Federal, y como integrante de la comunidad universitaria; en ese sentido precisó que en la PGR hay 50 denuncias que han dado lugar al inicio de 30 averiguaciones previas por diversos delitos relacionados con el conflicto en la UNAM.

Agregó que no puede renunciar a la integración de esas averiguaciones, pues de hacerlo surgirían responsabilidades para el propio Ministerio Público, pero dijo confiar "plenamente en los universitarios" y en que resolverán el conflicto mediante el diálogo.

Madrazo respondió así al senador del PRD, Alfredo Garcimarrero, quien sacó el tema a relucir al interrogar al procurador en torno a posibles acciones persecutorias en contra de quienes han cometido delitos en la UNAM.

"Permítame contestarle, como titular del Ministerio Público, con la prevención de que no sólo voy a tratar de responder como procurador general de la República, sino también como universitario", precisó Madrazo Cuéllar.

Expuso que a partir del pasado 19 de abril, en la PGR se han recibido 50 denuncias relacionadas con el conflicto en la UNAM. De ese total, precisó, dos fueron presentadas directamente en la dependencia a su cargo --"se hizo incluso una gran presentación a nivel de los medios de comunicación por parte de los denunciantes, algunos de ellos queridos maestros míos"-- y se recibieron otras 48, turnadas por la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, luego de conversarlo ampliamente "con mi colega y amigo, el procurador Samuel del Villar".

Añadió que en su calidad de Ministerio Público, su obligación es recibir las denuncias, buscar que se ratifiquen e iniciar las investigaciones, integrar la averiguación y en su momento determinar. Al respecto, precisó, hay 30 averiguaciones previas en su estapa de integración, en estadios y circunstancias diversas.

"Eso es lo que puedo contestar, como titular del Ministerio Público y sin faltar a lo que señala el artículo IV Fracción I de la Ley Orgánica de la PGR".

Dijo luego a Garcimarrero que pasó 15 años trabajando en la UNAM y otros cinco como estudiante, y además de estar orgulloso de ser egresado de la UNAM, conoce los conflictos universitarios, ya que en algún momento fue uno de los interlocutores en el serio problema que vivió la máxima casa de estudios entre 1986 y 1987.

 

Critica el procurador los enfoques

"simplistas" en torno al conflicto

 

Habló luego de lo que llamó enfoques de buena fe, pero "simplistas", de cómo se debe resolver el conflicto que ha mantenido paralizada a la UNAM por más de cinco meses, entre ellos, dijo, los que piden aplicar el estado de Derecho.

"Detrás de esas palabras, lo que se está diciendo es: hay que utilizar la fuerza pública para resolver el conflicto, como si los universitarios fueran delincuentes".

No se trata, precisó, de un delito de despojo, donde unos paracaidistas se han apoderado de un predio, y "quienes enfoquen así el problema de la Universidad Nacional, señor senador, en mi concepto, como ministerio público y como universitario, están profundamente equivocados".

La ley, señaló, es una herramienta para solucionar conflictos, no para agravarlos, profundizarlos o crear otros.

"En la problemática que tenemos en la UNAM, yo sigo confiando y apostando a que tiene que ser una solución que no sólo levante el paro, que es doloroso, pero no se constriñe sólo a ello".

Debe ser, añadió, una solución integral a la controversia existente por lo menos en el último tercio del siglo en la UNAM, en torno a dos concepciones distintas de la universidad, "ambas viables desde mi punto de vista, y que solamente con el diálogo entre los universitarios va a poder resolverse".

Esa "es mi apuesta, pero también establezco como premisa que no puedo renunciar a la integración de las averiguaciones previas y actuar conforme a derecho. Yo sé que de no hacerlo surgen responsabilidades para el propio Ministerio Público, pero también confío ampliamente en los universitarios".

A partir de una concepción distinta de la universidad, se "ha generado un conflicto a partir del ejercicio de su autonomía y en ese mismo ejercicio de la autonomía tendrán que resolverlo. Esa es su obligación, esa es su responsabilidad, no le hagamos el caldo gordo a quienes a todo trance buscan que se reprima en la UNAM".

--Ƒ Aceptaría ser rector de la UNAM? --le preguntaron los reporteros.

-- Desde luego que no. No lo aceptaría. No es esa mi pretensión, lo que quiero es ayudar a la UNAM.