n De CU a Tlatelolco, la marcha del 2 de octubre
Suspenden toma de institutos y ultimátum a autoridades
n En cerrada y tensa votación, se impuso la corriente moderada
Gustavo Castillo García n El ala moderada del Consejo General de Huelga (CGH) logró en una cerrada votación suspender, hasta que se discuta en las asambleas de cada escuela y se apruebe por mayoría en otra sesión plenaria, la toma de institutos de investigación, y el ultimátum que emplazaba a las autoridades universitarias a aceptar el pliego petitorio replanteado en un plazo menor a quince días o a entablar una negociación con los estudiantes, pero en la que se resolvieran los seis puntos que dieron origen al paro en la UNAM.
Antes de imponerse mediante votación nominal ųescuela por escuelaų, los moderados tuvieron que argumentar una y otra vez que los resolutivos tomados por el CGH en su sesión del 11 de septiembre violaron los lineamientos que marcan la forma en que habrán de resolverse cada uno de los puntos de discusión en el orden del día, pues bastó que sólo cuatro escuelas propusieran un acuerdo para que éste fuera aceptado, cuando sus reglamentos establecen que deben ser por lo menos 19 escuelas.
La sesión de sábado y domingo transcurrió en medio de discusiones entre quienes se autodenominaron moderados y ultras; de quejas por el "mal manejo de la mesa de debates", de la "manipulación de votaciones" y de severas críticas a la forma en que se ha llegado a resolutivos durante "por lo menos los últimos cuatro CGH".
Los problemas entre ambas fracciones del CGH comenzaron en cuanto cada escuela empezó a leer los resolutivos de sus asambleas. La mayoría de ellas resaltó la falta de seriedad por parte de la mesa que dirigió los trabajos el 11 de septiembre, lo que, a decir de ellos, provocó la "imposición" de decisiones, como la toma de los institutos de investigación y el ultimátum a las autoridades.
El sábado, la sesión de CGH se inició sin siquiera fijar una orden del día. Los delegados entraron de lleno a discutir si se ratificaban o se rechazaban los acuerdos del 11 de septiembre, cuando apenas se había leído cada uno de los acuerdos emanados de las asambleas en las escuelas.
Sin embargo, pese a que 17 representaciones se manifestaron por la revocación del ultimátum y contra la toma de institutos, otras 14, entre las que estaban Veterinaria, Ciencias Políticas, CCH Oriente, Iztacala, Acatlán, Arquitectura, Ingeniería, Trabajo Social y Contaduría, lo ratificaban, lo que ocasionó dos conatos de enfrentamiento, uno de ellos entre miembros de la Facultad de Ciencias Políticas y estudiantes de posgrado.
Desde las 23:30 horas, el CGH se enfrascó en la discusión de la legalidad o ilegalidad de los acuerdos tomados en su anterior sesión, pero no fue sino hasta las 11:30 horas del domingo cuando, finalmente, la votación de una propuesta hecha por la Facultad de Filosofía y Letras destrabó el conflicto.
Durante esas doce horas, integrantes del Consejo de Huelga de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, los cuales encabezaron al grupo de escuelas que se opusieron a cualquier intento de revocación o desconocimiento de los acuerdos, se valieron de la presencia de un representante de la FES Cuautitlán en la mesa de debates para que las votaciones a mano alzada no fueran validadas hasta en tres ocasiones.
Una y otra vez, ultras y moderados intercambiaron acusaciones como "vende huelgas", "hijos de Gobernación", "perredistas", "hijos de Labastida" y "retrógradas", pero nadie cedía; la propuesta que avanzara, luego era echada atrás.
A los integrantes de la mesa, los moderados los acusaban de "faltos de cerebro" e "hijos de El Mosh", mientras que sus contrapartes se erigían como "la parte progresista" y, con señas y hasta mediante pequeños diálogos o a través de papeles, buscaron los medios para evitar que los resolutivos del 11 de septiembre se modificaran, aduciendo que eran acuerdos legales y que los moderados no tenían de su lado a un número suficiente de escuelas para "echarlos abajo".
Posgrado, Música, Psicología, Preparatoria Popular Tacuba, entre otros, apoyaban la idea de revocar.
Los moderados buscaron por votaciones a mano alzada y ganaron, pero la mesa resolvió que "el acuerdo previo establecía que ésta debía ser nominal y así se va a proceder". La discusión tardó más de una hora. Para entonces ya eran las 11 de la mañana.
Vino así la votación nominal, ésa a la que tanto se opusieron los moderados por considerar que no tendrían todos los votos suficientes para lograr la suspensión tanto del ultimátum como de la toma de los institutos. Sin embargo, al final, 19 impulsaron la posición moderada, y 15 más la de los ultras.
Para llegar a este acuerdo, hubo que votar hasta para decidir cómo votar.
Una vez suspendidos el ultimátum y la toma de institutos, se acordó que esta decisión competiría a otro CGH, pero que antes de ser votado y discutido por sus miembros, cada escuela debía analizar si consideraba procedente o no esas determinaciones.
Con esto se relajó el clima de tensión. Mientras los ultras gritaban toda clase de adjetivos contra los moderados, éstos coreaban goyas mientras bailaban abrazados.
La marcha
Sin receso de por medio, el CGH decidió continuar con los puntos del día (el más importante, la marcha del 2 de octubre). Como las asambleas de las escuelas decidieron, en un número de 24, apoyar su realización, la mesa lo planteó como "acuerdo de consenso", pese a que sus lineamientos señalan que para asumir esta decisión deben manifestarse al menos 28 escuelas.
Ello ya no importó. Los asistentes al CGH aceptaron dialogar y votar el sitio de donde partirá la marcha.
Pero a la primera votación, y ante el reconocimiento de que "la mesa no contó bien", aun cuando dio como ganadora la propuesta de salir de Ciudad Universitaria (CU), se generó otro conflicto. Los integrantes de la mesa decidieron primero realizar votaciones nominales, luego recularon y volvieron al esquema original de votación a mano alzada, pero con ayuda de escrutadores.
Finalmente, vino la elección del punto de arribo: Tlatelolco.
Con estas decisiones, los paristas de la UNAM que participarán en la marcha del 2 de octubre saldrán de CU a la Plaza de las Tres Culturas.