Ť Miss Julie, cinta con la que confía lograr algún premio en Donostia


Los críticos de cine son ''tiburones locos'': Figgis

Mónica Mateos, enviada, San Sebastián-Donostia, 21 de septiembre Ť Mike Figgis responde irónico y cortante cada vez que alguien critica Miss Julie, su filme que compite por la Concha de Oro en San Sebastián.

El cineasta británico se defiende calificando a quienes escriben acerca de cine como ''tiburones locos", que cuando se ponen a hablar de cintas basadas en textos clásicos ųcomo en esta ocasiónų ''hacen todo por encontrar algún error, pues piensan que al llevar a la pantalla grande ese tipo de historias hay que seguir determinadas reglas, como ser fiel a la versión original. Pero no es cierto. Mi interpretación de la obra del dramaturgo Augusto Strindberg es una película como cualquiera en la que me tomé las libertades de siempre. Además, evité el exceso de respeto a cada coma del texto original".

Admirado por el trabajo que realizó en Adiós a Las Vegas y que le valió hace cuatro años varios premios en este encuentro cinematográfico, Figgis quiso repetir protagonista en Miss Julie. Nicholas Cage sería el lacayo que seduce a la hija de un conde, y compartiría créditos con Juliette Binoche. Pero Adiós a Las Vegas ''volvió caro" a Cage y la actriz francesa nunca tuvo la agenda libre, así que apostó por actores poco conocidos y ''más baratos": Saffron Burrows y Peter Mullan.

El resultado es una cinta que presenta una intensa ''esgrima emocional" en la que el vencedor es el público.

Hollywood ofrece material ''malo''

Confiado en que su filme se llevará alguno de los premios del festival, Figgis presentó a su Miss Julie, un personaje que en 1888 creó Strindberg y que es un ejemplo de cómo el dramaturgo inglés conformó las bases del drama psicológico moderno que impactó a las siguientes generaciones de escritores.

''Este texto es 99 por ciento mejor que las opciones que ofrece Hollywood. Filmar allá impone un sistema en el que se debe optar por material malo, pues es más importante la técnica que la historia que se narra", dijo.

La sexualidad vista como un arma de gran poder para librar batallas no sólo de género sino también luchas entre clases sociales, es otro de los aspectos que destacan en la cinta de Figgis.

Ese odio a admitir fracasos fue lo que motivó a Figgis para realizar Miss Julie: ''Primero me sentí furioso por lo que entendí como una falta de confianza en el proyecto por parte de la industria, a pesar de que todos aseguraban creer en mi reputación. Pero pensé: mierda, voy a filmarla aunque lo tenga que hacer yo mismo. El resultado no fue una película de estudio. Es un proyecto personal.

''No estoy dolido con Hollywood, si me decepciono pierdo energía para buscar alternativas. Finalmente esta es una forma de ser creativo. Contar con grandes presupuestos corrompe la creatividad.

''Parecería que rodé como lo hacen los cineastas del Movimiento Dogma, esa nueva generación que con pocos recursos y alejados de la industria intentan hacer un cine propositivo. No lo hice, pues aunque filmé en 16 milímetros, usé equipo de iluminación; pero si bastan 200 dólares para hacer una buena película con una cámara casera siempre y cuando haya talento, Ƒpor qué yo no lo voy a hacer?

"La industria es esclava de sí misma, ya que les resulta difícil contar historias sin meterse en conflictivas decisiones económicas. Por eso simpatizo con el Movimiento Dogma, es la punta del iceberg de una nueva generación de buenos realizadores que nos darán películas con voz propia", finalizó.