* La Comisión de Enlace debe ser plural
Consejeros universitarios piden al CU flexibilidad para dialogar
* Denuncian falta de voluntad política para resolver el conflicto
José Galán * El grupo de 40 consejeros que abandonó la sesión del CU el pasado martes, reveló que su decisión se debió a "la clara ausencia" de voluntad política para resolver el conflicto por parte de un órgano dominado por el rector Francisco Barnés de Castro, y se pronunció por "la flexibilización que permita entablar las negociaciones necesarias con el CGH" y terminar con un conflicto universitario a punto de cumplir 150 días.
Además, demandó que la Comisión de Enlace anunciada por el CU, y que será elegida en su próxima sesión, se integre "de manera plural, como representativa de un verdadero Consejo Universitario diverso, y cuyos miembros deberán estar dispuestos a avanzar en el diálogo y la negociación", en lugar de mantener "la intransigencia", por lo que "debemos convencerlos de lo contrario", advirtió Octavio Rodríguez Araujo, consejero de la Facultad de Ciencias Políticas.
"El CU debe crear una comisión que sea creíble, porque la imagen de ese órgano, como la de rectoría, está muy deteriorada principalmente en sus comisiones", añadió. "Es evidente que dicho consejo, hasta su última sesión, ha mantenido una posición mayoritariamente intransigente, y debemos convencerlos de lo contrario".
Silvia González Marín, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, sostuvo que la declaración del secretario general de la UNAM, Xavier Cortés Rocha, de que la salida de este grupo se debió simplemente a que no estuvieron de acuerdo con una decisión mayoritaria, "no es cierta", dijo, "ya que nos salimos por la incongruencia de la mayoría manifiesta del CU, que ratificó fijar condiciones previas para establecer el enlace con el CGH cuando habíamos votado, luego de un debate de cinco horas, por aceptar una etapa de enlace, partiendo del hecho de que esta primera fase no debería de estar condicionada".
"Consideramos que el acercamiento en estos términos, y las posibilidades de solución negociada, sólo alargarían el conflicto", añadió. "En realidad esa es nuestra molestia fundamental: no hay voluntad política por parte del CU que encabeza Francisco Barnés de Castro para iniciar el diálogo, mientras que tratamos de agotar todas las vías para resolver el conflicto".
"Por estas razones, abandonamos la sesión del CU del pasado 14 de septiembre para no avalar el flagrante atropello a la lógica y al espíritu universitario", dijo. "Queremos dejar patente que nuestro alejamiento no representa una fractura del CU, sino una enérgica protesta, por lo que hacemos un llamado a recuperar el espíritu de la iniciativa en términos del enlace y la negociación".
Marco Velázquez, de la Facultad de Ciencias Políticas, informó que los consejeros que decidieron abandonar la sesión del pasado martes "partimos de una premisa: el CU debe dar solución al conflicto, una respuesta que no debe estar condicionada por la otra parte, y de que sí es necesaria una reforma dentro de la universidad, para cambiar las condiciones académicas, administrativas e incluso pedagógicas".
Entre los consejeros que abandonaron ese día la sesión, y que pugnan por decisiones a favor de una salida negociada, se encuentran Rubén Mendoza Martínez, de Trabajo Social; Mario Sánchez Acuña, de la Facultad de Medicina; Mario Vázquez Bonfil, de la ENEP Iztacala; Aurora Flores Olea, de la ENEP Acatlán; Alfonso Gómez Navarro, de la Facultad de Economía; Jorge Raos García, de Filosofía y Letras; Hilda Nereida Ramírez Monjaraz, de los CCH; Carlos Salazar, de la FES Zaragoza; Joaquín Flores Paredes, de la FES Cuautitlán, y Pedro Berruecos, de la Facultad de Medicina, entre otros.
Octavio Rodríguez Araujo añadió que por su parte, estos consejeros "insistiremos en que sólo la flexibilidad y la no intransigencia pueden poner a las partes en una condición de diálogo para resolver el conflicto". Añadió que una vez que el CU decida integrar una comisión verdaderamente representantiva, entonces será el turno del CGH "para conformar su estrategia para el diálogo y luego para la negociación, a través de una comisión que deberá ser igualmente creíble, es decir, representantiva de todo el universo que agrupa, sin exclusiones, al movimiento estudiantil".
* Sólo una mujer, que hizo estudios en el extranjero, ocupa un puesto directivo
Egresados de la UNAM encabezan la lista de ejecutivos de trasnacionales
* Del ITAM no hay un representante a nivel gerencial en la muestra de Expansión sobre 68 filiales
Juan Antonio Zúñiga M. * Alrededor de 52 por ciento de los principales directivos, de las 68 empresas trasnacionales más importantes establecidas en México, son ocupados por egresados de doce instituciones de educación superior del país, encabezados por profesionistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Estas filiales, que realizan ventas anuales en el país por 37 mil millones de dólares, equivalentes a nueve por ciento del producto interno bruto, dan ocupación en sus más elevados puestos directivos a profesionistas formados en universidades y centros de enseñanza superior extranjeros, quienes figuran a la cabeza de 48 por ciento de las empresas de este tipo establecidas en México, de acuerdo con la información de un estudio de la revista Expansión.
De esta muestra de 68 filiales de trasnacionales, sobresale que en sus puestos gerenciales y directivos no figura un solo egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM); mientras que del Tecnológico de Monterrey y su división de estudios superiores hay ocho altos ejecutivos al mando de estas empresas que, en conjunto, dan ocupación a casi 200 mil trabajadores en todo el país.
Sin embargo, los egresados de la UNAM encabezan con nueve el número de directores y gerentes generales de subsidiarias de empresas trasnacionales establecidas aquí dentro de las ramas de producción industrial, comercial y de servicios más dinámicas de la economía mexicana. De entre ellos se encuentran cuatro profesionistas salidos de la Facultad de Química.
Es notorio también que, entre los puestos gerenciales y de dirección general de estas empresas, no se encuentra, por el lado de quienes proceden de instituciones de enseñanza superior del país, a ninguna mujer, en tanto que la única filial de las 68 consideradas que cuenta con una directora general es Compaq Computer de México, a cuya cabeza se encuentra la mexicana Bárbara Mair, quien cursó sus estudios de ciencias de la computación en Darmouth College.
De la Universidad Panamericana y el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas hay cuatro gerentes y directores generales; mientras que de la Universidad Iberoamericana figuran tres en los puestos directivos más elevados de estas filiales de empresas trasnacionales.
Las megaempresas, entre las que sobresalen estas trasnacionales, son relativamente pocas en el universo productivo formal de la economía mexicana pues, de acuerdo con informes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI), este tipo de compañías representa menos de uno por ciento de los más de 2 millones 300 establecimientos económicos de todo tipo censados en el país.
Sus directrices se fijan fundamentalmente de acuerdo con las estrategias que elaboran sus matrices en el exterior, aunque para su aplicación toman en cuenta la situación económica, política y social de los países en que se ubican sus subsidiarias, en este caso México. Pero la elección de su personal, en todas partes, se rige por estrictos parámetros de calidad.
Su poderío económico trasciende a muchos de los gobiernos en los que operan. Estas 68 empresas realizaron ventas a escala mundial en 1998 por algo así como un billón (en la acepción española) 315 mil millones de dólares que, en términos comparativos, equivalen a 4.2 veces el valor total generado por la economía mexicana ese año.
Después de la Universidad Iberoamericana, la participación de egresados de otras instituciones de enseñanza superior en los puestos de gerentes y directores generales de las filiales establecidas en el país, destacan: el Politécnico, las universidades La Salle y Anáhuac, con dos respectivamente, y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y las escuelas Bancaria y Comercial, y Libre de Derecho, con uno cada una.
Destacan firmas de EU y Europa
Por país de origen, de estas 68 filiales de trasnacionales, sobresalen las firmas estadunidenses con 29, y las europeas con 14, entre las cuales se encuentran siete alemanas, dos españolas, dos suizas, una sueca y, finalmente, dos italianas.
El estudio, publicado por Expansión en su más reciente edición, indica que de acuerdo con fuentes gubernamentales en México operan más de 190 compañías de capital extranjero, de las cuales 62 por ciento se encuentra en la industria manufacturera, 17 en los servicios, y 21 por ciento en otras actividades, "de manera destacada en la agroindustria".
La presencia del capital extranjero en la economía mexicana, explica, aumentó a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLCAN), pero también con las modificaciones que se hicieron a la legislación en la materia a principios de esta década.
De esta manera, entre 1994 y 1998 ingresaron 41 mil 232 millones de dólares a México como inversión extranjera directa, de los cuales poco menos de una quinta parte, esto es, alrededor de 7 mil 400, correspondieron a la industria maquiladora, "actividad que no depende tanto del poder adquisitivo del mercado interno, sino de la integración de las plantas instaladas en territorio nacional con los procesos productivos localizados en el exterior".
La presencia del capital estadunidense es tan predominante en México como en el mundo globalizado de las empresas trasnacionales. Según el rankin de la revista Business Week, citado en el estudio, de las mil corporaciones más importantes del mundo, 494 son de capital estadunidense, 135 japonesas, 108 de Gran Bretaña, 45 francesas, 36 alemanas y, finalmente, 25 son canadienses.
Son mayoría los mexicanos...
Sobre las características de los altos directivos de las filiales de este tipo de empresas en el país, se destaca que 38 de ellos son de nacionalidad mexicana, cinco son estadunidenses -aunque tres de ellos son de origen cubano-; cuatro son españoles; tres alemanes; dos italianos; hay también un argentino, un inglés, un belga, un japonés, un nicaragüense, un colombiano, un sueco, un chileno, un coreano y un austriaco.
Además, 42 de ellos cuentan con licenciatura y algun otro grado académico posterior. En la evaluación de su estudio por instituciones académicas, Expansión asegura que "en México dominan el Tecnológico de Monterrey y el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas", y, fuera del país, no hay alguna universidad que predomine, aunque Harvard es la que más se repite.