La Jornada miércoles 22 de septiembre de 1999

LA ECONOMIA OFICIAL Y LA REAL

SOL En la apertura de la cita anual de otoño del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, que tuvo lugar ayer en Washington, el presidente del primero de esos organismos, James D. Wolfensohn, calificó de ''notables'' los avances de México para salir de la crisis económica, pero advirtió que el combate a la pobreza, la distribución del ingreso y el fortalecimiento del sistema bancario son tareas pendientes para el gobierno. En relación con la situación financiera del país, recordó que el presidente Ernesto Zedillo cuenta con el apoyo del organismo, como lo demuestra la aportación de 5 mil 200 millones de dólares del Banco Mundial al blindaje financiero recientemente conseguido por México. En suma, Wolfensohn reconoce esfuerzos al tiempo en que señala rezagos.

Por otra parte, en la comparecencia del secretario de Comercio, Herminio Blanco, ante el Senado de la República, efectuada también ayer, se hizo evidente de nueva cuenta que la economía del país tiene dos expresiones contrapuestas. Una de ellas, la de los macroindicadores, y cuyo desempeño aplauden los organismos financieros internacionales, se refiere a los esfuerzos gubernamentales para avanzar en la incorporación del país al mercado globalizado mediante una política de apertura comercial y el impulso a la industria maquiladora orientada a la exportación. La otra tiene que ver con la situación real de la gente, y por ella los senadores de oposición formularon agudas críticas al titular de la Secofi y le pidieron incluso su renuncia al cargo.

Los reproches opositores a Blanco se refieren a los efectos devastadores de la contracción del mercado interno, propiciada por una apertura indiscriminada de las fronteras comerciales, que a su vez ha causado la quiebra de la producción agrícola y ganadera. Hace años que el campo, ante la falta de apoyo gubernamental, dejó de ser fuente de abastecimiento para los mexicanos. Desde la firma del Tratado de Libre Comercio se importan tres millones de toneladas de maíz, y cifras de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial revelan que la importación de carnes ha aumentado hasta 300 por ciento en este sexenio, además de otros alimentos básicos como la leche y el huevo.

Esta realidad refleja los fracasos de un modelo económico que ha ahondado desigualdades sociales y que ni siquiera tiene certezas sobre sus avances macroeconómicos. Esto último se percibe en las declaraciones del líder de los banqueros, Carlos Gómez y Gómez, quien ayer mismo instó al Congreso a aprobar una partida presupuestal anual de 45 mil millones de dólares (uno por ciento del PIB) para el pago de los intereses del rescate bancario, con el propósito de evitar que en el 2006 ocurra otra crisis del sistema financiero. Si el velado chantaje del banquero a los legisladores tiene fundamento real, habría que concluir que el tan alardeado blindaje financiero no basta, por sí mismo, para evitar desestabilizaciones a mediano plazo.