Ť Casi el total del capital básico de la banca es de baja calidad: Gurría
Anuncia Hacienda normas contables para bancos
Ť Las instituciones deberán conseguir fondos adicionales, por lo que se les autoriza a emitir instrumentos de capitalización
César Martínez Aznárez Ť La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció ayer nuevas normas de capitalización bancaria que obligarán a las instituciones financieras a conseguir fondos adicionales a partir del primero de enero del 2000. El titular de la dependencia, José Angel Gurría, reconoció que la mayor parte del capital básico de los bancos es de baja calidad y que no se cumple con las normas internacionales en la materia.
No obstante, aclaró que los impuestos diferidos y las obligaciones subordinadas, entre otros rubros que se incluyen en el patrimonio básico, se sustituirán por nuevo capital, aunque sólo gradualmente, pese a las recomendaciones del auditor del Fobaproa, Michel Mackey. ''No podríamos, de un día para otro, cambiar la regla y exigirle a las instituciones que de un día para otro aumentaran su capital'', argumentó Gurría.
Hoy se permite incluir todos los impuestos diferidos en el capital básico, pero la nueva norma establece una reducción anual, para que en el 2003, 20 por ciento del saldo de ese rubro se registre como capital básico; el registro como capital básico de ciertas inversiones de los bancos en acciones de otras empresas se limitará gradualmente; además, las nuevas obligaciones subordinadas de conversión forzosa que se emitan no podrán incorporarse al capital básico, aunque podrán incluirse como capital complementario, entre otras restricciones. De acuerdo con la información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el capital neto de los bancos se compone una porción básica y otra complementaria.
Por otra parte, para ofrecer alternativas para obtener recursos y sustituir el patrimonio que se reste por las reglas anteriores, se autoriza a emitir nuevos instrumentos de capitalización bancarias, una parte de los cuales podrá incluirse en el capital básico. También se resolvieron cambios en las reglas de calificación de la cartera de créditos.
Capitalización para el 2003
En conferencia de prensa, Gurría dijo que las modificaciones tienen como objetivo mejorar el capital de los bancos y su condición financiera, ampliar sus fuentes de recursos, y propiciar que su patrimonio sea congruente con los riesgos, pero que la meta de asegurar la capitalización de la banca se fija para el 2003, cuando el seguro de depósito dejará de ser irrestricto y bajará a 400 mil unidades de inversión por ahorrador.
Michel Mackey, en su informe al Congreso sobre el Fobaproa, había advertido que si la modificación en el capital bancario era gradual, su éxito dependía de que hubiera un crecimiento económico razonable, pero que si esto no sucedía y si los índices de morosidad se mantenían, sería muy probable que el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) tuviera que dar mayores apoyos a los bancos y protección a los depositantes.
Gurría eludió responder sobre la posibilidad de quiebra de los bancos, y a pregunta expresa, se limitó a mencionar que en la medida que las instituciones cumplan con los nuevos requerimientos estarán en mejores condiciones de obtener utilidades y de ganar posiciones en el mercado.
No obstante, los requerimientos de capital tienen otro cometido muy importante, según Mackey. El especialista señaló en su informe al Congreso que la finalidad de exigir un mínimo de capital básico es la poder garantizar los depósitos del público, pues de lo contrario es el gobierno el que debe respaldar cualquier eventualidad de quiebra o incumplimiento o, si el seguro es limitado el peligro es para el ahorrador.
Respecto a la contribución de las modificaciones anunciadas para la reactivación del crédito, Gurría puntualizó que el sistema financiero podrá estar en condiciones de ser el motor de crecimiento de la economía para el tercer trimestre del próximo año, pero siempre y cuando se aprueben la iniciativa de Ley Federal de Garantías de Crédito y la reforma a la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, los bancos se capitalicen y se culminen los procesos de saneamiento y venta de los bancos intervenidos.
* La meta es acercarse a las normas internacionales
César Martínez Aznárez * El capital básico del sistema bancario mexicano, con el que efectivamente cuentan las instituciones para enfrentar los peligros del mercado y dar tranquilidad a los ahorradores, como dijo en agosto pasado el presidente mundial de Citigroup, John Reed, ''probablemente sea cero''. Lo anterior se deduce de la información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNVB) y los anuncios que hizo ayer el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Angel Gurría.
Con datos de la CNBV a junio, el capital básico de los bancos ''vivos'' (no intervenidos) era de 87 mil 510 millones de pesos. Sin embargo, las autoridades financieras reconocieron ayer que varios rubros que se incluyen en esa presentación del patrimonio en realidad no deberían estar allí por ser de baja calidad, y resolvieron quitarlos gradualmente, para acercarse a las normas internacionales.
Esas cuentas, que a partir del año 2000 comenzarán a restarse del capital básico, son los impuestos diferidos, que a junio ascendían a 38 mil 811 millones de pesos para el conjunto de los bancos, las inversiones permanentes en acciones por 44 mil 311 millones, y las obligaciones subordinadas de conversión forzosa por 8 mil 725 millones, por nombrar sólo las más importantes.
Las nuevas normas establecen que al final del proceso de cambios anunciado ayer, en el 2003, un 20 por ciento de los impuestos diferidos sí podrán mantenerse en el capital básico, aunque las autoridades reconocen que es patrimonio de baja calidad. El internacional Acuerdo de Capitales de Basilea no permite la inclusión de los impuestos diferidos en el capital.
Las nuevas reglas también establecen que las obligaciones subordinadas que se emitan de aquí en adelante no podrán incluirse en el capital básico, y excluyen paulatinamente las inversiones en acciones de empresas no financieras y que no coticen en bolsa y las realizadas en Sociedades de Inversión de Capitales. A partir de los datos disponibles no es posible determinar qué parte del total significan esas inversiones, pero las autoridades financieras admitieron que las modificaciones en los rubros citados se realizaban porque representaban altos porcentajes.
Si se suman solamente los saldos de impuestos diferidos, obligaciones subordinadas de conversión forzosa y las inversiones en acciones, totalizan 91 mil 847 millones de pesos, cantidad superior al propio capital básico, lo cual se explica en que algún banco no contabilizó parte de esos tres rubros en dicha presentación del patrimonio.
De cualquier manera, incluso sin considerar las inversiones en acciones, si se deducen los impuestos diferidos y las obligaciones subordinadas, el capital básico queda reducido a sólo 39 mil 974 millones de pesos.
Según las autoridades financieras, el índice de capitalización del sistema bancario mexicano es de 14.8 por ciento, mientras que el mínimo exigido por la CNBV es de 8 por ciento. Esa cantidad surge de comparar el capital neto total (básico más complementario) con los activos sujetos a riesgo total.
Empero, según precisa Michael Mackey en su informe al Congreso sobre el Fobaproa, el Acuerdo de Basilea establece también un mínimo de 8 por ciento, pero que debe calcularse sobre el capital básico y no sobre el total, como lo hacen las autoridades mexicanas.
Si el capital básico fuera de 39 mil millones o menor, como se calculó más arriba, el índice de capitalización es, a lo máximo, de 4.7 por ciento. De acuerdo con la legislación vigente, si un banco no cumple con los mínimos establecidos, se le exige aportar el capital faltante, y de lo contrario se le puede retirar la autorización para realizar operaciones.