Cuatro son las estaciones que visita Gaspar Aguilera Díaz en su poemario Los ritos del obseso (1982-1997): Tu piel vuelve a mi boca, Diario de Praga, Imperfecciones del mundo y la que da título al libro. Si bien Aguilera gusta del verso en muy distintas medidas y formatos, al cierre de éste, su nuevo libro, se dedica a la prosa poética. Ejemplo de ello es el apartado siete: "Nunca supe definir los colores que separan la vigilia del sueño, ni deshilar la trama de tu pertenencia frente al lago misterioso. Escuchabas impávida, como si acabaras de arrojar las cartas en la mesa y tus poderes iniciaran la construcción del mundo (dibujaste dos iniciales góticas y una casa con miles de ventanas). Quise, desde entonces, volver a sentir la piel sin tus aceites, los collares oscuros sobre tu pecho de ámbar, el beso mordiente sin promesas, el regreso al universo cerrado del engaño. Afuera amenazaba el frío y no importaba: eras el único vestigio de claridad y asombro". Los ritos del obseso es una coedición de Siglo XXI y la UAM Azcapotzalco.

En espera del heredero

En ocasiones con el solo título se comienza a tejer la historia en la mente del lector. Es el caso de Rober Harris y su novela más reciente, El hijo de Stalin. Harris fue en su momento reportero de la BBC, luego director del Observer y más tarde columnista del Sunday Times. En su obra narrativa se encuentran obras como Patria y Enigma, con las cuales se ha colocado entre las listas de los más vendidos (es decir, con un promedio de 6 millones de ejemplares entre ambas). El "thriller político" versa sobre la posibilidad de que en la actual Rusia aparezca un hijo no conocido hasta ahora de Stalin, el cual al menos potencialmente impondría un "nuevo orden" con todas sus varias consecuencias. El volumen da comienzo con un capítulo a manera de prólogo. El hijo de Stalin circula con el sello de Plaza & Janés.